El pequeño error al tapar el yogur que todos cometemos y es un riesgo

Millones de personas mantienen un hábito cotidiano y aparentemente inofensivo que podría afectar su salud. Al abrir un yogur y no consumirlo completamente, es común que muchos intenten “tapar” el envase doblando la tapa de aluminio sobre la abertura. Sin embargo, expertos advierten que este gesto puede ser un verdadero foco de problemas, y es que dejar la tapa de aluminio sobre los productos propicia la proliferación de microorganismos.

Aparte del yogur, esta costumbre de “tapar a medias” se extiende a otros productos con tapas de aluminio, como el queso o la mantequilla. Esto genera un nido perfecto para bacterias y hongos. La humedad y las temperaturas de la heladera se combinan con el aluminio para hacer crecer microorganismos que contaminan el producto mucho más rápido.

Este hábito tan extendido puede hacernos vulnerables a infecciones alimentarias, ya que estos microorganismos pueden ser muy dañinos para el organismo.

¿Y entonces cómo tapo un yogur correctamente?

Para evitar que se contamine el yogur (o cualquier otro producto envasado con tapa de aluminio), los especialistas recomiendan una solución sencilla: quitar completamente el aluminio una vez abierto y conservar el envase únicamente con una tapa de plástico. Este pequeño cambio puede reducir drásticamente la exposición a bacterias y mantener el producto en óptimas condiciones.

Así que, la próxima vez que te quede un poco de yogur, olvídate de taparlo “a medias”. Mantén tu refrigerador y tu organismo libres de riesgos innecesarios.