Opinión

Si sabes de vinos, no sos un groso

La construcción de un saber da cierto poder, sobre todo cuando se trata de cuestiones bien subjetivas. Muchas veces, la importancia del vino no radica ahí.

Federico Lancia
Federico Lancia sábado, 13 de noviembre de 2021 · 07:10 hs
Si sabes de vinos, no sos un groso
Saber de vinos: un deseo para algunos, un acting para otros.

Al fin de cuentas, ¿qué significa saber de vinos? Qué pregunta difícil de responder, por lo menos para mí.

Veamos un poco la base de la cuestión. Cuando una persona sabe o conoce de cualquier tema que otra persona ignora o desconoce, eso la coloca en cierto pedestal, en otro lugar, en cierto sitio de poder. Pasa en todos los ámbitos de la vida y en el vino no es la excepción. En la medicina, en las leyes, en la sociología y demás. 

Ahora, cuando hablamos de vinos, ¿lo hacemos realmente desde el lugar del estudio y la opinión formada y basada en una experiencia interesante, o quienes parlotean sobre el vino se suman a una tendencia snobista? Aquí está la cuestión, en donde saber de vino es diferente, marca una distinción. 

La Argentina y sus vinos tienen una tradición y una cultura que no podemos obviar, pero evidentemente en los últimos treinta años el país ha desarrollado toda su explosión de calidad y expertise en materia enológica. 

Por eso el saber de vinos aquí es relativo, porque aún los que conocemos, investigamos y nos informamos; somos parte del comienzo de una historia. Un camino que debe continuar y que si nos subimos a un pedestal no hacemos otra cosa que frenarlo o dejar a un montón de gente afuera. 

El conocimiento se comparte

Entonces, ¿para qué sirve saber de vinos? Fundamentalmente para compartirlo con otros y que nuestra historia vitivinícola siga creciendo. Saber de algo y hacerse el "groso", sin compartirlo ni que tenga un fin productivo, no tiene nada de heroico o de loable

Puede servirnos para alimentar nuestros pequeños egos momentáneos, pero no tendrá ninguna trascendencia en la conformación de un saber digno de una cultura.

Además, puedo afirmar que pocas personas en el país “entienden y comprenden” el vino mundial. Y su saber está básicamente cimentado en el tiempo

La gracia de saber de vinos

Como cualquier otro saber en la vida, el conocimiento de vinos si no se busca con verdadero interés, pasión y sobre todo en clave de generosidad, no tendrá ningún sentido. Estamos hablando de algo que nos da placer, que nos despierta los sentidos y por sobre todas las cosas, que forma parte de nuestra cultura. 

Casi diría que es un modo de vida, donde se transita un camino inagotable en el que vas descubriendo muchas historias y emociones que conforman un conglomerado mágico. 

¿Te digo cuál es el meollo de la cuestión y la actitud a tomar? Saber que no sabemos nada. Que todo está por venir, que todo se puede cuestionar y que sobre gustos no hay nada escrito. Ni nadie lo escribirá. Y si alguien lo hace, se equivoca. 

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