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Antonio Aracre: "Estamos viviendo algo diferente en términos económicos"

El economista Antonio Aracre observa un piso de consistencia fiscal único en décadas. Plantea que las soluciones deben centrarse en mejorar la competitividad general y ampliar el empleo registrado, sin recurrir a devaluaciones como respuesta automática.

Antonio Aracre en MDZ.

Antonio Aracre en MDZ.

Antonio Aracre no oculta su optimismo. Reconoce ante MDZ que hay dificultades y que el camino económico para salir de la crisis actual recién empieza. Pero está convencido que el norte es el adecuado y que, fundamentalmente, está sorprendido que sea el Presidente el que avance en las grandes reformas fiscales y financieras que necesita el país.

Según Aracre, esto lo diferencia de otras experiencias como la de Carlos Menem. Y, desde ya, del primer Néstor Kirchner. En una entrevista con este medio, reflexiona además de lo que implica trabajar como CEO para una compañía de capitales chinos.

- ¿Sos parte del Círculo Rojo?

No creo ser ya del Círculo rojo. Si cuando era CEO de Syngenta, la gran multinacional para América Latina. Ahí esa Aura. Pero no, ya no.

- ¿Te consideran un optimista?

Si. Me considero un optimista. Lo que pasa es que tantos años de experiencia, primero en grandes empresas y segundo en la vivencia de algo haber visto en la vida política, económica y social de la Argentina me permiten como inferir de que estamos viviendo algo diferente. Que hay algo más ahí. Y bueno, me la juego por por tratar de que salga bien.

¿Pero qué es lo que ahora estas viendo que antes no veías?

Te diría en los últimos 30 o 40 años tuvimos muy poco tiempo con una disciplina fiscal tan férrea como la que tenemos hoy. Y cuando la tuvimos, fue circunstancias muy diferentes a las actuales, porque los primeros dos o tres años de Carlos Menem cuentan, pero estaba Cavallo atrás de esa disciplina férrea y cuando Menem empezó a ver la necesidad política de cambiar el rumbo, torció el brazo. Y así fue como se fue deteriorando la convertibilidad.

También hubo disciplina en los primeros años de Néstor Kirchner, pero subidos a una soja de $600 a nivel internacional y con un default encima decretado con aplausos en el Congreso. Creo que no son experiencias comparables con la actualidad. Es verdad que es doloroso para para mucha gente que no la está pasando muy bien, tampoco creo que la pasaran bien o mejor antes. Lo que sucede también es que la nómina inflacionaria es como una anestesia que te tapa muchas cosas, y que por ahí no te deja ver o no te deja sentir como un buen anestésico.

- El hecho de que ahora sea el presidente el que dicta esa política y está convencido de la disciplina fiscal, ¿es una diferencia, es un valor agregado?

Totalmente. Javier Milei es más fiscalista que el propio Luis Caputo. Y te diría que no hay guardián del superávit más importante que el propio Presidente. Esto no pasaba en ninguna experiencia anterior. Y hay un convencimiento desde un presidente economista muy seguro de lo que hace y cómo lo hace, de cuáles son las consecuencias de alejarse de ese patrón, cosa que no pasaba en la época de Menem y tampoco en la época de Kirchner, que era un señor pragmático pero no académico de la economía.

Entonces, el hecho que el Presidente sea la persona que está convencida de la disciplina fiscal marca la diferencia con respecto al anterior. Una total diferencia, porque lo que está pasando ahora con este proyecto de ley que tuvo media sanción en Diputados, que tiene un costo que algunos dicen es 1,2% del PBI, otros dicen el 1,7% del PBI, que prácticamente destruye todo el superávit financiero habilitado para pagar los intereses de la deuda. No es la figura del ministro de Economía el que tiene que poner la carita para vetar eso, sino que es el el propio presidente de la República. Entonces vos tenés que tener un convencimiento y una seguridad más grande, muy grande de lo que estás haciendo y por qué lo estás haciendo.

- ¿Esto lo ve el potencial inversor? ¿Afuera, adentro esto se ve?

¿Los inversores del exterior que quieren entrar en papeles de la deuda, en acciones, en títulos, tienen un solo temor que es Será que en octubre recibirá suficiente apoyo como para sostener su programa económico con más respaldo y presencia en el Congreso. Este es un signo de interrogación. Después, cuando vas a las inversiones más físicas, más de negocio y bueno, vos tenés todo lo que tiene que ver con el gas, los hidrocarburos, la minería, el litio, el agro no necesitan ni siquiera mucho convencimiento. Argentina es una tierra de oportunidades para todos esos sectores y después tenés muchos otros que quieren invertir en otros sectores que todavía tienen un signo de interrogación, de en qué momento van a mostrar un grado de recuperación en el consumo, sobre todo en el consumo masivo de algunas cuestiones.

