Dólar genuino: qué productos del agro podrían engrosar las arcas del Banco Central

El desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) fue una de las noticias de la semana y trajo algo de alivio para el Gobierno de Javier Milei. Sin embargo, los dólares que llegaron el martes no son suficientes para generar una tranquilidad sostenible en el tiempo. Tal es así, que el propio presidente tuvo que salir en los medios a presionar a productores y exportadores para apurar la liquidación de las cosechas.

En un contexto en el cuál se necesita fervientemente el ingreso de divisas genuinas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó un incremento del 15% en las exportaciones de trigo y cebada. Según esta entidad, la tendencia fue impulsada por la implementación de tecnología durante la siembra y las condiciones climáticas favorables.

A partir de esta estimación se espera que la venta al exterior de dos cultivos genere ingresos por US$4.225 millones. Todo esto gracias a que el rendimiento en la producción de ambos supera en un 8% al ciclo anterior y se posiciona cerca de niveles récord para la campaña de granos finos 2025/2026.

Dentro de las expectativas y optimismo, el trigo será el producto que destaque. Se registró un un crecimiento del área sembrada del 6,3% con una extensión se podría llegar a las 6,7 millones de hectáreas. Se proyecta que en la cosecha el resultado va a ser cercano a los 20,5 millones de toneladas; un incremento del 10,2% en comparación con el ciclo anterior.

Si bien los números de la cebada no son tan importantes, es válido resaltar que mantendrá cubierta una  superficie en 1,3 millones de hectáreas. De esta manera, se espera que la producción alcance las 5,1 millones de toneladas; esto implica un suba del 2% por encima del año anterior.

Las cifras, en torno al suelo abarcado, permiten hablar de niveles históricos, ya que es la mayor cantidad de superficie sembrada con esos granos en la Argentina. Esto tendrá un impacto muy importante en la economía nacional. 

Este aumento en la superficie sembrada es significativo, pues representa el nivel más alto en la historia de la siembra de estos cultivos en Argentina, lo que impactará directamente en la economía nacional. Un factor determinante fueron las lluvias recientes que permitieron un mejor perfil de humedad en las zonas más relevantes; esto supone un mejor desempeño de la tierra para la campaña que está iniciando.

Valor agregado

La facturación total que se proyecta -tomando volúmenes y precios internacionales- tendrá un crecimiento del 13% según el informe de la Bolsa de Cereales. El ingreso de divisas será cercano a los US$6,200 millones, una cifra más que interesante para el Gobierno nacional que necesita este dinero para continuar con su plan.

El valor agregado es un dato relevante a tener en cuenta, ya que implica la ganancia que queda en Argentina una vez que se le descuentan los costos de la producción. El monto al que se llega luego de esta ecuación es US$4.723 millones, un 31% de incremento interanual.

A partir de este último dato se puede medir el impacto económico del sector agropecuario en el Producto Bruto Interno (PBI). La suba que se espera sobre estos dos complejos aparece como una de las principales generadoras de crecimiento para el 2026. En ese sentido, se piensa que el rubro será el principal motor de recuperación.