Cuál es el estado de la YPF que Javier Milei quiere privatizar: ¿es rentable o no?
La empresa de la que el Estado posee el 51% de las acciones tiene reservas inmensas y generó grandes ganancias. Sin embargo, sufrió algunas dificultades y el nuevo presidente quiere privatizarla
YPF es la empresa más grande de la Argentina y es la petrolera más grande de la región. Emplea a más de 45.000 personas de todo el país y explota cientos de bloques productivos de petróleo y gas en todo el territorio argentino, además de la producción en uno de las mayores formaciones de hidrocarburos no convencionales del mundo, Vaca Muerta.
En la actualidad funciona como una societaria mixta, en la que el Estado argentino posee el 51% de las acciones y el 49 % restante pertenece a distintos tenedores de acciones. Pero el nuevo presidente de la Argentina ya anunció que quiere que el Estado se desprenda de esas acciones.
Lo que sigue es un informe del estado de situación de la empresa y, fundamentalmente, cuáles serían las ventajas de privatizar o no la empresa.

Los números de la empresa
Desde su renacionalización en 2012, YPF comenzó un proceso de inversiones para lograr el autoabastecimiento energético que había perdido diez años antes. Así YPF aumentó un 10% la producción de petróleo y 29% la de gas natural y un proceso de inversiones en exploración agresiva que concluyó en un crecimiento de las reservas energéticas del país.
Fueron inversiones por US$ 6600 millones en hidrocarburos convencionales en diez años y US$ 16.000 millones para el desarrollo de la producción de petróleo y gas no convencional en la formación Vaca Muerta, que según diversos estudios permitirá al país contar con reservas de gas natural por 150 años.
Sólo durante 2022, la empresa ejecutó un plan de inversiones de alrededor de US$ 4.200 millones, un 60% más que al año anterior, lo que significó la mayor inversión corporativa del país. Esto le permitió mejorar sus reservas que alcanzaron los casi 1.200 millones de barriles de petróleo, un 4% superior al año anterior con un índice de reemplazo de reservas del 124%.
Para 2023, las inversiones en los primeros nueve meses del año fueron de US$ 4.200 millones, lo que significó un incremento de más del 50% en dólares respecto al mismo período de 2022. El plan de inversiones para todo el año se estimó en un valor superior a los US$ 5.000 millones.
En 2022, las ganancias brutas (EBITDA) alcanzaron los casi US$ 5.000 millones, un 27% por encima al año anterior y una ganancia neta récord de más de US$ 2.200 millones. Para 2023, en tanto, el resultado fue algo menor, debido al atraso de los precios en el mercado interno. Según el informe de la empresa, en el periodo enero - septiembre el EBITDA ajustado sumó u$s 2976 millones, un 25,9% menos que entre enero y septiembre de 2022.
Estos datos, no obstante, tienen su contracara en el terreno financiero. El resultado neto del tercer trimestre de este año arrojó una pérdida cercana a los $ 65.000 millones como consecuencia de los menores resultados operativos y la desvalorización de activos de gas dado un contexto previsto de mayor competencia. El flujo de caja libre fue negativo en casi US$ 380 millones como consecuencia del flujo de inversiones que, según lo planificado, no logró ser compensado totalmente con el flujo de las actividades operativas, alcanzando un nivel de deuda neta de US$ 6.675 millones y un ratio de endeudamiento neto de 1,7 veces en relación con el EBITDA ajustado.
Una producción en franco crecimiento
La producción total de hidrocarburos en 2022 mostró el mayor crecimiento orgánico de los últimos 25 años, con un incremento del 7% en comparación al año anterior, alcanzando los 503.000 barriles por día. Para 2023, el número mejoró aún más y se totalizó en el tercer trimestre una producción de 520.000 barriles por día.
La actividad no convencional representó en 2022 más de un 40% de la producción consolidada de la compañía, con un crecimiento de 45% en la producción de crudo y de 47% en la de gas no convencional. Para 2023 el ratio llegó al 45% con un crecimiento del 20% en petróleo y del 6% en gas.
Este mismo año, la empresa inició sus exportaciones de petróleo a Chile a través del oleoducto Trasandino, que comenzó sus operaciones en el segundo trimestre.
Vaca Muerta
El desarrollo de las operaciones en la formación Vaca Muerta es uno de los puntos nodales de YPF. Este año la empresa cumplió diez años de su acuerdo con la petrolera estadounidense Chevron, que hizo la inversión inicial de US$ 1000 millones. Desde ese momento, entre ambas empresas ya desembolsaron más de u$s25.000 millones y contabilizan 2.000 pozos perforados.
