Land Rover presentó la nueva generación del mítico Defender

Land Rover presentó en el Salón de Frankfurt la nueva generación del Defender, que marca el regreso del mítico todoterreno inglés, aunque con una filosofía renovada: ya no es sólo aquel bicho exclusivo para el off-road, sino que se convirtió en un sofisticado SUV.

El nuevo Land Rover Defender, informó el sitio especializado TN Autos, está desarrollado sobre una plataforma de aluminio, que le permite reducir su peso. La estructura es monocasco, a diferencia del chasis de largueros de la generación anterior, aunque la firma británica asegura que es más rígida.

Hay dos versiones: corta y larga. La primera se llama 90, es de 3 puertas, mide 4,32 metros y ofrece seis plazas. La segunda se llama 110, es de 5 puertas, mide 4,76 metros y viene con cinco, seis o siete asientos. Tiene suspensión independiente, que en el caso de la 110 es neumática de serie. El despeje es de 22 centímetros en posición normal y de 29 cm en la más alta.

Hay motores diésel 2.0 biturbo de 200 y 240 cv, y un naftero 2.0 turbo con doble entrada y 300 cv. Este último va junto a un eléctrico de 48 cv (Land Rover lo llama microhibridación). Ese motor eléctrico a veces funciona como motor de arranque, otras como generador y en otras ocasiones apoya al naftero.

La tracción es permanente con un diferencial central bloqueable. El trasero también puede ser bloqueable (opcional). El sistema de tracción tiene diferentes modos de funcionamiento y hay tres modos de conducción (modifica acelerador, caja y dirección).

El piso interior es de goma para que sea fácil lavarlo. Trae pinturas personalizadas para la carrocería y rieles en el baúl para configurarlo de diferentes maneras, por ejemplo con una “caja” de acero para llevar más seguras objetos de valor si salís de aventura.