El espíritu del atardecer: así fue el Corona Sunsets en Ciudad Universitaria
Con una mezcla de música electrónica, arte, naturaleza y conciencia ambiental, Corona celebró sus 100 años con una nueva edición del Sunsets en Buenos Aires.

El sábado 18 de octubre, Ciudad Universitaria fue escenario de una postal dorada.Cuando el sol comenzaba a bajar, Corona volvió a desplegar su propuesta sensorial que combina música, naturaleza y conexión humana.
En esta parada porteña del tour que celebra los 100 años de la marca, miles de personas disfrutaron de una tarde perfecta, donde cada detalle pareció pensado para celebrar la simpleza de estar al aire libre, con buena música y buena compañía.
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Una tarde donde todo brilló
Desde temprano, el predio se llenó de ritmo y de una energía contagiosa. La curaduría musical, reunió nombres destacados de la escena electrónica internacional: Carlita, Parallelle, Mira y Nacho Bolognani, quienes fueron dando forma a un viaje sonoro que acompañó cada momento del atardecer.
Bolognani fue el encargado de abrir la jornada con un warm-up que mezcló house y disco, marcando el tono inicial del encuentro. Luego llegó Mira, con un set elegante y envolvente que coincidió con la caída del sol.
Más tarde, Parallelle subió la energía combinando sonidos orgánicos con voces en vivo, mientras la noche se instalaba entre luces y reflejos sobre el río. El cierre quedó en manos de Carlita, que desplegó un sonido potente y bailable hasta el último tema, sellando una jornada inolvidable.
Corona Sunset, entre la música y la conciencia
El Corona Sunsets no fue solo un festival, sino una experiencia integral. Además de los escenarios y la ambientación natural característica de la marca, el evento incluyó espacios dedicados al bienestar y la sustentabilidad.
Corona propuso un área de sound healing, piedras energéticas y un stand de cerveza sin alcohol para los conductores designados, reafirmando el compromiso de la marca con la responsabilidad y el disfrute consciente.
También hubo lugar para la creatividad con un taller de intervención de abanicos, donde los asistentes pudieron personalizar sus piezas en un gesto artístico y sustentable. La gastronomía, a cargo de Tres Fuegos, acompañó con una propuesta pensada para todos los gustos, fusionando sabores frescos y opciones vegetarianas.
El momento más esperado del día
Cuando el sol alcanzó su punto más bajo, llegó uno de los momentos más esperados: el Sunset Moment. Entre luces doradas y beats sincronizados, bailarines irrumpieron entre el público, transformando el paisaje en un escenario en movimiento. El ocaso se convirtió en un ritual compartido, donde todos -con una cerveza en la mano y la mirada al horizonte- se sintieron parte de un mismo pulso.
Música electrónica, naturaleza y una misma sintonía
El evento también contó con merchandising exclusivo, sorteos que ofrecieron la posibilidad de ganar un viaje a algunas de las “100 mejores playas del mundo” y espacios diseñados para relajarse, conectarse y disfrutar.
Cada rincón tuvo su propio encanto: luces tenues, texturas naturales, detalles que invitaban a detenerse un momento y mirar alrededor. En tiempos donde el vértigo parece marcar el ritmo de la vida cotidiana, la propuesta de Corona fue clara: celebrar los finales como nuevos comienzos.
La magia de un ritual que trasciende
El Corona Sunsets volvió a demostrar por qué sigue siendo uno de los eventos más esperados del año. Su fórmula —música de calidad, naturaleza, arte y consciencia— logra mantener viva una experiencia que trasciende lo efímero de un festival.
Una celebración que recordó, una vez más, que el atardecer no marca el fin del día, sino una invitación a reconectarse con lo esencial.






