En las Inferiores de qué club grande fue arquero (y qué apodo tenía) Javier Milei, el presidente electo por los argentinos
El flamante Jefe de Gobierno nacional electo por el pueblo tuvo el mismo sueño que una gran cantidad de argentinos: ser futbolista.
Este domingo, Javier Milei fue elegido presidente de la Nación en un balotaje histórico para el país. El candidato de La Libertad Avanza superó al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa y dirigirá los caminos de Argentina en los próximos cuatro años. El confeso hincha de Boca, que tras los regresos de Juan Román Riquelme y Fernando Gago con Daniel Angelici dejó de serlo, tiene un vínculo muy cercano con el fútbol, ya que también soñó con jugar en Primera, como casi cualquier otro argentino.
En su adolescencia hizo las inferiores en Chacarita Juniors y tuvo un breve paso por San Lorenzo. Aquellos que lo vieron expresaron que fue un gran arquero, pero, a la vez, recordaron que lo apodaban el Loco. "A él lo traen para que forme parte del plantel entre los 13 y los 14 años, puede ser a los 12. Siempre al arco, exactamente igual como es en la vida era de arquero", expresó tiempo atrás Gabriel Bonomi.
En esa charla con Infobae, el exjugador agregó: "Se tiraba para todos lados, no le importaba nada, era de esos tipos fuertes, grandote, medio loco, porque le decíamos El Loco Milei. Buen arquero encima". Otro que habló sobre su estadía en San Martín fue Eduardo Perico Pérez, uno de los mejores jugadores de aquella categoría 70': "Se la jugaba en todas".
"Era un loquito mal adentro del arco, le podía salir bien o mal, pero sinceramente no tengo recuerdos de que se haya mandado una macana o hayamos perdido un partido por él. Cuando atajaba, se convertía. Era ponerse la camiseta y hacer locuras adentro del arco, se tiraba de cabeza, cosas que decías 'Este tipo está completamente loco'", siguió.
Luego, cerró con una particular revelación: "Era muy introvertido, callado. Cuando lo vi en la tele en principio pensé que era como un personaje por el tema de la política, pero después dije, ‘No creo’, porque si bien era un loco en el arco, por ahí lo trasladaba eso a su vida personal y ahora debe ser así, impetuoso. Así que yo le creo, es así".