Te contamos si para tu hogar es mejor tener un desayunador o una isla de cocina

Si bien la parte estética siempre es importante, un buen diseño interior tiene que contemplar la funcionalidad de un espacio determinado. Y la gran pregunta, en este caso, para una cocina, es ¿cuál es la diferencia entre un desayunador y una isla de cocina? La elección correcta depende del uso del espacio de la cocina y de cómo se circule por la misma
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Las islas de cocina suelen ser las preferidas como el corazón de ese espacio de la casa porque es multifuncional. En cambio un desayunador suele ser la preferida en cocinas pequeñas porque aportan un espacio cómodo para sentarse. Si bien las islas de cocina se han convertido en una opción deseada, los desayunadores cada vez ganan más adeptos porque son más populares para espacios de cocinas pequeñas.
Un desayunador ahorra espacio y es ideal para cenas informales. Y resulta más económico y fácil de instalar que una isla de cocina. Concretamente donde el espacio es limitado, el desayunador es una excelente solución para conseguir asientos en la cocina. El lado B del desayunador es que suelen ofrecer poco espacio para guardar electrodomésticos y para el almacenamiento, en general. Pero también, según su diseño, un desayunador si restringe el movimiento puede crear un "callejón sin salida" en lo visual o funcional.
En cambio los que se inclinan por las islas de cocina argumentan que las mismas agregan espacio generoso en la encimera, almacenamiento adicional y pueden acomodar electrodomésticos, fregaderos y enchufes eléctricos, lo que las hace altamente funcionales. Otro argumento a favor de las islas de cocina es que permiten una mejor circulación, al punto que permiten que varias personas trabajen a la vez en la cocina. Pero si la cocina es pequeña incluir una isla de cocina puedes terminar con una cocina abarrotada y disfuncional.

Conclusión: la mejor opción tanto para un desayunador como para una isla de cocina dependerá completamente del espacio y de cómo se use esa cocina: por lo que hay que empezar midiendo el tamaño de la cocina para ver con qué espacio uno puede disponer para instalar una isla de cocina o un desayunador.