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Mondeo 2019: probamos el más exclusivo de la familia Ford

Motor, caja, calidad, prestaciones, espacio interior, diseño, lo tiene todo este sedán del segmento D. Nos dimos el gusto de manejarlo y acá te contamos nuestras sensaciones.

martes, 19 de marzo de 2019 · 09:00 hs

El Ford Mondeo ya es un clásico tanto en nuestro mercado como en el mundo. Va por la quinta generación, que se presentó en diciembre del año pasado en Argentina.

Con apenas 33 kilómetros, nos subimos a una unidad blanca, versión tope de gama (Titanium), y partimos a probarlo primero por la ciudad y luego camino al sur, para poder sacarle el mayor provecho a sus más recientes incorporaciones tecnológicas: el control de velocidad crucero adaptativo y el aviso –con corrección– de cambio de carril involuntario. Además, suma frenado autónomo de emergencia con detección de peatones. También es para destacar el estacionamiento automático.

El Mondeo llega importado de México y en Mendoza puede verse y probarse en Ford Goldstein.

Antes que nada vamos a spoilear este comentario: nos encantó el Mondeo. Realmente se nota y mucho cuando nos sentamos al volante de un auto de calidad con aspiraciones de pelearle de igual a igual a los modelos de las marcas premium. Si bien el rival directo de este modelo es el VW Passat –hoy fuera del catálogo de VW-, bien podrían ser otros.

Ford Mondeo.

No obstante, hoy por hoy, creemos que el Mondeo se mueve en soledad en un segmento golpeado por los SUV medianos.

Pero vamos al hueso de la cuestión: el Mondeo 2019 es un nuevo restyling para la quinta generación del sedán mediano de Ford (segmento D).

Se ofrece en dos versiones, SEL y Titanium, ambos con el mismo conjunto mecánico: motor Ecoboost 2.0 16v, con turbo, intercooler, inyección directa, 240 cv de potencia y 345 nm de torque. Este impulsor se asocia a una caja automática-secuencial de seis velocidades, con convertidor de par. La tracción es delantera. La versión tope de gama agrega frenado autónomo de emergencia con detección de peatones y control de velocidad crucero adaptativo al auto precedente.

Lo primero que se siente al ponerse detrás del volante del Mondeo es sensación de calidad. Al tacto, todo está bien terminado, es suave, es agradable. La posición de manejo es excelente, ya que tiene múltiples regulaciones y memoria. A su vez, el instrumental es claro e intuitivo, con la posibilidad de manejar muchas de las opciones de las pantallas con botones en el volante y en las palantas a ambos lados de éste.

Ford Mondeo.

Una vez que comenzamos a manejar el Mondeo, la impresión es que estamos al mando de un vehículo mucho más chico de lo que realmente es. La clave está en la agilidad con que puede moverse este sedán mediano en la ciudad. El motor, la caja y la dirección hacen que el Mondeo se “achique” y reaccione como un vehículo de menor peso (1.689 kilos) y tamaño (4.869 mm).

Justamente en la ciudad es que probamos el estacionamiento automático. Sólo hay que estar atento a los pedales, ya que el Mondeo hace la maniobra de estacionamiento de forma autónoma. Era la primera vez que probábamos este sistema, y la sensación es muy particular. Incluso el auto hace todo muy rápido, mucho más de cómo lo haría una persona. Eso impresiona, aunque estaciona perfecto.

Luego a la ruta. Acceso Sur camino a Tunuyán. Cuando el tránsito se aliviana y el Mondeo puede estirar las piernas nos damos cuenta exactamente en qué estaban pensando los ingenieros de Ford a la hora de construirlo: viajar.

La potencia que tiene el motor, la comodidad de la caja, la precisión de la dirección y los “chiches” de la versión Titanium nos invitan a manejar miles de kilómetros. Incluso el consumo en ruta, de 5,7 litros cada 100 kilómetros, hace todo más placentero.

Ford Mondeo.

El control de velocidad crucero adaptativo es un salto importante respecto a los cruise control tradicionales, ya que uno no tiene que preocuparse casi de nada, y el Mondeo se adapta a diversas situaciones respecto al auto precedente. Incluo detecta sin problemas cuando un vehículo en una doble vía se abre de su carril para pasar a otro y se pone frente a nosotros. También sabe el Mondeo cuándo ese auto volvió a su carril original. Es en ese tipo de situaciones donde nos damos cuenta cómo el Ford adapta su velocidad según necesidades. A su vez, es posible elegir además de la velocidad, a qué distancia queremos estar del vehículos precedente. Nosotros, mientras, disfrutamos del viaje.

Ford Mondeo.

También es muy efectivo el sistema de mantenimiento de carril, que se activa de manera muy fácil y es sumamente claro cómo se traduce su funcionamiento en el tablero de instrumentos y también en el parabrisas. A su vez, el frenado autónomo funciona de maravilla, al menos a las escasas velocidades con lo que lo probamos.

En fin, para resumir, estamos ante un vehículo que es referente en su segmento, que ha adaptado equipamiento de primer nivel en una propuesta que ya de por sí era buen. La calidad y las prestaciones del vehículo lo posicionan entre los mejores del mercado y en una opción a tener muy en cuenta entre los que gustan de sedanes de proporciones, o no. Bien por Ford.

Interior del Ford Mondeo.

Ficha técnica

Motor: naftero

Cilindrada: 2.0 turbo

Potencia: 240 cv

Torque: 345 nm

Consumo mixto: 7,4 litros/100 Km

Precio: 1.577.400 pesos

Dónde encontrarlo: Ford Goldstein