Consejos para convertir tu jardín en un santuario de mariposas
Transformar tu jardín en un refugio acogedor para las mariposas es posible siguiendo estratégicamente estos consejos y creando para ellas un santuario libre y acogedor. Seguí estos pasos.
La jardinería se aprecia aún más cuando tu espacio verde se llena de mariposas revoloteando en medio de tus plantas. La presencia de estos insectos es sumamente estética.
Con más de 20 mil especies de mariposas en el mundo, es probable que las encuentres en cualquier lugar y muy a menudo. Ya sea que dispongas de un amplio patio o un balcón diminuto, la clave está en crearles un ambiente acogedor, ofreciéndoles alimento, agua y un espacio para disfrutar.
Consejos prácticos para atraer mariposas a tu espacio verde
La receta para atraer mariposas se basa en cultivar flores en tu espacio. Estas no solo actúan como fuente de alimento para estos insectos, sino que también proporcionan el entorno ideal para el crecimiento de sus orugas. Desde las coloridas petunias hasta los radiantes girasoles, las mariposas tienen preferencias claras. También podés poner piedras en tu espacio para que las mariposas puedan descansar y absorber los cálidos rayos del sol, ya que este ritual les ayuda a regular su temperatura corporal.
La paleta de colores que encanta a las mariposas
Aunque el azul sea su color favorito, si buscás atraer una variedad de mariposas, las flores en tonos rojos, naranjas, amarillos y rosados son la clave. Plantar estas flores al sol no solo garantiza su desarrollo, sino que también permite que las mariposas regulen su temperatura mientras se alimentan de néctar.
Eliminá los insecticidas y da la bienvenida a las mariposas
Evitar el uso de insecticidas es muy importante, ya que no solo afectan a las plagas, sino que también ponen en peligro a las mariposas. Las plantas huésped, como el perejil y el eneldo, son esenciales para el desarrollo de las orugas, convirtiendo tu jardín en un refugio acogedor para las mariposas.
Libertad para las mariposas
Contrario a la creencia común, las mariposas prefieren la libertad y encuentran refugio entre piedras y arbustos en lugar de confinar en mariposarios. Además, su necesidad de agua se satisface mejor con platos poco profundos llenos de agua y arena húmeda, ubicados estratégicamente al ras del suelo entre arbustos y plantas.
Estos pequeños gestos pueden marcar la diferencia en la creación de un santuario acogedor para estos hermosos insectos.