Exportación de carne

La curiosa polémica por la peor decisión económica: ¿quién la decidió?

Un chat del viceministro de Agricultura apunta al Máximo Kirchner. Desde su oficina se lo desmiente. La medida generó mucho malestar entre los productores. Y le hace perder al país 200 millones de dólares mensuales.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 1 de septiembre de 2021 · 10:31 hs
La curiosa polémica por la peor decisión económica: ¿quién la decidió?

La decisión de mantener las trabas "Hard" a las exportaciones de carne hasta el 31 de octubre no fue tomada por el ministro de Agricultura Luis Basterra. Tampoco sus colegas de Gabinete nacional Martín Guzmán (Economía) ni Matías Kulfas (Desarrollo Productivo). Tampoco la secretaria de Comercio Interior Paula Español. Ni el presidente del Banco Central Miguel Pesce, indirectamente interesado en el tema. Lo curioso es que, aparentemente, tampoco habría sido una decisión del presidente Alberto Fernández. La medida habría sido tomada, o al menos fiscalizada, por Máximo Kirchner; el titular del bloque de diputados del oficialismo. Así se desprende del curioso chat de WhatsApp que se le escapó al viceministro de Agricultura Jorge Solmi.

El funcionario participa (o participaba, ya que una vez conocido el affaire borró se retiró) de un grupo donde el tema de referencia era la evolución de las condiciones climáticas del país, y sus eventuales consecuencias sobre la producción en la zona pampeana bonaerense. El sábado, casi sorpresivamente, aparece un mensaje de Solmi con una captura de pantalla donde rezaba lo siguiente: “No se podrá hacer un último esfuerzo hablando con Maximo para liberar algo de carne de vaca manufactura e conserva (8 dientes sin preñar) y cupo a frigos nuevos que no tienen?? Es importante en la zona centro para las elecciones”.

Alguien le advierte inmediatamente: "Parece que te equivocaste de chat"; y lo que sigue es la inmediata borrada del mensaje de Solmi. Sin embargo, y como siempre sucede en estas circunstancias, alguien copió el blooper y se dedicó a reenviarlo durante todo el fin de semana. El evento obtuvo luego un vuelo inesperado, una vez que ayer se conoció que se decidió la prórroga de las trabas a más del 50% de las exportaciones de carne hasta el 31 de octubre, especialmente en los cortes vendidos a China; y dispuesta a través de una resolución conjunta firmada por los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura y Pesca publicada hoy en el Boletín Oficial.

Todo esto pese a que desde el Ejecutivo se prometió abrir una mesa de diálogo constante con el sector productivo sectorial, donde participarían los ministerios de Desarrollo y Agricultura, y un mix de productores ganaderos. Dentro de estos encuentros se discutió sobre la evolución de los precios y la evolución de las exportaciones, sobre los mercados ganados y el peligro de perderlos, sobre la inversión necesaria en el rubro y lo que se demora en el retorno de esa apuesta y en la buena fe con la que se podría manejar el sector en el tiempo.

Lo que se acordó de palabra en esas reuniones multitarget, fue que si no había evolución de los valores del precio de los cortes populares por arriba de la inflación, se avanzaría en una liberalización gradual de las exportaciones. Y que para fin de año ya no habría trabas. Se demostró que luego de la primera quincena de junio, cuando las trabas al 100% fueron levantadas, los valores se mantuvieron por debajo de la inflación; y que incluso en las últimas semanas alguno de esos precios bajaron. Levemente, pero bajaron. Las expectativas entonces eran que luego del 31 de agosto haya algún tipo de flexibilización, aunque sea de manera simbólica. No fue así. Pero lo que demuestra el chat de Solmi, es que la decisión no la tomarían ninguno de los que intervenían en esa mesa de diálogo, sino en el Congreso Nacional. Eventualmente debería haber sido en el legislativo oficialista, donde se debería haber dialogado. Desde el costado de Máximo Kirchner descartan la eventualidad, y se preguntan de donde salió la especulación de Solmi. Incluso se lo señala con algún exabrupto. 

Como se contó ayer en estas columnas, la opinión particular es que se trata de la peor decisión tomada por el gobierno de Alberto Fernández desde que este asumió en diciembre de 2019. La medida vigente fue una segunda versión de las trabas "Hard" que se habían impuesto entre mayo y junio pasado, cuando el jefe de Estado dispuso que no podrían haber más exportaciones de carne al exterior hasta que no bajaran los precios.

Los resultados no fueron los esperados. Durante la vigencia de las trabas totales, los precios de mayo subieron 3,3%, cumulando 21,5% con un incremento de 3,1% en alimentos y bebidas no alcohólicas. Ese período el alza de la carne llegó al 5% promedio; nuevamente un porcentaje superior al del IPC general del mes y del sector. Si se suman las alzas promedio en los cortes de carne del bimestre mayo y junio, se muestra un alza de entre 8 y 10%, dependiendo del producto que haya medido el Indec. En el mismo período la inflación sumó 6,5%. La comparación indica que los precios de la carne, durante ese bimestre de vigencia de las trabas arrojó un incremento de entre 3 y 4 puntos por encima de la inflación. Los precios no bajaron, aumentaron más que la inflación y la carne se encareció y se convirtió en difícil de acceder para los sectores populares. Sin embargo, con la liberación parcial de julio y agosto, los valores lograron estabilizarse y hasta bajar levemente.

Según los datos oficiales y los de los privados, las ventas de carne al exterior le aportan al país, unos 3.000 millones de dólares anuales. Sin embargo en el ejercicio 2021, las exportaciones deberían subir ante el incremento de la demanda y los precios internacionales; con lo que el volumen de ventas debería alcanzar los 3.500 millones de dólares.

Argentina logró en el rubro carnes algo que es difícil de lograr en las muy mal manejadas políticas de apertura al comercio internacional: abrir mercados (y en algunos casos recuperarlos), consolidarlos y comenzar a incrementar las ventas al exterior. Si se tiene en cuenta que la carne vacuna argentina genera ventas mensuales por unos 400 a 500 millones de dólares mensuales, la restricción de colocaciones del 50% de las exportaciones le estaría haciendo perder ingresos en divisas por entre 200 y 250 millones de dólares mensuales. En promedio unos U$S 2.500 millones.

Para tener en cuenta lo que representa este dinero, este mes Martín Guzmán le deberá pagar al FMI unos 1.800 millones de dólares por los intereses del Stand By firmado por Mauricio Macri en 2018. Si no se hubieran trabado las exportaciones de carne, el dinero generado por esas ventas se podría liquidar el vencimiento al FMI sin utilizar el dinero de las reservas. Y, el Gobierno, podría utilizar esas divisas para hacer campaña para lograr más votos. Lo que se dice, una autoametrallamiento económico en los pies. Contrario incluso a los intereses políticos del propio oficialismo.

Archivado en