Mario Grinman: "La inflación no se baja con controles de precios ni cepos"

Si hay un sector en la economía que puede ser considerado un termómetro de la marcha de la economía y hasta del humor social, sin dudas, es el comercio. "Si alguien está contento, se levanta, se acuerda que vio una camisa, va y se la compra, pero si está deprimido, no quiere ni levantarse de la cama, ni salir de la casa", grafica con crudeza Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
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La semana pasada, la entidad presentó un nuevo índice de consumo, para proveer información relevante sobre el sector. En ese marco, Grinman dialogó en exclusiva con MDZ y cuestionó que "la inflación no se baja con controles de precios, ni precios congelados" y sostuvo que las restricciones para acceder a los dólares "generan desabastecimiento".
De cara al comienzo de un nuevo año, el empresario sostuvo que en un escenario optimista, el consumo llegará a los niveles de 2022, cree que posiblemente el Gobierno busque poner dinero en el bolsillo de la gente en el año electoral y pidió una reforma laboral que incentive a los empresarios a contratar personal.
-¿Cómo está hoy el consumo en el sector retail minorista?
- El indicador de enero interanual, contra enero de 2022, dio un crecimiento de 5,5% y tiene datos interesantes. Por ejemplo, nos muestra que el año pasado, el primero fue un semestre importante, en cambio el segundo semestre ya tuvo una caída de tres puntos. Pero, lamentablemente, esto no hay que verlo como un crecimiento. Esto es una recuperación o un rebote. Por ejemplo, si vamos a compararlo con el 2019 diría que todavía estamos 0,4 por ciento abajo y casi 4 puntos abajo que en 2018. O sea que esta recuperación todavía no nos equipara con el 2018.
- ¿Cuáles son los principales desafíos que tiene hoy el sector comercial y de servicios?
- Los desafíos son varios. Obviamente, la problemática de la inflación es tremenda, porque si bien es cierto que el empresario argentino -no importa el tamaño, puede ser aquel que tiene 6.000 o 15.000 trabajadores o doña Rosa allá solita en su provincia con su esposo y su hijo trabajando- el tema inflacionario es muy negativo.
- ¿Se refleja en las ventas diarias esa falta de dinero en el bolsillo de los consumidores?
- Sí, es relativo porque en realidad en una crisis inflacionaria como la que tenemos nosotros, porque la verdad que hablar de 95% de inflación es una crisis. Si bien en la Argentina estamos acostumbrados, porque llevamos 80 años de dos dígitos y tres dígitos también. Si uno mide la inflación desde 1943 hasta ahora, da un promedio del 145% y si se saca la hiperinflación del 89 del gobierno de Alfonsín, baja al 60% de promedio anual de inflación. Eso es terrible, pero lamentablemente, estamos acostumbrados a eso. Siempre me pregunto si podríamos vivir, especialmente los empresarios argentinos, en un país normal con una inflación como tiene Uruguay de 3, 4 o 5 puntos. Sería fenomenal pero habría que acostumbrarse porque, insisto, llevamos 80 años de inflación. Eso es muy complicado, para todo el mundo, especialmente para aquellos sectores que menos tienen.
Ésa es la deuda pendiente que tienen todos los gobiernos con el pueblo argentino, es cómo se baja la inflación. No se baja con controles de precios, no se baja con precios congelados, si bien tengo que hacer una diferencia de lo que son los precios justos, porque esto es algo acordado de buena voluntad entre el Gobierno y las empresas. Nosotros como empresarios también queremos hacer nuestro aporte, decir bueno, vamos a tratar de generar una expectativa positiva, anclar expectativa como bien dicen los economistas, para ver si podemos ayudar a la baja de la inflación. Lamentablemente, ese resultado no se está viendo, veremos en los próximos meses.
Hay muchas quejas de los empresarios, primero la inflación y el otro es obviamente el tema de la inseguridad y además, hay sectores, hay ciudades puntuales como el caso de Buenos Aires, donde hay comercios de zonas que son afectadas permanentemente por piquetes y manifestaciones, uno, dos o tres días por semana no pueden trabajar y eso es permanente, es terrible. Entonces, el reclamo que se le hace a los gobiernos, sea el Gobierno Nacional o el gobierno de la Ciudad, el reclamo es que el derecho de protestar y reclamar está la Constitución pero el derecho de transitar también. Vos querés reclamar está bien pero dejame a mí transitar y trabajar libremente, pero eso no se da en la Argentina, lamentablemente.
- ¿Qué está pasando hoy con el acceso a dólares para importar y las SIRA? ¿Eso está afectando también la operatoria comercial?
