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Beta Suárez: "Con la maternidad no se te acaba la vida, se multiplica"

Ella es Beta Suárez, tiene una mirada única. Es Licenciada en Comunicación Social, también capacitadora, storyteller, influencer, escritora de “Las madres tenemos derechos”, generadora serial de contenido, laburante incansable y sobre todo madraza. En el Día de la Madre nos pareció que tenía que estar entre nuestras entrevistadas.&nbsp;<br>

domingo, 20 de octubre de 2019 · 09:00 hs

Hace unos días tuve el placer de escucharla en Mendoza dando una clase. Yo la sigo en Instagram, en búsqueda de esas capsulas de sabiduría que te salven el día. Consejo: seguila @mujer.madre.y.argentina 

Pude darme el gusto de entrevistarla. Espero que sus respuestas te llenen el alma:

-Amo la forma en que comunicás estos temas de maternidad, a mí me ha servido un montón porque yo creo que las madres ahora nos preguntamos más sobre nosotras mismas y sobre cómo criamos a nuestros hijos, ¿vos sentís lo mismo?

-Me parece que la mía es una generación como de transición en donde, cómo nos cuestionamos mucho nuestros padres, nos cuestionamos mucho cómo somos nosotros como padres, y me parece que hay como un doble juego: dejamos de darle a la pelota (por suerte) a la mirada externa y empezamos a darle mucha más pelota a la mirada interna, y a veces somos muy crueles con nosotras mismas.

Me parece que socialmente hay todavía hay algo que se espera de las madres y qué nos cuesta mucho cumplir con eso. Está bueno romper esa estructura y darnos cuenta de que en realidad nadie nos quiere ni perfectas, ni impolutas; quizá con estar presentes está buenísimo.

Y también está bueno pensar, y ahí tengo dos ejercicios: uno es pensar qué tipo de madre y me gustaría que fueran mis hijas, si deciden tener hijos. Y me gustaría que sean libres, me gustaría que puedan ejercer su maternidad, sobre todo, con mucha alegría. Que, si es lo mejor que te va a pasar en la vida, no es lo único, pero lo mejor, no deberías sufrirlo tanto. Entonces me parece que el mejor modo de que ellas crean posible una maternidad así, es tratar de tenerla yo con ellas.

Y seguro me equivoco en un montón de cosas, pero me doy cuenta de que hay pocas cosas importantes. Y demasiadas cosas, por las que me hago problema, no son importantes y entonces mientras las otras importantes estén el resto se acomoda. Yo no me acuerdo si el cajón de mis medias estaba ordenado, pero sí me acuerdo de que mi vieja se sentaba a charlar conmigo, a jugar conmigo, o a leerme cuentos. Me acuerdo mucho cuando me leían, por ejemplo.

Y siempre digo y escribo que me gustaría mucho que mis hijas se vieran como yo las veo, así tan llenas de futuro, que se vean como son las veo sobre todo en la adolescencia que es una edad más complicada (y si le tenés terror te juro que no pasa nada y es muy divertido) pero está bueno darlo vuelta también y pensar si nosotras somos capaces de vernos como madre como nuestros hijos nos ven porque seguro que nos ven de un modo mucho más amable que como nosotras nos vemos a nosotras mismas

-¡Eso es fuertísimo!

-Me parece que está bueno eso, si nosotros le deseamos a ellos que se vean como nosotros nos vemos: “Vos sos bueno, vos sos linda, vos sos buena persona”, como cuando intentamos reforzarlos, bueno, darlo vuelta. Ellos cómo nos ven y estoy segura que nos ven nido, que nos ven como su mayor fan, como súper motivadoras y nosotros nos preocupamos por qué porque hoy pedimos una pizza.

Me parece que está bueno esto de dar vuelta la mirada y de ser como más amables con la maternidad. Insisto si es lo mejor que nos ha pasado en la vida debería ser un lugar mucho más agradable y de encuentro e incluso entre las que criamos diferente porque incluso así criamos lo mismo.

 No importa mucho las diferencias, importa este lugar de encuentro, no comprendo (pero creo que también me educaron así) una madre juzgando a otra madre, es tan difícil criar, no digo pesado, feo, pero es tan difícil, que no se me ocurre porque una madre juzga como otra madre cría. Me parece que sería más lógico que nos encontremos al final del día con una cerveza y digamos lo estás haciendo bastante bien.

-Sí, sí un “vas bien”, sos mi ídola jajaja, y ahí pregunta, porque a mí se me plantea siempre el hecho de balancear esto de la profesión y esto de que la calidad del tiempo es más que el tiempo en sí. y eso te lleva a como dije la primera vez que escribí sobre esto que me imagino como un malabarista con 80 pelotitas en el aire y vas… y este balanceo, vos ¿cómo lo vivís?

-Me parece que vivimos en un país en donde todavía las leyes no acompañan a la maternidad entonces es muy complicado y no la acompañan desde ningún lado, porque por ejemplo que los hombres tengan dos días de licencia por paternidad no le pega solo a los hombres, es más, al que más le pega no es al hombre, le pegan a la mujer, y ni hablar de las leyes laborales. Entonces me parece que primero es muy complejo ponerse en el lugar de cada madre. No es mejor salir a trabajar o no; lo mejor sería que vos puedas hacer lo que tengas ganas de hacer. Suponiendo que eso ocurra me parece que está bueno el comprender que los chicos crecen rápido, una frase nunca dicha.

