Un postre de chocolate fácil, liviano y sin harinas

Para los amantes del chocolate este postre sin harinas es perfecto. Combina la cremosidad del chocolate con el sabor natural de las frutas. La base de esta receta es la banana. Su dulzura natural elimina la necesidad de añadir azúcar, haciendo que sea más ligero. 

Para prepararlo, utiliza tres bananas maduras, peladas y cortadas en rodajas. Para una mejor consistencia, se recomienda utilizar chocolate con un alto porcentaje de cacao, lo cual realzará el sabor y aportará propiedades antioxidantes. Solo necesitas  250 gramos de chocolate. Derrítelo previamente al baño maría o en el microondas, cuidando que no se queme. Una vez listo, permite que se enfríe un poco antes de mezclarlo con la banana.

La gelatina sin sabor le dará una textura firme que facilita el corte y la presentación de este postre. Para utilizarla, disuelve cinco gramos en un poco de agua fría y, una vez hidratada, caliéntala brevemente hasta que se disuelva completamente. Esto ayudará a que se integre de manera uniforme en la mezcla de chocolate y banana, sin alterar el sabor final.

La preparación es sencilla: coloca las bananas en una procesadora junto con el chocolate derretido y la gelatina disuelta. Procesa hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa, asegurándote de que todos los ingredientes se integren bien. Esta mezcla se convertirá en la base del postre, logrando una textura suave y un sabor equilibrado. Si prefieres un toque extra de dulzura, puedes añadir una pequeña cantidad de edulcorante natural, aunque las bananas suelen aportar la cantidad justa de dulzor.

Para la presentación, selecciona una bandeja o molde rectangular y cúbrelo con papel manteca. Coloca fresas y arándanos en la base. Luego, vierte la mezcla de chocolate y banana sobre las frutas, asegurándote de que quede bien distribuida y lisa en la superficie. Una vez listo, lleva el molde al refrigerador por al menos dos horas, o hasta que el postre haya adquirido una consistencia firme.