Mercados alterados

Por qué los temores de recesión en Estados Unidos son exagerados

En medio de la debacle de los mercados mundiales, varias voces, algunas muy influyentes, salieron a bajar los decibeles respecto de los miedos sobre una recesión en la economía estadounidense.

Jorge Herrera
Jorge Herrera martes, 13 de agosto de 2024 · 09:00 hs
Por qué los temores de recesión en Estados Unidos son exagerados
Tras el desplome de los mercados a comienzos de la semana pasada, se recuperaron y ahora no está claro que el impacto recesivo en Estados Unidos sea inevitable. Foto: Noticias Argentinas

Los expertos, los mercados y los medios de comunicación parecieron entrar en estado de pánico colectivo ante la posibilidad de una recesión con epicentro en Estados Unidos. Los últimos datos mostraron que el desempleo en ese país saltó del 4,1% en junio al 4,3% en julio, mientras que el aumento de 114.000 puestos de trabajo estuvo por debajo de las expectativas de alrededor de 175.000.

Al mismo tiempo, las acciones cerraron una mala semana, en particular para las tecnológicas, y la venta masiva era la reacción lógica al informe sobre el desempleo y la liquidación de las grandes operaciones de carry trade globales tras las decisiones del Banco Central de Japón.

Esto bastó para que el mercado y los medios de comunicación reaccionaran anticipando una recesión o reavivando los temores de caer en una. Hace apenas un mes la opinión pública dominante era que la inflación en EE.UU. era demasiado alta, rígida y muy
superior al objetivo del 2% de la Reserva Federal (Fed).

Hace apenas un mes la opinión pública dominante era que la inflación en EE.UU. era demasiado alta

Los precios de los servicios y de la vivienda eran un punto problemático, los precios de los alimentos eran elevados y las encuestas de opinión pública indicaban que, con la proximidad de las elecciones, el flagelo de la inflación era el principal desafío y amenaza económica de EE.UU. Incluso, antes del informe de empleo, muchos economistas creían que la Fed estaba a punto de lograr un gran éxito, diseñando un aterrizaje suave (soft landing)

 Ahora, junto con los titulares sobre la recesión, han surgido nuevos ataques a la Fed, que durante mucho tiempo había sido criticada por ser demasiado lenta en el ajuste y por no haber sido lo suficientemente dura en la lucha contra la inflación, ahora está siendo ridiculizada de la noche a la mañana por toda clase de críticos que la califican de retrasada, demasiado restrictiva y lenta en sus movimientos, señala Mark Sobel.

“Además, de alguna manera, en el giro de 180 grados que pasó de los temores inflacionarios a los temores de recesión, el público estadounidense no se enteró de que la inflación ya no era una preocupación central. Si bien los informes en ese sentido podrían haber sido aburridos, aún no se había asimilado en la psiquis estadounidense que los indicadores clave de inflación habían disminuido al 2,5% interanual y estaban a punto de moderarse, en parte porque los precios de los servicios y la vivienda están bajando”, explica Sobel, quien recomienda que los mercados hiperventilados deben relajarse.

Pero Sobel no estuvo solo, desde la consultora Oxford Economics, una de las principales a nivel mundial, también salieron a bajar los decibles sobre los temores de una recesión en EE.UU., explicando que el débil informe de empleo de julio se ajusta al patrón de los datos recientes que apuntan a una desaceleración gradual de la economía, pero nada peor.

“Los temores sobre la salud de la economía aumentaron drásticamente en los últimos días, pero creemos que se trata de una reacción exagerada a lo que ha sido un debilitamiento constante en los datos económicos entrantes”, señalaron desde la consultora que reconoce que “si bien las probabilidades de recesión han aumentado, siguen estando por debajo del umbral histórico de recesión y son aún más bajas que hace un año”.