-Una de tus frases de m…

-¡Sí por eso! Y que la maternidad muchas veces postergación, porque vos postergás algo porque en este momento tenés el deseo (o no te queda otra) de estar haciendo esta otra cosa, o tenés el deseo carnal, (no hay algo que esté mejor o peor) de estar siendo madre presente, muy presente, en ese momento. Pero postergación no es abandono y yo no quisiera que mis hijas, mis alumnos, o mis empleados más jóvenes piensen que con la maternidad se te acaba la vida, es al revés la maternidad la multiplica. Cada uno encuentra su modo pero que no deberíamos echarles la culpa a nuestros hijos de lo que no podemos hacer, es al revés.

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#FrasesDeMierda — Es complicado el genérico, viste, “todo” es mucho. Pero dale, contame, cuál? El tiempo de la vida con menos años y más enfermedades sin cura? El del dial up? El de las mujeres sin voto? El de lavar a mano? El de los viajes de meses para conocer otros mundos? El de tantos racismos? El de los esclavos legales? Exactamente cuál? — Comprendo que muchos datos de la actualidad son, como mínimo, polémicos y también sé que, según el lado del mundo que te tocó, muchas de las cuestiones de la lista anterior siguen vivas, llevando muerte, pero te juro que esta frase me suena a condena: Si todo tiempo pasado fue mejor ya no hay nada que hacer con estos días que tenemos. — Esta frase me da claustrofobia: Si todo tiempo pasado fue mejor, el hoy que en un rato será ayer, y por el que nos estamos lamentando, será mejor que el mañana que aún no llega. Una porquería. — Esta frase me suena a excusa lapidaria de los que no están dispuestos a mover ni un dedo, ni siquiera por ellos mismos. Culpa del tiempo que pasa y que no nos deja quedarnos en la comodidad de los éxitos. De la infancia. De la piel sin marcas. De los corazones sin estropicios. — Entiendo la nostalgia de nuestros mayores, la añoranza de las tetas duras, la garganta llena de gritos, esa vida en la que aún vivían lo muertos queridos, con el futuro como un horizonte, con las pasos atropellados de tantas ganas de camino. La comprendo porque añorar no es cuestión de edad. Son momentos. Pero, como ejemplo berreta, no te vuelvo al secundario ni loca. Ni te vuelvo, advierto, a los mejores momentos de mi alma. Me gusta tener recuerdos. — Tampoco creo aquello de que “lo mejor está por venir”. Pero, si me disculpan el optimismo, prefiero pensar que sin importar lo bueno o lo malo por lo que hayamos pasado, una buena idea es hacer lo que podamos con el presente, incluso agradecerlo, y laburar para que, aunque sea de a ratos, el futuro sea una fiesta. — Y, te concedo, seguro que algún tiempo pasado fue mejor que alguna circunstancia actual. Pero nunca como una sentencia. Siempre como un desafío. Salú amigos! Nos tengo fe. Que podamos. —

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-Ok, la última. ¿Cómo vas a festejar el Día de la Madre?

- Es raro porque nosotros somos súper tanos y nos juntamos siempre y somos tres millones de personas, pero lo que hacemos últimamente es al mediodía almorzamos solo nosotros cuatro en algún lugar y después a la noche es un quilombo. Pero este año yo voy a dar una Master Class a Tucumán y vuelvo el domingo al mediodía así que no sé, me irán a buscar y haremos esto de ir los cuatro. Y la verdad que yo tengo la fortuna de que nos divertimos mucho juntos, hay momentos, en que quiero matarlos, hay momentos en los que me odian, pero en general con esto de que estamos más grandes hay un lugar donde nos encontramos que está bueno, que nos divertimos; entonces a mí me encantan los “días de” pero tampoco les doy tanta importancia, es como raro, osea para mí, cualquier motivo es bueno para festejar.

Y después me pasa que mi mejor amiga va a ser mamá por primera vez, así que, creo que tengo más la mirada puesta en su maternidad y en su primer día, en realidad, estamos todos (como es la madrina de mis dos hijas) muy atentos a ese embarazo, a esa maternidad.

A mí es muy común que me digan: “Ay qué suerte tienen tus hijas” y yo estoy segura de que ellas no están de acuerdo con eso. Así que me parece que una de las madres somos muy parecidas en un montón de lugares y está bueno que nos festejen, pero estaría bueno que en la maternidad se piense todos los días del año, y en los ámbitos en los que toman decisiones importantes para la maternidad.

Que esa madre de la que te estás quejando porque no llega, porque está desbordada, y el pibe está haciendo quilombo en la sala de espera, en realidad, está criando al médico que en 30 años te va a tomar el colesterol, así que mejor que le tengás un poco de piedad y le facilites la vida en el día a día, ¿Me puse seria no?

Agradecimientos: Mili Castillo Eventos, Planners de Eventos, y sobre todo Beta Suárez.