Curioso: Ford Bronco Edición Limitada Papa Francisco

Un Ford Bronco denominado Pope Francis Center First Edition, es decir Centro Papa Francisco Primera Edición, fue vendido en 500.000 dólares en una subasta organizada por la firma Barrett-Jackson en Scottsdale, Arizona, Estados Unidos. El dinero recaudado será utilizado por el mencionado centro para avanzar en la solución del problema de falta de vivienda en la ciudad estadounidense de Detroit.

Según detalla el sitio especializado Parabrisas, esta versión única del todoterreno fue donada por David Fischer Jr., presidente y CEO de The Suburban Collection Holdings. Se trata de una interpretación moderna de la primera generación del modelo de 1966, al tiempo que recuerda al papamóvil de Juan Pablo II en su visita a los EEUU en 1979.

En la personalización del SUV de cuatro puertas se aplicó una pintura exterior Wimbledon White que se ofrecía en el Bronco de 1966 pero que actualmente no está disponible en la línea del modelo. Las llantas de acero Detroit Steel, también en Wimbledon White, lucen una circunferencia en Rapid Red, el mismo color presente en las franjas de los laterales de la carrocería y del capó.

En cuanto a la parrilla y la parte superior de la defensa metálica delantera, son plateadas. Además, el vehículo cuenta con una barra de luces en el techo, luces en los pilares A y luces que iluminan los neumáticos provistas por Rigid, entre otros elementos destacados.

En el interior se aprecia un panel de instrumentos pintado en Wimbledon White con detalles en las rejillas de ventilación, agarraderas y la palabra Bronco en rojo. Tanto los asientos como los paneles de las puertas están revestidos con vinilo blanco que contrasta con los bordes negros de las butacas y el tapizado.

Sobre el papamóvil Bronco

Ford proporcionó un Bronco modelo 1980, especialmente modificado para el trasladado de Juan Pablo II en su estadía en suelo estadounidense, entre el 1° y el 7 de octubre de 1979. El vehículo, en Wimbledon White, tenía un compartimiento trasero al aire libre que le permitía al Papa pararse y saludar a sus seguidores. Después de la visita del Sumo Pontífice, la propiedad del automóvil pasó a manos del Servicio Secreto estadounidense.