- Hay muchos cuestionamientos sobre la economía real. Por ejemplo en cuanto al consumo.

Yo creo que en ese sentido hay como una expectativa muy soñadora de que volvamos a tener estadísticas del 2023 que probablemente no se den porque era un año donde existía lo que yo llamo disforia del peso. Vos tenías un peso en el bolsillo y salías corriendo a gastarlo en el consumo. Era una botella de aceite o una lata de atún. No importaba. La cosa es no tener ese peso en el bolsillo que te quemaba y que sabías que al día siguiente o a la semana siguiente no te servía para nada. Eso ya no existe. Hay un cambio de hábito que se refleja en un consumo más racional y más moderado.

- Otra vez el optimismo.

A veces cuando yo escucho mucha gente de la oposición que critica, digo: "Pero escuchame, 30 años hace que vivimos con cepo, que las empresas no pueden girar dividendos, que vos como persona física no podías ir a una ventanilla del banco a comprar dólares y tenías que ir a una cueva o un arbolito, con el miedo que en el camino te asaltaran". Argentina no ha sido un país normal. Normalizamos un año y medio después, el hecho de poder meterte en el banking y comprar $200 o $500 de esto de que sacando los dividendos pasados hoy las empresas puedan hacer transacciones, exportar, importar a un tipo de cambio único y libre que flota libremente.

- ¿Con un dólar atrasado?

El dólar flota.

Supongamos que aún formás parte del Círculo Rojo, ¿tenemos hoy un tipo de cambio de equilibrio?

Es un buen tipo de cambio, es un tipo de cambio, de equilibrio. Es un tipo de cambio donde vos podés tener importaciones y exportaciones razonables, que te permitan cierto superávit comercial, que es exactamente lo que viene pasando en los últimos 15 meses, con más énfasis, con menos énfasis, pero se da.

- ¿Es un tipo de cambio conveniente para la industria?

No, tal vez no. Para algunos, no. Pero tal vez se han llenado de ineficiencias en los últimos 20 años que siempre terminaban disimulando con devaluaciones que nos bajaban el sueldo a todos los argentinos. Lo que debemos discutir es la competitividad. Hoy toda eventual corrida cambiaria está esterilizada. Dentro de la competitividad tenemos que hablar de cómo ingresar más gente al mercado laboral en un momento de expansión de la economía. Hablo del que trabaja en alguna empresa industrial, el que trabaja en la construcción, etcétera. Entonces, y habrá que ver cómo, eh, esos sectores comercio, construcción, algunas industrias, eh, pueden entrar dentro de lo que es este modelo, este esquema. Hablo de empleo en blanco, de ocho horas; para obreros, albañiles, empleados de comercio, etcétera.

¿Bajó la pobreza?

Es algo que ni la oposición se anima ya a rebatir. La forma que ha bajado la pobreza y la indigencia desde diciembre del 2023. Los de ahora son números realmente muy, muy fuertes y muy poderosos. Hay algo que tenemos que admitir la estabilidad o la baja de la inflación no solo permite la evolución del crédito y el movimiento de la economía a través del crédito, sino que también derrumba la pobreza y la indigencia. Y esto no es un tema menor.

- ¿Fuiste funcionario o asesor de un presidente durante dos meses. Volverías a serlo?

No, no, no volvería. Creo que no.

- ¿Con este Gobierno tampoco?

No, no es un tema del del Gobierno en sí. Creo que mi experiencia me demostró que yo no tengo las habilidades para gestionar. Creo que la política no persigue la mejora, sino que tiene drivers propios que vos no entendés. Entonces vos vas para un determinado lado pensando que es el lado que irías si estuvieras en el mundo privado. Y resulta que en el mundo público es para el otro lado y a mí me cuesta mucho digerir eso, me cuesta la disciplina partidaria, me cuesta callarme la boca. N la paso bien. Tengo mi actividad privada, hablo cuando me invitan y digo lo que pienso con libertad me siento mucho más cómodo.

- ¿Es difícil trabajar para los chinos?

Mi figura no era muy apreciada. Y se entiende. Yo lo puedo entender. Ellos no valoran mucho el recurso humano, digamos.

¿Cómo analizás la guerra comercial entre Estados Unidos y China? ¿Tenemos que elegir un bando?

Creo que el Gobierno ha sido inteligente. Acercarse a EEUU, pero sin romper con China porque no ha roto relaciones. En el medio hubo grandes logros como el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y las declaraciones del jefe de la Tesorería de Estados Unidos cuando estuvo aquí en Buenos Aires. En ese momento el visitante dijo que Estados Unidos estaría dispuesto a auxiliar a El Tesoro a la Argentina en caso de necesidad.

¿Qué consejo le haría a Javier Milei?

Cómo le voy a dar un consejo a este hombre que ganó con el 57% de los votos.

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La entrevista completa con Antonio Aracre