La Vía Blanca brilló a pesar de la lluvia

Mendoza vivió esta noche una Vía Blanca de las Reinas pasada por agua, pero con mucha energía a pesar del chaparrón. Mendocinos y turistas, aunque en menor cantidad de años anteriores, se agolparon a lo largo del recorrido para apreciar los carros y saludar a las reinas.

Si bien el pronóstico de tormentas había sido levantado, todavía se esperaba que hubiera algunas lloviznas. Cerca de las 21, era evidente que habría más que unas simples gotitas de agua, ya que llovía copiosamente sobre la capital mendocina. Si bien hubo un retraso considerable, la fiesta arrancó finalmente cuando el gobernador Alfredo Cornejo y sus invitados llegaron al palco oficial.

Quizás con la chispa disminuida por el mal tiempo, la Vía Blanca de este año pasó entretenida e interesante, comenzando a calentar los motores para lo que será una nueva edición de la máxima fiesta de los mendocinos.

Ataviadas de paraguas, las reinas y sus séquitos recorrieron el centro sobre sus coloridos carros, repartiendo las frutas y regalos característicos de sus departamentos. Si bien no hubo tanto público como otros años, el fervor vendimial se sintió en los presentes, que no se movieron de sus lugares hasta el fin del desfile.

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Las perlitas de la Vía Blanca

Los políticos también se mostraron muy encendidos en el palco oficial. El gobernador Alfredo Cornejo estuvo acompañado por los intendentes y varios funcionarios, y también por su par salteño Juan Manuel Urtubey. Quien se llevó todas las miradas fue el intendente lujanino Omar de Marchi, ya que fue el único que aprovechó la Vía Blanca para hacer campaña con productos llamativos, destacando un paraguas que paseó por todo el palco.

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