Clásico argentino: receta de los "churros" favoritos de Anya Taylor-Joy
Caseros, crocantes e ideales para acompañar el momento del mate. La protagonista de Gambito de Dama, quien vivió toda su infancia en Argentina, dijo cuáles son sus favoritos. ¿Te gustaría conocer la receta?
Siempre tentadores, los churros crujientes y aromáticos seducen a grandes y chicos a la hora de la merienda o el desayuno. Símbolo criollo si los hay, su receta es más sencilla de lo que se cree y pueden lograrse en casa siguiendo algunos pasos simples y secretos para que nada falle.
Símbolo nacional y exquisitez internacional
Aunque hoy es una preparación típica argentina, el origen y tradición de esta masa frita proviene de nuestros ancestros españoles.
Las primeras churrerías datan de España, en el siglo XIX y la profesión de “churrero“, del siglo XVII. Aunque se dice que en realidad se inventaron en China y llegaron a Europa por los marineros portugueses.
También hay quienes adjudican su invención a los árabes, aunque, como sea, en España su consumo es importante y habitual para sus ciudadanos.
Aunque la actriz británico-argentina Anya Taylor-Joy los prefiere “bien argentinos“, como lo confesó en una emisión de difusión de la serie que protagoniza en Netflix, Gambito de Dama.
En Madrid, por ejemplo, es más usual que tengan chocolate, tanto en el relleno como en el baño externo. En cambio en Argentina se puede gozar de la inigualable combinación de la masa de churros rellena de dulce de leche, un consumo bien característico de aquí.
Receta fácil para hacer tus propios churros caseros
Ingredientes:
- 350 gr de harina 0000
- 250 cc de agua
- 250 cc de leche
- 1 pizca de sal
- c/n de aceite para freír
- 1 taza de azúcar fina o impalpable
- canela, ralladura de naranja o limón
Preparación:
Hervir 250 cc de agua y 250 cc leche con sal, a la cual se pueden agregar las ralladuras o la canela para agregar sabor.
Una vez caliente, mezclar con la harina. Con una cuchara de madera mezclar la masa que queda muy pegajosa y calentar abundante aceite de girasol en una sartén hasta que levante unos 200 grados de temperatura.
La masa deberá pasar antes de ser cocinada por una churrera o manga pastelera cortando y dando forma a cada churro. Cuando se enfríen bien, se escurren y se espolvorean con azúcar fina o impalpable.
Así son exquisitos, pero para golosos, mediante un pico especial de repostería, alargado para introducir en el medio del churro, se puede rellenar con dulce de leche (dulce de cajeta, como le llaman en algunos países latinos), crema de avellanas (la más conocida: Nutella) o chocolate y realizar un baño de chocolate repostero.
Una delicia panadera atractiva y sabrosa para deleitar a la familia.
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