Por qué el esposo de Christina Ricci la quiso asesinar

Es obligatorio disociar un buen momento profesional con un buen momento personal, puesto que en Hollywood, no todo lo que es oro brilla y que un artista esté transitando un éxito, puertas adentro puede vivir un infierno. Eso le pasó a Christina Richie, porque cuando estaba viviendo un buen momento profesional, su esposo había querido asesinarla.

Bien atrás quedó el trabajo que Ricci realizó en su interpretación de Merlina en la película de Los Locos Addams de 1991, pero aún así es inolvidable, así como papel en Casper. Tras esos inicios consiguió consolidarse en el medio y hoy, a sus 43 años, sigue en el ruedo.

Esa vigencia, bien ganada a puro talento y esfuerzo, corría en paralelo con una situación doméstica de lo más turbia y que, en un momento, pudo costarle la vida. Algo que jamás se imaginó cuando, en octubre 2013, se casó con su colega James Heerdegen, a quien conoció durante el rodaje de la serie Pan Am.

Luego de dos años de noviazgo, transitando el primero en secreto, y dos más de casados, llegó su primer hijo, Freddie. Su nacimiento fue una verdadera revelación personal para Christina, quien dijo que “el matrimonio te muestra tus defectos en la forma en que manejas las cosas, y tener un hijo te obliga a crecer a la velocidad de la luz”.

Esa percepción que Ricci hizo de su nueva vida la obligó a producir cambios radicales. “Soy una persona completamente diferente de lo que era antes de tener a mi hijo”, sentenció. Pero su relación con Heerdegen fue lo que más afectó su vida.

Tras presentar una demanda de divorcio en 2020, destapó todos los horrores que vivió con James, a pesar de que siempre se mostraron como una buena pareja y que se llevaban fenomenal. Esa demanda llegó acompañada de una orden de restricción para que el actor no pueda acercarse a ella y a su hijo a menos de 200 metros debido a la violencia física y verbal ininterrumpida que este ejerció sobre Christina desde su embarazo en 2013, y que un día llegó demasiado lejos.

Según le contó al medio TMZ, la familia fue de vacaciones a Nueva Zelanda y Heerdegen la agredió y hostigó durante 24 horas a la vista de su hijo. Pero todo se agravó cuando este ideó un plan de asesinar a Ricci y descuartizarla para ocultar sus restos. “Aquella noche escondí todos los cuchillos que había en el sitio donde nos estábamos alojando. Temía realmente por mí y por mi hijo. Dormí en una habitación aparte con él, y cerré la puerta con pestillo”, sentenció.

Al volver, presentó la denuncia y usó como evidencia las marcas que le dejó la violencia ejercida sobre ella sistemáticamente durante años, y que le sirven para seguir renovando la orden de restricción.

Hoy, Christina está casada con el músico Mark Hampson, tiene una hija de dos años llamada Cleopatra y volvió al mundo de Merlina en la nueva serie de Netflix. En este nuevo contexto es que se atrevió a contar el infierno que le tocó vivir para que más mujeres tomen el ejemplo de denunciar a sus parejas violentas y no esperar por un cambio que nunca va a llegar.