¿Pero qué más dijo Mark Sobel? Vale recordar que se trata de una de las principales voces autorizadas, a la hora de hablar de
mercados financieros y economía mundial, ya que además de ser titular del OMFIF en Estados Unidos (una task force y think tank del mercado financiero mundial y de la banca central global y los organismos financieros internacionales) es un veterano funcionario del Tesoro de EE.UU.

Estuvo a la vanguardia de la diplomacia financiera internacional durante dos décadas con injerencia en el G7 y G20, representó a EE.UU. en el directorio del Fondo Monetario Internacional, y entre otras actividades presidió un grupo internacional de expertos en deuda soberana y tuvo un rol clave en la política cambiaria de EE.UU., incluida la coordinación del informe semestral sobre divisas del Tesoro sobre China y otros países.

“No hay duda de que los datos de julio apuntan a una debilidad, algunos indicadores más agudos que otros, pero la historia del aterrizaje suave debería seguir siendo el escenario base por ahora, aunque no hay que descartar las preocupaciones por una recesión y siempre hay que estar preparado para los riesgos de una caída”, arranca Sobel en OMFIF.

Detalla una serie de datos positivos: la Fed de Nueva York prevé un crecimiento del 2,1% para el tercer trimestre a una tasa anual ajustada estacionalmente; la Fed de Atlanta predice un 2,5%; el índice compuesto de gerentes de compras del S&P de julio subió, impulsado por los servicios; la producción industrial y la utilización de la capacidad de junio aumentaron sólidamente. Cita al economista jefe de Apollo, Torston Slok, que observa que muchos indicadores de consumo en tiempo real (viajes aéreos, ventas minoristas) no muestran señales de desaceleración.

Además, las condiciones del mercado laboral siguen siendo sólidas, ya que el desempleo, incluso en el 4,3%, es muy favorable según los estándares históricos de EE.UU.

“Es cierto que algunas voces clave, como William Dudley, ex presidente de la Fed de Nueva York, pidieron una flexibilización en la reunión del Comité de julio, pero muchas de las críticas más recientes a la Fed son excesivas. La Fed no tenía los datos de empleo cuando se reunió el Comité”, reconoce Sobel quien señala que después de haber sido criticado durante tanto tiempo por la inflación y en el contexto electoral con los comentarios del candidato Donald Trump, es comprensible que el Comité quiera un argumento totalmente convincente que pueda generar un fuerte consenso en el comité antes de recortar las tasas, los comités rara vez muestran destreza, excepto bajo presión.

“Los datos de un mes no marcan una tendencia. Algunos analistas han sostenido que los fenómenos meteorológicos pueden haber influido en el resultado. Además, hay debates sobre si la desaceleración del mercado laboral se debe a una dinámica de expansión de la oferta laboral o a una caída de la demanda laboral. Esta última sería una señal más perjudicial para la economía, mientras que la primera podría sugerir que el mercado laboral y la salud económica subyacente siguen siendo más sólidos de lo que sugiere el aumento de la tasa de desempleo”, explica.

También señala que hay muchos elementos en movimiento en la economía: los mercados ya están descontando una serie de recortes de tasas de la Fed durante el resto del año y hasta 2025, por lo tanto, aunque el Comité dejó sin cambios la tasa de los fondos federales, las tasas del mercado han caído considerablemente, adelantando gran parte del impacto de un recorte
de tasas.

Por ejemplo, los bonos del Tesoro a 10 años han bajado un punto porcentual desde fines de abril y las tasas hipotecarias (para las fijas a 30 años) se han desplomado. Los precios del petróleo están cayendo, lo que impulsará los ingresos reales.

“La Fed claramente se encamina a recortar la tasa de los fondos federales en su reunión de septiembre, como lo anticipó el presidente Jerome Powell en su última conferencia de prensa del Comité. Es cierto que nuevos datos pueden reforzar las probabilidades de una recesión, pero, por el momento, las reacciones al informe de empleo de julio en EE.UU. y las críticas
emergentes al Comité y su decisión de julio son exageradas. Los mercados deberían enfriarse”, sostiene Sobel.

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