Historias

El día que Maradona enamoró a Beckenbauer: a los 18 años y en Tucumán

En 1978, el Cosmos de Franz Beckenbauer jugó en Tucumán un amistoso frente a la Selección Argentina Sub-20. De la magia y el gol de tiro libre de Maradona a la frase del “Kaiser”: “Este chico es...".

Lucio Cappellini
Lucio Cappellini lunes, 18 de marzo de 2024 · 23:57 hs
El día que Maradona enamoró a Beckenbauer: a los 18 años y en Tucumán
Beckenbauer y Maradona, los mayores atractivos de aquel encuentro Foto: El Gráfico

Era una época en la que Estados Unidos había apostado fuertemente por el “soccer”. Un deporte poco popular en el norte del continente americano, pero que, con la ayuda de algunas incorporaciones estelares, se volvería cada vez más atractivo. En la década del 70, el Cosmos de New York, un humilde equipo de la liga estadounidense, revolucionó el deporte al contratar nada menos que a Pelé, por entonces un veterano que ostentaba 3 Mundiales con la Selección de Brasil. Luego llegaron el italiano Giorgio Chinaglia y el lateral Carlos Alberto, recordado por ser el autor de uno de los más lindos goles en la historia de la Copa del Mundo (frente a Italia, en la final de México 1970). Y también lo hizo Franz Beckenbauer, una verdadera estrella del fútbol de élite: dos veces ganador del Balón de Oro, multicampeón con el Bayern Munich, que lo homenajeó tras su fallecimiento el último 7 de enero, y capitán de la selección alemana vencedora en el Mundial de 1974. Ese Cosmos, ese conglomerado de figuras en el ocaso de su carrera, llegó a la calurosa Tucumán en la primavera de 1978 para enfrentar a un equipo que representaba su antítesis: talentos jóvenes reunidos bajo la conducción de César Luis menotti y el nombre de “Selección Argentina Sub-20”.

Beckenbauer llegó al país y fue atosigado por una multitud que quiso recibir a la leyenda en el aeropuerto Benjamín Matienzo. “Me agrada y me satisface estar aquí”, declaró templado. Su equipo se hospedó en el cerro San Javier y el viernes 3 de noviembre de 1978 se dirigió al estadio La Centinela, de Tucumán, para el gran desafío. Del otro lado lo esperaban nombres todavía no famosos como Ramón Ángel Díaz y Diego Armando Maradona. Antes del encuentro, recibió un homenaje un Menotti que venía de consagrarse campeón del mundo con la selección mayor, meses atrás. Pero los flashes estaban puestos en Beckenbauer. Por llamativo que suene, las decenas de miles de tucumanos que se aglomeraron en las tribunas no estaban allí exclusivamente por Maradona, que entonces no era más que un talentosísimo chico de 18 años.

Traba y lucha: Maradona sorprendió al alemán. (Foto: El Gráfico)

El partido comenzó y la Selección Sub-20 ejerció dominio desde el segundo cero. Posesión, tiros en los postes, ocasiones de gol. Era una sinfonía de los albicelestes, que finalmente pudieron quebrar el arco rival. Carlos Alberto le hizo una falta a Maradona y el 10, con su suela de terciopelo, hizo lo suyo: golazo de tiro libre para el 1-0. El de Argentinos Juniors siguió brillando y acaparando la atención de los espectadores, eclipsando a un equipo que, en teoría, venía a deleitar. Se escurrió entre dos rivales, envió el centro y la conclusión fue: asistencia de Diego para gol de Rolando Barrera. En el segundo tiempo descontaría Chinaglia para los norteamericanos y la gráfica final marcaría 2-1 en favor de los adolescentes atrevidos que un año más tarde serían campeones mundiales juveniles.

Maradona tenía 18 años recién cumplidos, hacía cuatro días. Beckenbauer, 33. Aún así, el “Kaiser” no escatimó en elogios: “Es un jugador fantástico. Cuando terminó el partido, yo le di mi camiseta y él se puso muy contento. Claro que yo también me llevé la suya y créanme que es un lindo recuerdo. Porque este chico me pareció muy superior a casi todos los jugadores argentinos que vi y enfrenté en los últimos tiempos. Incluso, no vi a ninguno mejor que él en la Copa del Mundo. Es extraño que allí no jugara. ¿Pelé? No son buenas las comparaciones, pero este chico es un crack”.

La tapa del día posterior. (Foto: El Gráfico)

La gira del Cosmos siguió con otros tres encuentros y varios espectáculos, como el show de Gloria Gaynor en el estadio de Belgrano de Córdoba. Pero de todas formas quedó marcada por el primer enfrentamiento entre Maradona y Beckenbauer en una cancha de fútbol. Recuérdese que dos años más tarde el alemán volvería a la Argentina con su equipo, esa vez para enfrentar a Diego en Argentinos Juniors. La historia entre ambos continuó con capítulos conocidos: Beckenbauer fue DT de Alemania en los dos Mundiales a cuya final accedió Argentina, en México 1986 e Italia 1990. Pero el origen de su vínculo siempre se remontará a aquella calurosa noche en Tucumán.

No se trató de un enamoramiento efímero o de palabras vacías de contenido. Realmente, aquel día el ojo de Franz Beckenbauer había percibido lo que el mundo reconocería luego: que Maradona era alguien especial, distinto. En noviembre de 2020, tras el fallecimiento de “Pelusa”, el elegante zaguero alemán escribió en su memoria: “Después del Mundial de 1978 hice una gira por Sudamérica con el Cosmos de Nueva York. Jugamos un partido contra el Sub-21 de Argentina, esa fue la primera vez que vi a Maradona. Enseguida me dije a mi mismo: ¡Esto no es un futbolista, es un artista, un bailarín!”.

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