Influencers virtuales: por qué los eligen las marcas
Los influencers generados por inteligencia artificial plantean ventajas, pero también en desafíos éticos y prácticos.
Anita López tiene más de 374 mil seguidores en Instagram.
@fit_aitanaEn el panorama del marketing digital, los influencers virtuales surgieron hace unos años como una tendencia disruptiva, redefiniendo la relación entre marcas y audiencias. Estos personajes generados por inteligencia artificial ofrecen a las empresas un control total sobre la imagen y el mensaje.
Con el paso del tiempo, algunos de estos influencers tomaron notoriedad y tienen millones de seguidores. Mientras que otros no lograron cumplir con los objetivos de sus creadores. Sin embargo, la tendencia vuelve a imponerse y cada vez más marcas los reeligen.
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Quiénes son los influencers virtuales
Casos como Lil Miquela, una influencer virtual que ha colaborado con marcas de lujo como Calvin Klein y Prada, y Aitana López, creada por la empresa española The Clueless, ilustran el potencial de estos avatares digitales. Aitana, por ejemplo, genera ingresos mensuales significativos y mantiene una presencia activa en redes sociales, interactuando con una amplia audiencia.
La agencia Forsman & Bodenfors creó a Kami, la primera influencer virtual del mundo con síndrome de Down, que ganó tres premios Cannes Lions. En su perfil de Instagram Kami comparte su historia y la de muchas chicas como ella en el mundo real, para hacer de los entornos digitales espacios más inclusivos.
Las ventajas de los influencers virtuales incluyen la escalabilidad, personalización y disponibilidad 24/7, permitiendo a las marcas adaptar sus campañas a diversos segmentos de audiencia sin restricciones físicas. Además, al ser gestionados por equipos profesionales, garantizan coherencia en sus acciones y comunicaciones, y presentan un menor riesgo de controversias.
Los desafíos de los influencers virtuales
No obstante, estos personajes también plantean desafíos éticos y prácticos. La autenticidad sigue siendo un aspecto crucial en el marketing de influencers, y los personajes generados digitalmente pueden suscitar preocupaciones sobre la transparencia y la honestidad. Además, su uso plantea interrogantes sobre la representación y la diversidad en el contenido digital.



