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¿Tocó fondo la recesión?

Casi todos los últimos datos indican que la economía todavía no parece haber tocado piso, aunque está cayendo a una velocidad mucho menor.

Roberto Cachanosky
Roberto Cachanosky domingo, 11 de agosto de 2024 · 07:00 hs
¿Tocó fondo la recesión?
Foto: Santiago Tagua/MDZ

Hay todo un debate sobre si la economía está tocando piso y comenzó a recuperarse lentamente. Ese debate surge como consecuencia de que los datos sobre actividad económica que publica el INDEC tienen suficiente retraso como para no poder conocer lo que pasa en la actualidad. Digamos que son datos históricos para lo que es la economía argentina.

Por ejemplo, el último dato del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que publicó el INDEC corresponde a mayo. Dos meses de atraso en la información es demasiado como para saber qué está pasando ahora.

El próximo dato del EMAE será el 21 de agosto y se dará información de junio. Casi dos meses de atraso. Por eso, afirmar categóricamente que la recesión sigue siendo profunda no se basa en información sino en opinión, lo mismo que decir que estamos en presencia de una leve recuperación.

Un indicador indirecto que podemos utilizar para tener una idea del nivel de actividad con mayor cercanía en el tiempo es la evolución de la recaudación impositiva, en particular de algunos impuestos que marcan el nivel de actividad como pueden ser el IVA DGI y el impuesto a los créditos y débitos bancarios.

Suponiendo una inflación del 3,8% en julio, el interanual sería del 263,6%. Frente a este dato de inflación anual julio 2024 versus julio 2023, tenemos que la recaudación impositiva aumentó el 233,5% unos 30 puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación.

¿Qué paso con el IVA DGI que es un aproximado del comportamiento del PBI? Tuvo un aumento del 216,7% julio 2024 versus julio 2024, casi 47 puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación o un 13% por debajo de la tasa de inflación.

Otro impuesto que marca el nivel de actividad es el impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios. Este impuesto transitorio que fue establecido en 2001 e iba a durar hasta diciembre de 2022, aumentó el 241,7% interanual, lo que implica que cayó en términos reales el 6%.

Los únicos impuestos que estuvieron por encima de la tasa de inflación fueron, el impuesto PAÍS y los Derechos de Exportación. El impuesto PAIS aumentó el 965,5% y los Derechos de Exportación crecieron el 800,4%, ambos bien por encima de la tasa de inflación.

El impuesto PAIS aumentó por dos razones: 1) porque ni bien llegó al gobierno, Milei aumentó el impuesto PAIS del 7,5% al 17,5% y, además, lo extendió a todas las compras de dólares. Antes era solo para las compras de dólares para viajar y para ahorro y 2) por la devaluación de diciembre. Hoy el tipo de cambio oficial es sustancialmente mayor al de julio de 2023, por lo tanto, el impuesto PAIS se aplica sobre un tipo de cambo más alto.

Por el lado del aumento de los Derechos de Exportación, la explicación del incremento es por algo más de exportaciones, no mucho, y por el aumento del tipo de cambio.

Digo que no se explica tanto por el aumento de las exportaciones, en particular del complejo cerealero y oleaginoso, porque al compararse los primeros semestres de los últimos 10 años, se ve que este año es el tercero más bajo de la serie considerada.

La liquidación de divisas por el complejo cerealero y oleaginoso en 2024 es el tercero más bajo de todos los primeros semestres de los últimos 10 años.

2020 es el más bajo por la pandemia. Luego 2023 por la sequía y ahora 2024 que al compararse con el primer semestre de la sequía de 2023 está solo US$ 1.000 millones arriba.

Estos datos reflejan que el sector agrícola no está vendiendo sus granos porque a este tipo de cambio no le conviene y espera una devaluación en algún momento, recordando que la rentabilidad del sector agrícola hoy día es muy finita.

Otro indicador reciente que estaría mostrando que todavía no se tocó piso en la recesión es el índice de consumo que publica mensualmente la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.

El dato de junio muestra una caída interanual del 9,8% y una disminución del 3,3% respecto a mayo en su versión desestacionalizada.

Respecto al aumento del crédito al sector privado que se observa en los últimos meses merece una aclaración. El crédito tiene como paso previo el ahorro que es el ingreso no consumido. Familias que sacrifican consumo presente por mayor consumo futuro a cambio de una tasa de interés. En otras palabras, no puede haber crédito si previamente no hay ahorro.

Resulta difícil imaginar que hoy la economía argentina esté generando ahorro considerando lo difícil que es para las familias llegar a fin de mes. La pregunta que surge es: ¿de dónde surgen los recursos para que haya más crédito?

El crédito al sector privado comienza a crecer fuerte a partir de abril, recordando que desde mediados de marzo el BCRA comenzó una fuerte expansión monetaria llegando a tasas de aumento del 20% mensual en julio.

El punto a considerar es que detrás del crecimiento del stock de préstamos al sector privado hay una fuerte emisión monetaria. Y bueno es recordar que el ahorro no se imprime. Se genera sacrificando consumo presente.

Se podrá argumentar que el BCRA ya no absorbe fondos vía pasivos remunerados y que se los transfirió al tesoro. Sin embargo, la transferencia de pasivos remunerados al tesoro es una transferencia de stocks, por lo tanto, no es que los bancos tienen más recursos prestables. Lo que antes le debían le prestaban al BCRA ahora se lo prestan al tesoro.

¿De dónde surge el aumento del crédito, entonces? No es por el traspaso de stocks de pasivos remunerados. Es por la fuerte emisión monetaria del primer semestre que llegó al 95%.

Esto puede estimular transitoriamente el consumo y la economía, pero como el crédito no está basado en ahorro previo, en algún momento tiene que generar mayor presión inflacionaria que obligue al gobierno a retroceder en esta política y se frene de golpe ese mayor consumo que podría generar este esquema de características keynesianas.

En síntesis, salvo por este último dato, la información más reciente que tenemos es que la economía todavía no parece haber tocado piso, aunque está cayendo a una velocidad mucho menor.

Mi impresión es que mientras mantengan el control de cambios no se ve un horizonte de despegue de la economía. El consumo no empujará mucho salvo por este ahorro “impreso” y la inversión, aún con el RIGI, no llegará tan rápido.

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