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Harina blanca vs. integral: mitos, diferencias y cuál conviene más

La harina blanca y la integral tienen dos procesos distintos en su elaboración y ninguna de las dos está vinculada a bajar de peso, pero sí la integral tiene más nutrientes.

MDZ Gastronomía
MDZ Gastronomía jueves, 19 de agosto de 2021 · 19:22 hs
Harina blanca vs. integral: mitos, diferencias y cuál conviene más
harina Harina blanca y harina integral. Foto: India Gate (indiagateflours.com)

La harina es un ingrediente con muchas particularidades, incluso puede ser perjudicial para los celíacos y los diabéticos. Se trata de un polvo fino que se obtiene del cereal molido, entre otros alimentos ricos en almidón, y aunque la más habitual es la de trigo también se hace de centena, cebada, avena, maíz, arroz.

En la actualidad se muele con maquinaria eléctrica y se venden pequeños molinos para realizar esta actividad. En este proceso hay varios pasos, como por ejemplo separar el salvado lo cual hace a la harina de trigo más digerible, pero con menos contenido en fibra y también se separa la aleurona y el embrión, por lo que se pierden proteínas y lípidos.
 

La harina de trigo es más digerible, pero tiene menos fibra. Fuente: The Spruce Eats

 

Diferencia entre harina blanca y harina integral

Para obtener la harina de trigo integral no se separa el pericarpio, el germen ni el endospermo y conserva la cubierta exterior del grano de trigo (salvado), lo que hace que sea rica en fibra, ácidos grasos esenciales, minerales, vitaminas del complejo B y hierro. Por su lado, la harina blanca se obtiene al moler el endospermo, lo que le aporta almidón y proteínas.

El salvado de la harina integral reduce el desarrollo del gluten en el organismo y si bien la harina blanca tiene menos nutrientes, estos se puede aportar con el resto de los ingredientes que se le añaden, es decir, cuando se cocinan pastas, pan, budines, galletitas, entre otras cosas.

Es muy importante destacar que consumir una u otra no tiene nada que ver con “no engordar”, sino con estar más saludables y en la calidad de alimentación. El aumento de peso está vinculado, entre otras cosas, por consumir más energía de la que se necesita, motivo por el que se pueden generar kilos de más comiendo sano.

La harina integral ayuda a regular la diabetes, el síndrome metabólico y el riesgo cardiovascular por ser más digestiva y porque la fibra disminuye la absorción de lípidos a nivel intestinal, al mismo tiempo que aumenta la motilidad. Se debe consultar a un nutricionista para conocer los valores de los nutrientes y ver cuál es más apto para cada cuerpo y qué necesita.

¿Conocías estas diferencias?

 

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