- Sí claro. Hace 20 días presentamos a la prensa un relevamiento que hicimos entre más de 200 empresas importadoras que están dentro de la cámara, cuál era la problemática. Salió que de todas las presentaciones solamente el 25% de las SIRA iban evolucionando en términos más o menos normales, había un atraso como mínimo de 90 días, por falta de dólares les exigían que se financien en el extranjero y los proveedores extranjeros son reacios a financiar. O sea que el cepo a las importaciones genera desabastecimiento porque hay que entender que el 85 u 87% de lo que se importa en nuestro país son productos básicos imprescindibles para la producción nacional. Cuando no se puede importar un determinado producto la producción se tranca y se producen faltantes. Los cepos son malos, no solo para la importación sino también para la exportación.
- ¿La desaceleración del consumo en la segunda parte de 2022 tiene impacto a nivel de empleo? ¿ Cuál es la perspectiva en los próximos meses?
- El sector comercio y servicios ha crecido en mano de obra. En los últimos dos años ha incorporado unos 170.000 nuevos trabajadores. Es notable el crecimiento de este sector y es el sector más dinámico de la economía. O sea que se está haciendo un gran esfuerzo, pero claro hay millones de personas que están fuera de la formalidad de un empleo registrado, están fuera de ese esquema y eso realmente es malo. Hay que hacer algo, algún marco laboral diferente, aggiornarlo y esto no significa precarizar al trabajador que ya está en este momento, sino que buscar algo que al empresario lo motive y le dé la seguridad que pueda contratar nuevos trabajos.
- ¿En qué está pensando la cámara en ese sentido? ¿Sería alguna modalidad distinta para el empleo joven, para los que ingresan al mercado laboral?
- Pensamos que hay que hacer un corte. Si fuera el corte hoy, todos los trabajadores que están registrados hasta el día de hoy irían con la legislación vigente y de ahora en adelante, tendrían que tener una legislación mucho más racional para todos donde, insisto, motive al empresario y no lo asuste. Hay empresas que me dicen "me está yendo bien y la verdad que necesitaría incorporar personal pero no me animo, porque así como hoy me va bien, mañana me va mal". La Argentina es un serrucho, cuando me va mal viene el gobierno de turno y me dice hay doble indemnización, hay prohibición de despido, etcétera etcétera. Si a esto le sumamos la industria del juicio laboral la Argentina que te tumba cualquier pyme, entonces el empresario dice no, la verdad que no puedo incorporar personas. Hay que buscar algo, no precarizar, pero hay que buscar algo que cambie las perspectivas y que dé seguridad.
- Muchas familias aprovechan opciones de compra en cuotas, Ahora 12 y demás. ¿Se enciende una luz amarilla con el nivel de endeudamiento de las familias para los próximos meses?
- Sí, claro. Hoy escuchaba a través de un medio televisivo que una propietaria de una verdulería le llamaba la atención porque la gente estaba yendo a comprar verduras y le pedía en cuotas. Compraba por ejemplo 800 pesos de verdura y la pagaba con tarjeta de crédito. Y seguramente a fin de mes cuando llega el momento, van por el pago mínimo y eso es una bola y en algún momento explota. Las herramientas de los planes en cuotas, que nacieron hace bastante tiempo en la gestión de (Axel) Kicillof, con planes hasta 18 cuotas, todo eso existe solamente en la Argentina porque las tarjetas de crédito ...
- Bueno, eso es producto de la inflación elevada que tenemos..
- En el resto del mundo la tarjeta de crédito es para compras que a fin de mes hay que pagar. Acá hacemos eso y ha sido una buena herramienta, hay que reconocerlo, no solo para el comerciante que pudo vender más, sino también para el consumidor que pudo comprar más y si sabe controlarse, es útil.
- Lo raro de este momento es que la tarjeta no se usa para comprar un bien durable, no es para comprar un colchón o remodelar la habitación de los chicos, sino que ya se está yendo a consumo cotidiano y alimentos.
- Ése es el problema porque en realidad es consumo cotidiano. ¿Cómo haces? Llegas a fin de mes, no pudiste pagar lo que consumiste ese mes te vas al mínimo seguís consumiendo y cada vez servimos mucho más grande. Ése es el problema de la inflación Argentina, es un problema irresoluto desde hace 80 años, un 95% de inflación es tremendo.
- ¿Cómo viene las paritarias este año? Van a apoyar la pauta del 60% más revisión que impulsa el Gobierno?
- Tenemos pactado volver a conversar a partir del mediados de marzo. La expectativa es lo que planteó el ministro Massa de la paritaria del 60%, así que en ese marco nos sentaremos a conversar. Nosotros firmamos la paritaria más grande del país, que es la del gremio de comercio que son 1,2 millones de trabajadores. Nunca discutimos lo que el trabajador se pone en el bolsillo, al contrario decimos que tiene que ponerse la mayor cantidad de dinero posible, el problema que por lo que el trabajador se pone en el bolsillo, el Estado se lleva el 40%, el 50% o el 60% de acuerdo a la región del país y eso en lugar de ir al trabajador va al Estado. Entendemos la situación del trabajador, pero también entendemos la situación del comerciante que hay regiones del país donde puede pagar determinados sueldos y hay otras regiones donde es impagable el sueldo que se firma. Es un problema que no se puede resolver hasta ahora, así que tratamos de llegar a la mejor paritaria.