Hoy, la formación neuquina representa el 46% de la producción nacional de petróleo y el 41% de gas y desarrolló en el periodo 2013-2022 solo el 10% de sus proyectos.
En 2023, YPF logró nuevos récords de eficiencia en los tiempos de perforación y fractura de pozos, con un promedio de 297 metros por día en perforación y 217 etapas por set por mes en fractura.
El consumo doméstico y los precios internacionales
Los precios de los combustibles en la Argentina sufrieron en los últimos años grandes atrasos respecto del precio internacional y más allá de las discusiones sobre la pertinencia de contar con menores precios en el país habida cuenta de ser productores. Hoy la nafta sale alrededor de US$ 30 centavos el litro, cuando en Uruguay cuesta casi US$ 2, en Chile US$ 1,5 y en Paraguay cerca de US$ 1.
De cualquier forma, el consumo a nivel local continuó creciendo apalancado por estos precios bajos relativos. Las ventas domésticas de combustibles de 2022 fueron un 11% superiores al año anterior y marcaron un récord histórico anual de suministro tanto para naftas como para gasoil, abastecido a través de mayores niveles de procesamiento en refinerías, que crecieron un 6% en relación con 2021. La viabilidad de una privatización
Cuánto vale la empresa
El cálculo se debe hacer con trazo grueso porque no es posible hilar demasiado fino porque las reservas con las que cuenta la empresa en los diversos pozos petroleros que explota son estimadas y en muchos casos aún inciertas. No obstante, según un cálculo que realizó la Secretaría de Energía, habrá que sumar entre áreas que opera con reservas comprobadas y otras probables (estimadas al 50%) con un precio de US$ 54 el barril, reservas totales de gas natural por US$ 7.000 millones, reservas totales de petróleo por US$ 68.000, áreas aún no operadas (recursos prospectivos) por US$ 45.500 millones en gas natural y US$ 190.000 millones en petróleo.
De esta forma, YPF tiene reservas aproximadas por US$ 310.500 millones, sin contar otros recursos posibles que podrían llegar de la formación Palermo Aike y en las áreas Off Shore de Mar del Plata.
Claro que para obtener todos esos recursos es necesario hacer grandes inversiones que hoy la empresa tiene pero no en el volumen necesario.
Un juicio por US$ 16.000 millones
Ciertamente, el juicio que el fondo de inversiones Burford Capital podría derivar en una privatización de hecho de parte de la empresa si la garantía que deberá presentar el estado argentino a la justicia de Nueva York se llegara a ejecutar. No obstante, es el Estado Nacional el que debe pagar y no la empresa, por lo que el desembolso de US$ 16.000 millones que la jueza Loretta Preska obliga a pagar no afectará el desarrollo de los negocios de YPF.
¿Es posible privatizarla?
Solo el Congreso Nacional puede autorizar la privatización de un bien del Estado, en este caso se trataría de la venta del 51% de las acciones que tiene YPF. La Libertad Avanza en el parlamento es franca minoría y los números no les dan ni siquiera con la alianza con el PRO. Deberán aceptar la venta también otros partidos, sean provinciales -como los de Neuquén y Rio Negro, propietarios de los terrenos y, por lo tanto, del producto aún no extraído en el subsuelo- o nacionales -como la UCR, partido criticado e insultado por Javier Milei en numerosas oportunidades-.
De lograrse la aprobación, el Estado no recaudará los US$ 150.000 millones, que en teoría vale el 51% de las acciones, sino mucho menos. Las empresas adjudicatarias también deberán invertir en nuevas obras y en el mantenimiento de la empresa.
En no muchos años, YPF podría estar lista para exportar alrededor de US$ 30.000 millones al año entre gas y petróleo. La pregunta es cuán necesitado está el Estado Nacional de contar por adelantado con los dólares que habría de producir y cuál sería la política de suministro de combustible barato hacia la población argentina una vez privatizada la empresa.
Por lo pronto, lo de Javier Milei es más ideológico que pragmático. Él sostiene que el Estado es corrupto por naturaleza y que por eso la empresa funciona mal, o al menos no todo lo bien que debería. El nuevo presidente avanzará, una vez saneada la empresa -según sus propias palabras- en la venta de acciones del Estado. Habrá que ver si el Congreso y las provincias que albergan los yacimientos hidrocarburíferos con los que opera YPF se lo permiten.

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