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Por qué no hay que meterse al mar luego de ponerse protector solar en la playa

Es común visitar una playa y colocarse bloqueador para protegerse del sol. Sin embargo, esta práctica produce alteraciones que preocupan a los científicos expertos en biodiversidad. ¿Hay otras alternativas?

MDZ Trip martes, 13 de septiembre de 2022 · 00:15 hs
Por qué no hay que meterse al mar luego de ponerse protector solar en la playa
Científicos advierten por los efectos que tiene el bloqueador solar en los ecosistemas acuáticos. Foto: Viviendoencasa.com

Claro que una de las primeras cosas que uno guarda en su equipaje cuando va de vacaciones a la playa es el protector solar. Y está muy bien que así sea, pues los filtros solares son indispensables para cuidar la piel cuando estamos expuestos al sol. Sin embargo, esta práctica que es muy común en todas las costas del mundo produce una alteración que preocupa a los científicos.

Según afirma la organización medioambiental Green Cross, cada año, 25.000 toneladas de crema solar llegan a los océanos. Las cremas solares incluyen compuestos basados en filtros solares o filtros ultravioleta para bloquear los rayos perjudiciales del sol. Estos mismos compuestos químicos también son utilizados en muchos de los materiales que usamos como materia prima, como los plásticos, para evitar su degradación ante la radiación solar.

Los arrecifes de corales son los más afectados por las sustancias que contienen los bloqueadores solares.

La acumulación de algunas de estas sustancias en los ecosistemas marinos y de agua dulce, como la oxibenzona y el octilmetoxicinamato, causa alteraciones en el medio y puede llegar a ocasionar trastornos hormonales y reproductivos en las especies que habitan en él. Las barreras de coral son las que se han visto especialmente afectadas, casi el 80 por ciento de los corales del Caribe han desaparecido en los últimos 50 años.

Por ello, algunos lugares de playa paradisíacos y protectores de la biodiversidad, como Hawaii o Palaos, optaron por prohibir el uso de algunos de los filtros UV más agresivos para proteger sus arrecifes de coral. 

Hay estudios que han demostrado que se han encontrado filtros ultravioleta en varios niveles de la cadena alimenticia. Es decir, que estas sustancias podrían estar en los alimentos que comemos a diario los seres humanos y llegar incluso al torrente sanguíneo.

La experta en ecotoxicología, Araceli Rodríguez Romero, explicó a nationalgeographic.es: “Aunque se han desarrollado métodos analíticos para su cuantificación en diferentes matrices ambientales, existe una falta de información sobre estos compuestos en cuanto a su destino y comportamiento en el medio marino y, en concreto, sobre su bioacumulación y toxicidad en especies acuáticas”.

Los filtros solares aún pertenecen al grupo de los contaminantes emergentes, es decir aquellos que aún no tiene una legislación vigente. Entre estos contaminantes se encuentran productos que consumimos en nuestro día a día como detergentes, cosméticos y productos de higiene, medicamentos y hormonas. Todos estos llegan al ecosistema costero a través de las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Una solución biodegradable

El uso de protectores solares para proteger nuestra piel es necesario. Teniendo en cuenta esto, los científicos llaman a que la industria se esmere en buscar alternativas biodegradables que usen componentes que sean amigables con el medio ambiente y no generen impacto.

Además, está en manos de los consumidores exigir políticas públicas que regulen la elaboración de estos productos y también apoyar a aquellos proyectos que cuentan con opciones pensadas para proteger la salud de las personas pero sin dañar los ecosistemas.

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