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La planta trepadora que florece en julio y da hojas comestibles todo el verano

Crece con poco sol, adorna paredes y rejas, y además sus hojas se pueden comer: así es la planta que gana espacio en huertas urbanas y jardines caseros.

En cuanto al clima, no tolera bien el frío intenso. Es una planta tropical, así que si llega una helada fuerte, lo más probable es que no sobreviva.

En cuanto al clima, no tolera bien el frío intenso. Es una planta tropical, así que si llega una helada fuerte, lo más probable es que no sobreviva.

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En patios, terrazas e incluso balcones, hay una planta que empezó a ganarse su lugar sin demasiado ruido. Se enreda por rejas, trepa por paredes y, con el paso de los días, no solo embellece el espacio, sino que también aporta alimento fresco.

Se trata de la espinaca de Malabar, una especie que, a medida que se hace más conocida, suma cada vez más fanáticos.

A diferencia de otras trepadoras que solo cumplen una función decorativa, esta planta tiene una ventaja clave: sus hojas son comestibles. Con un sabor suave y una textura algo más carnosa que la espinaca común, se pueden usar en ensaladas, salteados o sopas. Es una de esas variedades que cumplen doble función: decora y alimenta.

Quienes la tienen en casa coinciden en algo: crece rápido. Puede llegar a extenderse varios metros si encuentra por dónde apoyarse. Por eso es ideal para cubrir muros, pérgolas o incluso macetas grandes con tutores. En poco tiempo, el verde intenso de sus hojas y los tallos rojizos empiezan a transformar cualquier rincón.

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La luz es otro punto a favor de esta planta. Si bien prefiere estar al sol, tolera muy bien la semisombra.

La luz es otro punto a favor de esta planta. Si bien prefiere estar al sol, tolera muy bien la semisombra.

Florece en verano y resiste sin complicaciones

Una de las curiosidades de la espinaca Malabar es que florece en verano, sobre todo en regiones cálidas. En el hemisferio norte suele dar sus flores en julio, y en el sur lo hace más cerca de la primavera o el comienzo del verano. Aun así, no hay que esperar a que florezca para cosechar: las hojas se pueden cortar mucho antes.

Esta planta es originaria de Asia, pero ya se cultiva en distintas partes del mundo. Se adapta bien a varios tipos de suelo, siempre que no estén empapados. Aunque agradece un sustrato con materia orgánica y buen drenaje, no es exigente: crece bien incluso en lugares con tierra húmeda o en contenedores grandes.

La luz es otro punto a favor. Si bien prefiere estar al sol, tolera muy bien la semisombra. De hecho, muchos notan que cuando crece con algo de sombra, las hojas son más grandes y tiernas, lo que mejora su uso en la cocina.

Cómo cuidarla en casa

El único punto donde hay que estar atentos es el riego. La espinaca de Malabar necesita agua regular. Si se seca demasiado, tiende a florecer antes de tiempo y eso hace que sus hojas cambien de sabor, volviéndose algo más amargas. Por eso, si no llueve seguido, es importante regarla cada pocos días.

En cuanto al clima, no tolera bien el frío intenso. Es una planta tropical, así que si llega una helada fuerte, lo más probable es que no sobreviva. Sin embargo, se puede cultivar como anual: se planta en primavera, crece con fuerza en verano y se recolecta antes del invierno.

No requiere grandes conocimientos de jardinería. Basta con darle un poco de espacio para trepar, algo de sol, agua constante y un suelo medianamente fértil. A cambio, ofrece un espectáculo visual y la posibilidad de cortar hojas frescas cada vez que se necesiten.

Más que una planta, un pequeño cambio de rutina

Para quienes buscan acercarse a una forma de vida más natural o simplemente quieren sumar un poco de verde a la casa, esta planta puede ser un buen comienzo. No solo porque es linda y útil, sino porque cultiva la sensación de tener algo propio, algo que crece con uno.

En tiempos donde lo rápido y lo práctico parece ganar la batalla, esta trepadora propone otra lógica: la de esperar, regar, cosechar y saborear. No es magia, es naturaleza. Y está al alcance de cualquiera con un rincón soleado y unas ganas mínimas de probar.

Por eso, si estás pensando en sumar una planta a tu hogar, la espinaca Malabar puede ser una gran opción. Te va a acompañar con hojas verdes todo el verano, y quizás también te inspire a seguir cultivando algo más que plantas.