Impuestos al patrimonio

El karma de los millonarios con culpa: 4 razones por las cuales están profundamente equivocados

Se hizo habitual ver a millonarios norteamericanos pidiendo que aumenten los impuestos que se cobran a los “más ricos”. Estos “millonarios con culpa” han llegado demasiado lejos con sus quejas y la realidad es que no sería bueno para el mundo que tuvieran éxito en esta simpática pero dañina cruzada.

Martín Litwak sábado, 4 de junio de 2022 · 07:51 hs
El karma de los millonarios con culpa: 4 razones por las cuales están profundamente equivocados
Foto: Pexels

De un tiempo a esta parte, se hizo habitual ver a millonarios y sobre todo billonarios norteamericanos (encabezados, cuando no, por el inefable de Bill Gates) pidiendo que aumenten los impuestos que se cobran a los “más ricos”. Se los suele ver en eventos reservados para gente de su fortuna (Davos, la gala del Met, etc.) con carteles o remeras con inscripciones tan ridículas como “Tax the rich” o “In tax we trust”.

En lo personal, me generan tanto rechazo como los pagadores de impuestos “comunes” que sufren del llamado “Síndrome de Estocolmo fiscal”. Más allá de que hemos criticado esta actitud una y otra vez, así como hemos resaltado la hipocresía de la cual emana y los groseros errores conceptuales que tiene esta gente acerca de los efectos que dicho aumento de impuestos generaría (máxime si el aumento de la presión fiscal se da a través de la creación de impuestos a la riqueza) es evidentemente un buen momento para abocarnos a este tema de manera más integral.

Es que estos “millonarios con culpa” han llegado demasiado lejos con sus “quejas” y la realidad es que no sería bueno para el mundo, especialmente para los más pobres, que tuvieran éxito en esta simpática pero dañina cruzada.

Existen muchos argumentos de la más diversa índole para rebatir estos ridículos pedidos, y el objetivo de esta breve columna es ponerlos en relieve. En pocas palabras, dichos argumentos se pueden resumir de la siguiente manera:

  1. El sistema capitalista es el mejor sistema económico que ha visto la historia de la humanidad. Si bien genera cierta desigualdad entre clases sociales, es el que ha sacado un mayor número de gente de la pobreza por lejos. Siendo ello así, no sería bueno para nadie, pero especialmente para los pobres, que son quienes más dependen del crecimiento de la economía, reemplazar este sistema por otro que busque mayor igualdad o una diferente, y por ende forzada, redistribución de la riqueza. Si algo muestran los números, es que en los últimos treinta o cuarenta años ha crecido el número de billonarios y se ha desplomado el número de pobres. Estadísticas del Banco Mundial dan cuenta, por ejemplo, de que en 1987 el 35% de la humanidad vivía en estado de pobreza, en tanto que muy pocos billonarios. En el año 2000, la pobreza había bajado al 25%, y el número de billonarios se ubicaba alrededor de los 1.000. Si miramos esos mismos números para 2019, veremos que menos del 10% de los habitantes del mundo viven en la pobreza y que existen más de 2.000 billonarios. En definitiva, es falso que haya más pobres en el mundo porque hay más ricos. De hecho, no es cierto en absoluto que haya más pobres en el mundo. La riqueza, como todos sabemos, se crea, no se “redistribuye”. Cuando más riqueza exista, mejor para todos.
  2. Es también absolutamente falso que los ricos no paguen “su justa parte”. De acuerdo con información del propio IRS, en los Estados Unidos el 50% más pobre, que solo recibe el 12% del total de los ingresos que se generan en dicho país, paga solo el 3% de los ingresos fiscales del mismo. Del otro lado, el 1% más rico, es decir "los malos de la película", reciben el 21% de los ingresos totales generados en el país, pero son responsables del 40% de los impuestos que se recaudan.
  3. Por otro lado, muchos de estos millonarios llegaron a serlo precisamente porque el sistema tributario impidió que otros jugadores entraran en el mercado que ellos dominaban. El caso de Bill Gates es más grosero aún, ya que Microsoft ha sido condenado por conductas monopólicas en diferentes países del mundo.
  4. Finalmente, ¿quieren estos millonarios culposos contribuir más con el país? Maravilloso, que donen más dinero o aporten más dinero al Estado. ¿No saben cómo hacerlo? En Estados Unidos es bien sencillo: basta con enviar un cheque con el dinero que quieran aportar a una cuenta bancaria que está abierta y operativa desde 1843, inclusive antes de que existiera el impuesto a las ganancias en los Estados Unidos. El dinero depositado allí entra al presupuesto general del gobierno federal y se puede utilizar para cualquier necesidad que el mismo tenga.

Esperamos que esta información les haya resultado útil y que de aquí en más no se dejen engañar por el llanto de estas sirenas clamando por mayores impuestos que ellos podrían pagar sin molestar al resto de los mortales. De últimas, todos sabemos que esta gente es libre de mudarse a un infierno tributario de los que tan bien conocemos. Tanto Argentina, como Bolivia, México o Venezuela los recibirían con sus brazos abiertos.

*Martín Litwak es abogado, especialista en estructuración y preservación de patrimonios, establecimiento de fondos de inversión, tributación internacional y wealthtech. Además es fundador y CEO de Untitled SLC y de Smart Structuring.

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