Cómo la cebolla combate las arrugas y mantiene la piel firme

La cebolla guarda secretos increíbles para el cuidado de la piel. Su consumo regular y algunos métodos de uso externo ayudan a combatir las arrugas y mantienen la piel firme. Aunque su sabor y aroma intenso generan opiniones divididas, sus nutrientes son amigables con la belleza natural. 

Con propiedades antioxidantes, vitaminas y minerales, esta verdura retrasa los signos de envejecimiento y sana la piel desde adentro. A partir de los 25 años, la producción de colágeno empieza a reducirse, proceso que se vuelve más acelerado después de los 40. 

Es por ello que la cebolla, que contiene quercetina, un antioxidante que combate los radicales libres, responsable del deterioro celular,  reduce el impacto de estos y ayuda a conservar la estructura de la piel y evita el desarrollo prematuro de líneas de expresión.

Además de la quercetina, la cebolla posee altos niveles de vitamina C, nutriente esencial para la síntesis de colágeno. Puedes comerla cruda en ensaladas o jugos, lo que permite que el cuerpo obtenga esta vitamina de manera natural. Con el tiempo, esto contribuye a una piel más suave y luminosa, combatiendo las arrugas y favoreciendo una textura uniforme.

Otra ventaja de la cebolla radica en su contenido de azufre. Este mineral es fundamental en la creación de colágeno y queratina, componentes clave de la piel y el cabello. El azufre no solo mejora la elasticidad de la piel, sino que también promueve la regeneración celular, ayuda a reparar los daños ocasionados por la exposición al sol y a la contaminación. Este proceso de renovación es vital para mantener una piel joven, ya que reemplaza las células dañadas por otras nuevas, aportando un aspecto fresco y sano.

Además de su consumo, aplicar jugo de cebolla en la piel trae beneficios directos. Este método permite que los antioxidantes y minerales actúen directamente sobre las capas externas, promoviendo la firmeza y suavidad. Preparar una mascarilla casera de jugo de cebolla y aloe vera, por ejemplo, ayuda a hidratar y regenerar la piel. Para hacerlo, solo necesitas extraer el jugo de una cebolla, mezclarlo con gel de aloe vera y aplicarlo sobre el rostro. Déjalo actuar por unos 10 minutos antes de enjuagar con agua tibia. Esta sencilla rutina ayuda a mejorar la textura de la piel y a reducir la aparición de líneas de expresión.