Economía política

El día en que Martín Guzmán se plantó ante Cristina Fernández de Kirchner

El ministro de Economía dijo que no es ajustador. Y mostró los números fiscales de agosto para confirmarlo. Usó un medio aliado para su mensaje. El kirchnerismo afirma que mantendrá la tregua hasta después de las legislativas.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño jueves, 23 de septiembre de 2021 · 13:17 hs
El día en que Martín Guzmán se plantó ante Cristina Fernández de Kirchner
Foto: Twitter Martín Guzmán

La batalla entre la ortodoxia socialdemócrata y el kirchnerismo extremo mostró ayer otro capítulo. En este caso doble. El que movió las fichas fue Martín Guzmán. El ministro de Economía se le plantó diplomáticamente, pero con nombre y apellido, a Cristina Fernández de Kirchner. El ministro rectificó la acusación de ajustador que le hizo la vicepresidenta; diciéndole directamente que estaba equivocada. Pero además mostró sobre la mesa los datos fiscales de agosto, donde se percibe una aceleración del gasto público y la profundización del déficit fiscal; pero dentro de las pautas que Guzmán estratégicamente planteó para este 2020.

Sin mayores vueltas, y a un Víctor Hugo Morales en un medio ideológicamente cercano (no es un dato menor dentro del oficialismo), el ministro dijo claramente que "en la carta ella manifiesta que considera que hay un ajuste fiscal, aunque le digan que no... pero yo soy uno de los que le dice que no: en Argentina ha habido una política fiscal expansiva". Si bien opinó que "con la vicepresidenta he tenido la buena fortuna de tener mucho diálogo, conocí a una persona realmente excepcional, una inteligencia excepcional y con un compromiso con el país que busca cuidar a nuestra gente. Con ella hay un diálogo muy franco y firme sobre la base de las convicciones”, reiteró el ministro, aunque aclaró que "el gasto primario creció interanualmente un 64,8% y que si excluimos el gasto por las restricciones de la circulación, creció por encima de la inflación”.

Y para explicar su gestión habló en relación a las críticas sobre una posible "derechización" del Gobierno, afirmó: "Nosotros trabajamos con absoluto pragmatismo en un contexto que es históricamente muy difícil para la argentina, la doble crisis que nos dejó Juntos por el Cambio. Tuvimos que transitar casi sin instrumentos para proteger nuestro sentido productivo, no es lo mismo hacer política económica cuando no hay crédito y la moneda está tan débil. A uno le gustaría poder hacer mas pero para eso hay que contar con instrumentos, lo que hacemos lo hacemos con el objetivo de mantener una situación de protección a la sociedad".

Malestar

Fuentes del kirchnerismo mencionan que, obviamente, esta intervención mediática de Guzmán no cayó nada bien. Todo lo contrario. Pero que mantendrán su palabra de sostener una tregua hasta después de las elecciones. Pero que mantendrán subrayadas las declaraciones para cuando llegue el momento de contestar, luego de las legislativas de noviembre. Y que la respuesta será dura.

Economía mostro sus números fiscales de agosto. Estos hablan de un déficit fiscal primario de $147.756 millones, lo que confirma una aceleración en comparación con el mes pasado. De esta manera, el "rojo" acumulado de 2021 representa el 1% del PBI si se contemplan los recursos obtenidos en concepto del Aporte Solidario y 1,5% si se excluye este ingreso extraordinario. En el octavo mes del año, el gasto primario del sector público nacional fue de $860.548 millones. Esto implicó un incremento interanual de casi 65% ($338.515 millones), superior a la inflación del último año, algo que no ocurría hace tiempo. Asimismo, el aumento trepa a 87,3% si se excluye el gasto excepcional por el covid-19 tanto de 2020 como de 2021.

El mayor gasto fue traccionado en gran parte por un crecimiento anual de 64,9% (+$111.645 millones) en las transferencias corrientes al sector privado. Dentro de esta división se destacaron los incrementos de tres programas: Políticas Alimentarias (+$17.236,4 millones); Potenciar Trabajo (+$7.145,8 millones); y Acciones de Empleo (+$10.089,9 millones), principalmente REPRO II.

En segundo lugar resaltó un notable incremento de casi 252% ($106.329 millones) en los subsidios económicos (tarifas), que representaron el 17% de los desembolsos totales. Según datos de la consultora Ledesma, este apartado del gasto ya significa el 1,8% del PBI. Guzmán agregó explicaciones en un capítulo donde el kirchnerismo tiene particularmente interés. El Ministerio de Economía precisó que la asistencia a CAMMESA creció en $89.460 millones aunque desde la cartera conducida por Martín Guzmán aclararon que "en agosto de 2020 se registraron menores pagos efectuados a CAMMESA, lo cual afecta la base de comparación".

Las prestaciones sociales, que concentraron el 56,3% del gasto total, subieron 31,9% en comparación con agosto de 2020, muy por debajo de la inflación del período. En particular, las prestaciones de la seguridad social treparon 46,3% por la actualización de la fórmula de movilidad, como así también por el bono de $5.000 a jubilados y pensionados que cobren hasta dos haberes mínimos. Aclara además Guzmán que la mejora se dio por el lado de los ingresos, donde el Estado recaudó $712.792 millones sin contar el Aporte Solidario, lo cual significa un alza interanual de 64,8% (+$258.055 millones). Contando el también denominado "impuesto a la riqueza" el monto subiría a $735.712 millones.

Guzmán sostiene así su estrategia.

Y, posiblemente, tampoco llegue al 4% del PBI. Esto pese a la aceleración en el nivel de gasto que se registró en las últimas semanas antes de las elecciones del próximo domingo, proceso que se aceleraría en los próximos tres meses. Más teniendo en cuenta que probablemente el oficialismo deberá repuntar el nivel de votación en gran parte del país. Sin embargo, Martín Guzmán le asegura al resto del Gobierno, y estos a la clase política candidata, que durante la primer parte del año se hicieron bien las tareas de contención fiscal; como para que en el primer semestre del año el resultado negativo no supere el 0,5%. Y que para el inicio de la última etapa electoral, este se ubique por debajo del 1,5%.

Haciendo números básicos, esto le daría al Gobierno la posibilidad de explorar un aumento de dos puntos porcentuales de desequilibrio para el resto del año. Incluso, aventuran dentro del Gobierno, si los resultados de la recaudación continúan sosteniéndose en un ritmo de al menos 10 puntos porcentuales por encima de la inflación, la variable continuará bajo control. Y, lo más importante y urgente para los candidatos, el nivel de pesos para desplegar ante el electoral díscolo (el resto está garantizado) puede aumentar.

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