Presupuesto 2026: sin definiciones en el discurso de Javier Milei, no se despejan las dudas del mercado
El dólar y el apetito de los inversores por los activos argentinos están hoy en el centro de la escena tras la presentación del proyecto de Presupuesto 2026.

El presidente Javier Milei planteó el equilibrio fiscal como eje articulador de toda la política económica, pero faltan precisiones sobre la pauta de ingresos y egresos de la administración para 2026.
ArchivoEn un discurso que sorprendió por lo moderado del tono del presidente Javier Milei, los principales actores económicos y financieros se quedaron con ganas de conocer más sobre las metas económicas que prevé el Gobierno, en un proyecto de Presupuesto 2026, que se supone, más ordenado porque "lo peor ya pasó", según dijo el presidente.
Los mercados financieros vienen bastante calientes en las últimas semanas, empujados por un dólar que ya está en el techo de la banda de flotación dispuesta por el Banco Central en abril pasado, al levantar parcialmente el cepo para individuos, y con fuerte caída del precio de los bonos soberanos, lo que gatilló una trepada del riesgo país hasta 1148 puntos.
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Mercados expectantes
El mercado esperaba definiciones del Presidente y la única certeza que logró dar es que se ratifica el rumbo general de la economía, con la defensa del equilibrio fiscal como matriz innegociable, lo cual sin dudas es un buen punto de partida, pero que no logra despejar dos de las principales dudas de las últimas semanas.
Por un lado, cómo lograr una baja adicional de la inflación, que busca pueda colocarla en niveles del 10% anual por primera vez en 20 años -el proyecto dice 10,1% para 2026- como meta del Gobierno para el año próximo, pero que no fue explicitado por el primer mandatario en su mensaje grabado de este lunes a la noche. Por otro lado, lograr que en paralelo reaccione la actividad económica que, en los últimos meses, más concretamente desde mayo viene cayendo mes a mes.
Dólar con dudas
Frente a eso, y en un contexto en el que el tipo de cambio oficial ya se ubica en $1.475, el mercado lo que busca dilucidar, y eso se verá ya en la apertura de operaciones este martes, es si el Banco Central y el Tesoro tienen los dólares como para defender la banda cambiaria en su tramo superior.
El proyecto, paradójicamente habla de un dólar a $1.423 para 2026 y $1.470 para 2027. Habría que explicarles a los inversores, forjados en décadas de crisis argentinas, cómo hará el Gobierno para lograr esta meta por demás ambiciosa.
También debería señalar cómo va a hacer para conseguir los dólares necesarios para afrontar los vencimientos de deuda en lo que resta del año. Especial importancia adquiere el vencimiento de casi US$4500 millones de enero 2026, casi a la vuelta de la esquina.
Tradicionalmente, el proyecto de Presupuesto contiene estimaciones sobre crecimiento económico, inflación, recaudación, balanza comercial y, por tanto, ingreso de divisas vía exportaciones o por el contrario salida de dólares, y un problema adicional para el Gobierno, y nivel del tipo de cambio a fines del año próximo.
En esta ocasión no hubo tales definiciones por parte del presidente Milei ni establecimiento de metas, y solo trascendieron algunos números post cadena nacional, por lo que esa discusión quedará para cuando llegue el proyecto al Congreso y se discuta en las comisiones.
Entre la ambición y el temor
El problema, en todo caso es que los mercados abrirán este martes, post discurso de Javier Milei, sin precisiones que permitan despejar dudas en los mercados financieros.
Las definiciones que sí tuvo el mensaje tienen que ver con metas de crecimiento del gasto en capital humano, que incluye un 5% de incremento en las jubilaciones en términos reales, es decir, descontado el efecto inflacionario. A esto hay que agregar un 8% en educación, 5% en el presupuesto para discapacidad y 17% en salud. También deslizó que habría recursos para infraestructura y obras públicas.
Lo que no quedó muy claro es de dónde saldrán esos recursos, o qué se recortará para mantener el venerado superávit fiscal. Justamente, ahí parece estar la llave para abrir el cofre de la felicidad del Gobierno, las determinantes elecciones legislativas del 26 de octubre, donde el Ejecutivo espera captar el favor de los votantes molestos por la situación económica, a quienes pareció estar dirigido el mensaje presidencial, más que a los mercados.