¿Qué tipos de empresas cotizan en bolsa?
El mercado de valores brinda a diferentes tipos de empresas la oportunidad de captar capital y ofrecen a los inversionistas la posibilidad de adquirir una parte de un negocio.
El mercado de valores brinda a diferentes tipos de empresas la oportunidad de captar capital y ofrecen a los inversionistas la posibilidad de adquirir una parte de un negocio. Algunas de las empresas que cotizan en la bolsa son las multinacionales y small caps, siempre que cumplan con ciertos requisitos.
Las small caps, empresas con una capitalización de mercado relativamente baja, presentan una oportunidad atractiva para aquellos inversores que buscan alternativas más allá de las opciones tradicionales. Sin embargo, presentan un mayor riesgo en comparación a otras empresas, por lo que es importante comprender los diferentes tipos que cotizan en bolsa antes de adentrarse en este mercado.
Empresas de gran capitalización (Large Caps)
Son empresas con una capitalización de mercado alta, generalmente superior a los 10.000 millones de dólares. Estas empresas son líderes en sus respectivos sectores, tienen una larga trayectoria en el mercado y sus acciones tienden a ser menos volátiles. Son conocidas por tener una estabilidad financiera significativa y una presencia global. Algunos ejemplos son corporaciones como Apple, Microsoft, y Amazon.
Al cotizar en bolsa logran diversificar sus fuentes de financiamiento y mantener una fuerte posición competitiva. Dado su tamaño, son las que más atraen a los fondos de inversión e inversores institucionales, ya que brindan menos riesgos y retornos más predecibles. Aunque las ganancias de capital son más moderadas, la seguridad que ofrecen las convierte en una opción preferida para quienes buscan estabilidad.
Empresas de mediana capitalización (Mid Caps)
Empresas con una capitalización de mercado que oscila entre los 2 000 millones y los 10 000 millones de dólares. Estas empresas representan un equilibrio entre crecimiento y estabilidad debido a que suelen estar bien establecidas en sus sectores y tienen el potencial de crecer.
Invertir en Mid Caps resulta ser atractivo para aquellos inversores que buscan un poco más de crecimiento que el que ofrecen las large caps, pero sin tener que asumir los riesgos asociados a las empresas más pequeñas.
Suelen cotizar en bolsa para financiar su expansión, ya sea a nivel internacional o para diversificar su línea de productos y servicios. A menudo, se trata de compañías que han superado la fase de startup y están en una etapa de consolidación.
Empresas de pequeña capitalización (Small Caps)
Tienen una capitalización de mercado que suele estar entre los 300 millones y los 2 000 millones de dólares. Estas empresas suelen ser más jóvenes y menos establecidas que el resto, pero ofrecen un potencial de crecimiento considerable. Asimismo, son frecuentemente ignoradas por los grandes inversores institucionales debido a su menor tamaño y liquidez, ya que esto da como resultado una cobertura mediática y de análisis financiero.
Estas empresas tienen el potencial de crecer rápidamente si logran consolidar su posición en el mercado. Por lo tanto, representan una oportunidad para los inversores que buscan diversificar su portafolio con opciones menos convencionales. A medida que estas empresas crecen y maduran, es posible que se revalorizan significativamente, generando altos rendimientos para sus accionistas.
Las Small Caps cotizan en bolsa para obtener capital que les permita financiar proyectos de expansión, investigación y desarrollo, o para mejorar su estructura financiera. No obstante, invertir en ellas implica un riesgo mayor, ya que son más vulnerables a las fluctuaciones del mercado y a los cambios en las condiciones económicas. Asimismo, para los inversores que hacen su tarea de investigación y seleccionan con cuidado, estas empresas ofrecen oportunidades de ganancias significativas.
Empresas emergentes y startups
Representan el grupo más joven y de mayor riesgo en el mercado de valores. Algunas se clasifican como small caps debido a su baja capitalización de mercado, no todos los startups cotizan en bolsa. De hecho, muchas optan por permanecer privadas hasta que alcancen un nivel de desarrollo y estabilidad que les permita hacer una oferta pública inicial (IPO) con éxito.
Cuando un startup decide cotizar en bolsa, generalmente lo hace para acceder a una mayor cantidad de capital que le permita acelerar su crecimiento y expansión. Suelen operar en sectores innovadores, como la tecnología o la biotecnología, y tienen un alto potencial de crecimiento. Por otro lado, también conllevan un riesgo considerable debido a la incertidumbre sobre su capacidad para lograr rentabilidad a largo plazo.
Invertir en startups que cotizan en bolsa es una estrategia para inversores con una alta tolerancia al riesgo, ya que ofrecen rendimientos muy elevados. Asimismo, también tienen una alta probabilidad de fracaso, por lo que los inversores interesados deben llevar a un análisis exhaustivo de la situación financiera y del modelo de negocio antes de tomar una decisión.
Empresas familiares
Tiene una estructura de propiedad en la que una o varias familias poseen una parte significativa del capital. La decisión de cotizar en bolsa se ve impulsada por la necesidad de obtener financiamiento para proyectos específicos, diversificar la base de accionistas o asegurar la continuidad del negocio a lo largo de las generaciones.
El proceso de cotización implica una transformación importante para estas empresas porque deben adoptar un mayor nivel de transparencia y gobernanza corporativa para cumplir con los requisitos del mercado. Aunque a algunas no les gusta el tener que ceder el control que la cotización en bolsa implica, otras lo ven como una oportunidad para fortalecer su posición en el mercado y asegurar su crecimiento a largo plazo.
Empresas públicas y paraestatales
Estas son entidades en las que el Estado tiene una participación valiosa, pero que han decidido abrir parte de su capital al mercado para obtener financiamiento. Un ejemplo son las compañías energéticas o de servicios públicos que buscan capitalizarse para realizar inversiones en infraestructura.
Su cotización en bolsa tiene el objetivo de combinar la eficiencia del sector privado con la misión pública de la empresa. Para los inversores, estas compañías representan una opción de inversión más estable porque operan en sectores regulados y cuentan con el respaldo del Estado. Pero, también están sujetas a un mayor control político y regulatorio, lo que influye en su rendimiento financiero y en su comportamiento en el mercado.

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