Hay que reconocer que Faecys, que es liderada por Armando Cavalieri, siempre ha sido un gremio muy contemporizador y que conoce la realidad de los dos sectores, defiende con pasión a sus representados, pero tampoco avanzan con locuras, porque sabe que no hay posibilidad de pagarlas.
- Pero es difícil que sea 60% de aumento y pare ahí. ¿Cuál es la llave para el acuerdo?
- No, siempre en los acuerdos hay una revisión, obviamente. No imagino que alguien pueda cerrar en 60%. Sería ideal porque sería una extraordinaria señal de anclar expectativas y decir ésta va a ser la inflación, pero no me lo imagino.
- ¿Hay diferencias a nivel de actividad entre distintas provincias de la Argentina?
- El sector comercial, más o menos, está igual en todos lados. Lo que sí, obviamente, CABA es una cosa diferente por su capacidad, por su volumen, por eso decía la diferencia de sueldo, no es lo mismo un sueldo de un trabajador que trabaja Florida y Corrientes, en la principal arteria comercial de Buenos Aires y cuatro cuadras del Obelisco, que el que trabaja en el norte del país o en el Chaco, donde no tiene la cantidad de gente que transita y consume. Y después hay provincias con proyecciones interesantes como puede ser en Neuquén con el tema de Vaca Muerta, en Río Negro las provincias del norte, Jujuy Catamarca con el tema de la minería, Mendoza con la industria vitícola.
Pero todas son proyecciones, que están atadas, muchas veces a decisiones políticas. En la Argentina dejaría de lado el problema económico, para mí la Argentina el problema político es más grave que el económico, porque la economía el empresario argentino tiene una enorme poder de resiliencia, a través de 80 años de alta inflación. Sabemos cómo trabajar, cómo movernos. Ahora cuando la política, y digo la política y no estoy hablando solamente del gobierno de turno, hablo de la oposición, de las provincias, si no se ponen de acuerdo en bajar la discusión, la confrontación, la famosa grieta y pensar un poco más en el pueblo, no va a andar.
El pueblo tiene dos o tres cositas puntuales que le importa, que tiene que ver con la inflación, la seguridad, el día a día. Pero hay otras cosas que los gobernantes están pensando, quizás para resolver sus cuestiones partidarias, ideológicas o personales y no están viendo la realidad de la ciudadanía. Eso hace que se genere un mal humor y una falta de expectativa. Y la economía funciona por expectativa. Haga de cuenta que usted se levanta contento un sábado a la mañana, no sabe por qué pero está contento, y se acuerda que vio una linda camisa, va y la compra. Si se levanta deprimid, no tiene ganas de salir de la cama, ni de la casa. Eso es la economía, el buen humor o el mal humor condicionan el consumo, absolutamente.
- ¿Este año puede haber un nuevo Plan Platita?
- Generalmente, los gobiernos hacen política expansiva en años electorales, así que todo indica que sería algo similar. Ahora eso va a inflación.
- Desde el punto macroeconómico hay margen para un programa monetario expansivo o eso termina en inflación?
- Creo que no hay margen para hacer una política expansiva. Vamos a ver la muñeca del ministro de Economía. La verdad que hay que reconocerle que está haciendo un enorme esfuerzo porque yo se lo dije personalmente, él salió de una zona de confort como era la presidencia de la Cámara de Diputados, un spa como dice Sergio Massa y se puso al frente del Ministerio de Economía que es una silla eléctrica en un país como la Argentina. Los resultados hasta ahora no son los que uno esperaba y yo creo que lo que él tampoco esperaba. Es muy complicado domar la inflación en un país como la Argentina, tiene que ver con muchos temas macroeconómicos, tiene que ver con gasto público, tiene que ver con déficit fiscal, con emisión monetaria, tiene que ver con credibilidad y expectativas.
Ojalá que pueda hacer algo para que baje la inflación porque esto es perjudicial para todos, especialmente insisto para aquellos que menos tienen.
- ¿Qué espera para este 2023 en materia de actividad y de ventas?
- No tenemos una estimación para todo el año pero no imaginamos que el 2023 pueda ser un año mejor al 2022. Nos conformamos con eso, hasta me animaría a decir "traéme un papel y te firmo por el 2022". Esto es lamentable, pero sí hay que tener en cuenta que si se logra terminar a tiempo el gasoducto (Néstor Kirchner) puede tener una incidencia bastante significativa en el tema de generación de divisas, pero eso es algo que está por verse si va a suceder todo bien.