Un restaurante con mucho arte en Chacras

El lugar: Nos sorprendió la entrada, unos muros de adobe a media altura, con vegetación xerófila. Rústico y muy estético a la vez. Avanzamos por el camino hacia el interior de la propiedad, rodeado de verde y con diferentes esculturas en el parque. Pasamos frente al restaurante y llegamos al estacionamiento.

El lugar es muy pintoresco y tranquilo. Luego caminamos hacia la entrada del salón principal (hay que ir con zapatos cómodos por el ripio del camino) y nos sorprendimos al ver ese lugar donde armonizan perfectamente muros cubiertos de barro, techo de madera, divertido mobiliario rústico creado por el artista Pablo Lavoisier, tapices, esculturas y muchos detalles que lucen ordenados en un ambiente amplio y muy limpio. El conjunto es exclusivo, ecléctico, diferente. El formato irregular del salón, responde a que han preservado los árboles y arbustos que originalmente estaban en el terreno, y algunos han quedado en el interior del restaurante.

Las mesas impecables, amplias, con vajilla y cubiertos de alta calidad, copas de cristal y una panera de lujo con unos bollitos de pan blanco recién horneados y una exquisita focaccia con aceitunas, romero, mortadela, orégano y oliva.

El recibimiento: Lo primero que trajeron fue un pequeño sartén con medio tomate perita y una cabeza de ajo cortada por la mitad para preparar tu "pan tumaca" frotando estos ingredientes en el pan. También una lactonesa y un paté casero de chivo.

La carta: es simple, con pocas y suficientes opciones, no nos costó elegir. Hay empanadas, ensaladas, trucha, chivo, pasta…

¿Qué comimos? Elegimos una degustación de empanadas para empezar (vienen 3, criolla, cortada a cuchillo y de humita). Como principales optamos por unos canelones de humita con crema y verdeo ($70) y un roll de chivo relleno con ciruelas, un puré de camotes y algunos verdes $ 95), y el postre fue una mousse helada de chocolate blanco, con granita de campari y pomelo, una salsa de frutillas y un ceste de pomelo… muy rico! Los otros postres para elegir eran un flan con dulce de leche y una degustación de dulces y quesos, tradicionales y lo suficientemente grandes como para compartir, pero ya los habíamos probado en otra ocasión.

Cocina muy sabrosa, bien condimentada, con ingredientes frescos. Se notaba que los platos estaban recién hechos. Las raciones fueron muy generosas y la presentación bien cuidada. La masa de los canelones era algo gruesa para mi gusto, pero el relleno fue sublime, con choclos frescos y dulces.

¿El servicio? Te dejo unos datos que dicen mucho: nos trajeron hielo y repusieron la panera sin pedirlo, nos ofrecieron más agua apenas se terminó, aunque pedimos vino por copa lo sirvieron previamente en un decanter, nos ayudaron de muy buen modo a cambiarnos de lugar a la hora del postre porque había mucho sol donde estábamos… Son detalles que aunque deberían, no están presentes en todos los restaurantes, y hacen de estas visitas sean mucho más placenteras.

Lo que más nos gustó: el pan casero recién horneado, el roll de chivo, la limpieza y orden en cada rincón. Lindísimo el lugar, tanto el salón del restaurante como el parque que lo rodea.

Lo que menos nos gustó: no reciben tarjetas de crédito (nos dijeron que recibirán en enero); las opciones de vino son un poco acotadas y algunas marcas no muy conocidas; y el auto ardía bajo el sol a la hora de irnos, ya que no quedaba lugar en las cocheras techadas y tuvimos que dejarlo en un sector sin sombra.

La vista desde un gran ventanal

Pasamos un sábado lindísimo, rodeado de verde, en un lugar rústico y colmado de arte, con una sobremesa larga y relajada. Excelente cocina, atención muy amable y ambiente tranquilo con música suave y diferente, no era jazz ni chill out, era folklore y rock nacional, me encantó ¡Pronto estaremos de vuelta!

Para tener en cuenta: si tenés tiempo, disfrutá de un buen momento hojeando los libros de pintura, cine y fotografía que tienen para la venta; o recorré el taller de escultura de Pablo Lavoisier ubicado a unos metros en la misma propiedad con exposición permanente.

DATOS ÚTILES
Espacios del Monte Restaurante

. Lago del Monte 4090 - Chacras de Coria - Luján de Cuyo. (Del lado Oeste de la Panamericana, casi enfrente de Desert).
. Tel. 0261 15 698 7498
. Horarios: viernes a domingo almuerzos. Viernes y sábado cenas. El resto de la semana solo para eventos con reserva previa.
. Equipo a cargo de la cocina y servicio: Alejandro Masnú, Julia Bastias y  Marcelo Roux.
. Pago: Solo efectivo por ahora
. Precios: Entradas $25 a $50. Principales $70 a $95. Postres $35 a $40.
. Menú infantil $60. Vinos desde $45 a $180. Tienen vinos orgánicos.
. Descorche: $30.-
. Estacionamiento propio
. Menú vegetariano y para celíacos.
. Acceso y baño para discapacitados.

NOTA DE LA REDACCIÓN: esta crítica es independiente. Los autores de la misma no tienen relación económica ni comercial con los lugares mencionados.