Cómo es el vino más caro de la Argentina: en qué bodega se hace y cuánto se paga la botella
Proviene de una particular zona vitivinícola y se comercializa a un alto precio. Eso pone en valor lo que año a año demuestra el vino argentino. Está entre los mejores del mundo.
Hace ya unos años que el vino argentino juega en las grandes ligas. De eso dan cuenta las etiquetas de alta gama que se venden en La Plaza de Burdeos, la red de negociants de vino de lujo más antigua y reputada del mundo. Las etiquetas que allí se comercian bajo el sistema en primeur -en el que se adquieren antes de que salgan de la bodega-, lo hacen con valores menores a los que puede exhibir un gran vino de Borgoña o de Burdeos.
Quien desafía ahora el precio más alto que puede ostentar el vino argentino es un Merlot de Patagonia, un vino cuya primera edición fue adquirida en primeur por un multimillonario chino que se enamoró del paisaje de bardas de Valle Azul, en Río Negro. Y, por supuesto, de sus vinos, en particular de un blend de cosechas surgidas del “Viñedo Araucana”, cinco destacadas hectáreas que forman parte del terroir único donde se ubica la bodega Ribera del Cuarzo. Incluso antes de ver la luz se ha ganado el título de “vino más caro de la Argentina”.
Ribera del Cuarzo Puro es su nombre, y su historia refleja lo que tiene de alquimia la elaboración de esta bebida, en la que inesperadamente algunas barricas desarrollan cualidades excepcionales que las separan de sus hermanas de cosecha. También es una historia que llama la atención sobre la mirada que de nuestro terruño tienen otras naciones, a las que deslumbra su riqueza y su cultura.
Un vino muy particular, afirma Felipe Menéndez, Director de Ribera del Cuarzo: "es un blend de cuatro cosechas -2019,2020, 2021 y 2022-, de uva principalmente Merlot con un pequeño agregado de Malbec y Petit Verdot. Es una barrica por cada año, por lo que solo hay 600 botellas magnum (1,5 litros) de este vino”.
Lo concreto es que un empresario chino (Mr. Lee) en una recorrida por la Patagonia Argentina para conocer frutales y demás cultivos, se encontro con esta joya que no ha dejado salir al mercado. El empresario oriental compra toda la producción y paga 1000 dolares por cada botella.
La bodega aceptó la seña, pero aclaró que sólo vendería una parte de la partida, ya que la idea era que el vino primero fuera presentado en la Argentina. “Pensábamos lanzar este vino con un precio alto, pero no tan alto como el que terminó definiendo Mr. Lee -admite Rosario Langdon, líder de este equipo-. Por el momento, permanece en bodega, ya que queremos darle un año más en estiba. Cuando salga a la venta acordaremos cuál será la cuota que le daremos. Pero lo que hemos decidido es que una parte quedará en el país”.