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¿Nos volvemos viejos de golpe después de los 40? Esto dice la ciencia

Un estudio reciente sugiere que el envejecimiento no ocurre de forma lineal, sino que se acelera en etapas clave. Qué descubrieron los investigadores y cómo podría influir en nuestra salud.

Para los expertos, comprender a fondo cómo y cuándo envejecemos puede tener un impacto enorme en la medicina preventiva. 

Para los expertos, comprender a fondo cómo y cuándo envejecemos puede tener un impacto enorme en la medicina preventiva. 

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La obsesión humana por detener el tiempo ha impulsado durante décadas a la ciencia a estudiar los secretos del envejecimiento. No solo se trata de prolongar la vida, sino de garantizar una vejez con mejor salud y calidad. Pero ¿nos volvemos viejos de golpe?

Un estudio de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, revela algunos detalles. Según sus hallazgos, el envejecimiento se acelera en dos etapas de la vida: alrededor de los 44 años y, nuevamente, cerca de los 60. Los científicos analizaron una gran cantidad de moléculas y microorganismos en personas de entre 25 y 75 años, y concluyeron que más del 80 % de esos marcadores mostraron cambios más drásticos en esos periodos.

Cambios biológicos que marcan la vejez

En los individuos de alrededor de 44 años, se detectaron alteraciones en moléculas relacionadas con el metabolismo de lípidos, alcohol y cafeína, además de indicios de afectación en la piel, los músculos y el sistema cardiovascular. A los 60, los cambios se orientaron más hacia la regulación inmunitaria, la función renal y el metabolismo de los carbohidratos.

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"Ponerse grande" no significa perder calidad de vida.

Este tipo de investigaciones refuerzan lo que muchas personas ya experimentan subjetivamente: una sensación de envejecimiento repentino. Cansancio persistente, dolores articulares, alteraciones del sueño o pérdida de masa muscular son síntomas comunes que suelen coincidir con estas etapas de la vida.

Envejecimiento a saltos, pero no para todos

A pesar de la relevancia del estudio de Stanford, los especialistas advierten que no se trata de una regla universal. El envejecimiento es un proceso complejo y multifactorial, y su ritmo varía según cada individuo.

Algunos científicos señalan que tanto los procesos graduales como los eventos abruptos influyen en la velocidad con que se envejece. Factores como el estrés oxidativo, la senescencia celular, el acortamiento de los telómeros o incluso situaciones traumáticas pueden alterar significativamente el curso del envejecimiento.

Para los expertos, comprender a fondo cómo y cuándo envejecemos puede tener un impacto enorme en la medicina preventiva. Identificar los momentos clave en los que se acelera el deterioro biológico podría abrir la puerta a intervenciones más eficaces.