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La ciencia reveló cuál es el lugar más sucio de la cocina

La ciencia señaló que sitio de la cocina tiene mayor concentración de bacterias y suele pasar inadvertido en las rutinas de limpieza.

Es innegable la importancia de tener una cocina limpia y ordenada. 

Es innegable la importancia de tener una cocina limpia y ordenada. 

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Mantener la cocina limpia y ordenada no solo es una cuestión estética: también es una práctica clave para prevenir enfermedades. Sin embargo, la ciencia advierte que incluso los hogares más prolijos esconden rincones donde las bacterias prosperan sin ser detectadas.

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El lugar más sucio de la cocina

Y, según diversas investigaciones microbiológicas, el lugar más contaminado de la cocina no es la mesada ni la esponja sino los interruptores de la luz.

A simple vista, estos pequeños dispositivos parecen inofensivos. Pero su ubicación -al alcance de todos- y el contacto constante con las manos los convierten en un verdadero reservorio de microorganismos. La explicación es sencilla: suelen tocarse en momentos de manipulación de alimentos, muchas veces sin haberse lavado las manos previamente.

Basta pensar en cuántas veces se enciende la luz tras cortar carne cruda, sacar verduras sin lavar o tocar envases que pasaron por distintos lugares. Cada contacto deja una mínima huella de bacterias, que pueden incluir patógenos como Salmonella o Escherichia coli. Y aunque no se vean, estos gérmenes pueden sobrevivir durante días en la superficie, especialmente en ambientes cálidos y húmedos como la cocina.

El problema se agrava porque los interruptores son de uso compartido: los tocan todos los miembros del hogar varias veces al día, lo que incrementa el riesgo de contaminación cruzada. Así, se convierten en uno de los puntos más descuidados —y peligrosos— del entorno doméstico.

Cómo limpiar correctamente los interruptores de luz

Los expertos recomiendan desinfectar los interruptores al menos una vez por semana. No obstante, se trata de una tarea que requiere precaución, ya que involucra componentes eléctricos. Antes de comenzar, se sugiere desconectar la energía general para evitar accidentes.

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El procedimiento es simple: humedecer un paño con un desinfectante comercial o una solución casera de vinagre blanco y agua en partes iguales, y pasar suavemente sobre la superficie. Es importante no aplicar el líquido directamente sobre el interruptor para evitar filtraciones. Luego, se debe secar con un paño limpio.

Otra alternativa es el bicarbonato de sodio, aunque su eficacia como desinfectante es limitada. En cambio, el vinagre blanco ha demostrado cierta capacidad para eliminar bacterias como E. coli, Salmonella y Listeria, aunque no sustituye por completo a los productos desinfectantes aprobados.

Por eso, los especialistas aconsejan combinar una rutina de limpieza regular con el uso de desinfectantes de eficacia comprobada. Con este simple hábito, se puede reducir considerablemente la presencia de gérmenes en uno de los lugares más olvidados -y peligrosos- de la cocina.