Las ventajas que tiene la polenta como plato en sí son muy concretas: es sumamente rica y a la vez económica. En esta ocasión, compartimos algunas recetas para probar cosas nuevas en la cocina y disfrutar de exquisitas variantes inéditas. ¿Te animarías a hacerlas?

Polenta: 3 ideas para disfrutar de esta sabrosa comida

1. Polenta a la napolitana

Por lo general, la polenta es una comida que se disfruta más de comer en épocas de frío. En el caso de esta variante hecha a la napolitana, esto se acentúa aún más.

¿Cómo se hace? Además de la polenta en sí, el secreto está en la preparación de la salsa. La misma es prácticamente igual al tradicional tuco que se utiliza para las pastas.

Hay que usar tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva y condimentar con sal y pimienta. También se puede agregar un buen trozo de queso cremoso que, con el calor de la polenta y de la salsa, se derrite ofreciendo una consistencia alucinante.

También hay que decir que esta opción es bastante similar a la de polenta con salsa bolognesa. Para esta última, la clave está en agregar un poco de carne a la preparación.

2. Hamburguesas de polenta

Es una de las opciones más recomendadas para veganos y vegetarianos, ya que ofrece una alternativa a un plato que suele estar asociado con la carne vacuna.

Su preparación es tan rápida como sencilla: lo único que hay que hacer es preparar la polenta. Eso sí, hay que tener en cuenta que la misma tiene que quedar con una consistencia más sólida que de costumbre.

Una vez que la polenta ya está preparada, hay que armar las hamburguesas y, por último, freír apenas hasta que queden doradas por fuera.

En cuanto al acompañamiento, hay muchas opciones que combinan a la perfección. Una de ellas, por ejemplo, es la que se hace a base de espinaca y champiñones. ¿Te animarías a probar esta hamburguesa?

3. Bastoncitos de polenta

La polenta es una comida tan versátil que puede funcionar como plato principal o bien como acompañamiento, es decir, como tentempié. Para quienes estén buscando algo cercano a esto último, se puede afirmar que los bastoncitos de polenta constituyen una opción tan sabrosa como fácil de hacer.

Para hacerlos, hay que cocinar la polenta, dejar que se enfríe a temperatura ambiente y luego guardar en la heladera durante al menos 1 hora.

Una vez que está bien fría, hay que cortarla en trozos con forma de bastoncitos de 2 cm de espesor, aproximadamente. Por último, hay que llevar a un horno a 205°C y cocinar durante 25-30 minutos.

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