El pintoresco pueblo fuera del circuito turístico perfecto para visitar un fin de semana
A 125 km de CABA se encuentra un histórico pueblo que fue construido en la orilla de las vías del Ferrocarril Belgrano.
Existen pueblos en Argentina que son perfectos para aquellos viajeros que buscan alternativas para visitar. Son lugares que conservan sus tradiciones y fachadas y que escapan del típico destino turístico que todos conocen.
A 125 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra Santa Coloma una pequeña localidad del partido de Baradero ideal para visitar un fin de semana. Este hermoso pueblo nació a la vera del Ferrocarril Belgrano y aún conserva la tranquilidad del pago y sus calles arboladas que lo convierten en un sitio perfecto para disfrutar.
Fue fundado en 1912 sobre las vías del ferrocarril Belgrano, por ello se denominó “parada Km 128", y a su alrededor fue desarrollándose el pueblo. Dicha estación se encontraba en los campos de Don Carlos Santa Coloma, por ello, el nombre de la estación y del pueblo desde 1930.
Un recorrido por Santa Coloma
En Santa Coloma uno podrá encontrarse edificios tradicionales significativos como almacenes de ramos generales, los cuales se construían en una esquina, aprovechando de ese modo el frente a dos calles. Se caracterizaban por estar construido con paredes de ladrillo cocido, asentados en barro amasado y pisado por caballos. Allí uno podía encontrar diversos alimentos de distintos orígenes de elaboración.
Viviendas particulares como “La Adelaida 1929”, o una de las construcciones más antiguas, donde funciono hacia 1927 la Escuela N°22, hoy vivienda particular. El club, la capilla Santa Coloma, un conjunto arquitectónico como la estación del ferrocarril hoy biblioteca y Centro Cultural, también son testigos de los orígenes de este pueblo.
En Santa Coloma se ha buscado poner en valor parte de su patrimonio inmaterial a través del rescate de recetas tradicionales criollas. Dentro de las propuestas turísticas se destacan la Fiesta del Mondongo y la Torta Frita que se celebra el primero de mayo de cada año. Se trata de una gran fiesta popular organizada por toda la comunidad, donde los habitantes comparten sus especialidades gastronómicas en el marco de recitales y ferias de artesanías locales.