Una arquitecta mendocina busca a su familia biólógica
La arquitecta mendocina Fernanda Rincón Di Césare busca a su familia biológica. Nació en enero de 1976. Las pistas.

La arquitecta mendocina Fernanda Rincón busca a su familia biológica. Una silla vacía en la que espera a alguien que tenga que ver con su identidad.
Rodrigo D'Angelo / MDZLa arquitecta mendocina Fernanda Rincón Di Césare busca a su familia biológica desde enero de 2024 que se enteró que era adoptada. Nació entre el 22 y el 23 de enero de 1976 en una casa clandestina de Luján de Cuyo, donde la adoptaron de manera ilegal.
En septiembre de 2023 se muere su madre adoptiva. Está agradecida por su crianza y la de su padre, quien lleva 17 años de fallecido. En enero de 2024 se entera que es adoptada. Pero hay preguntas que vienen dando vueltas en su cabeza desde su adolescencia. Algunas, las típicas, como el color de pelo diferente a lo de su familia biológica, algunos hobbies, como el amor por la pintura y la habilidad para dibujar desde muy pequeña que no sabía de dónde venía. Después saltarán otros episodios que tomarán sentido más adelante, como el inexplicable grupo sanguíneo de su hija.
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Buscando pistas de la familia biológica
“Es una sensación de todo junto cuando te enterás que sos adoptada. Parte de mi familia, me confirmó, tras la muerte de mi madre, que la madrugada del 23 de enero de 1976 me van a buscar a una casa clandestina en Luján de Cuyo”, relata Fernanda a MDZ. Lo que se sabe es que “Todo este enlace fue a través de una enfermera que trabajaba en el Hospital Militar y hacía las entregas en esta casa clandestina de Luján de Cuyo”. Funcionaban tres casas, una para las parturientas, después para los bebés y la tercera para lo legal.
Hay un dato importante y del que Fernanda tiene un registro. El nombre de la obstetra que figura en la partida de nacimiento es Elena Brizuela de Famiglini, quien trabajó en el Hospital Lamaggiore, de acuerdo a la investigación que Fernanda fue haciendo en este año y medio.
El azar, el destino, las casualidades, vaya a saber qué hizo que el 23 de enero la buscaran en la casa clandestina y que un 23 de enero, 48 años después supiera que es adoptada. Ahora lo que viene es para atrás y para adelante. Saber su identidad, pero también para construirse a sí misma, para contarles a sus hijos de dónde vienen. “Me gustaría saber si tengo hermanos, hermanas. Quien fue mi mamá y mi papá. O quiénes son. Quizá me dan un portazo. Sólo quiero conocer de dónde vengo Necesito cerrar esta parte de mi historia”, agrega.
Herramientas para buscar a la familia biológica
La Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) es el organismo dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos responsable de garantizar el cumplimiento de la Convención Internacional por los Derechos del Niño, en lo referente al derecho a la identidad. “Me hice una análisis para saber si era hija de desaparecidos, y el resultado llegó por mail: negativo”.
Después a ese análisis lo repitió en Mendoza, ya que el Gobierno tiene un programa llamado “Búsqueda de Identidad Biológica" que asiste a personas que buscan conocer sus orígenes, especialmente aquellas que fueron adoptadas o apropiadas. Este programa fue creado por la Ley 9182, y busca garantizar el derecho a la identidad. “Tampoco tuve un resultado positivo”.
“¿Por dónde seguir?”Se pregunta sin cesar Fernanda. La respuesta no es simple, hay caminos que se abren y se bifurcan. Una pariente que dice que su abuelo biológico era militar y su mamá militaba en la agrupación peronista Montoneros. Se quedó embarazada. El padre, otro militante. No la dejaron criar al bebé que era una beba y es Fernanda. ¿Será?, dice mientras los signos de interrogación repican en su cabeza. Pero esta historia no está confirmada.
Un grupo sanguíneo que no es de de la arquitecta
Hay un grupo sanguíneo de su hija, que no es el de ella ni el de su exmarido: el grupo sanguíneo es A ( - ). Claramente es de la familia biológica de Fernanda. En su momento, cuando nació, pasó casi desaparcibido. Ahora, es un dato que puede ser un rastro para seguir con la búsqueda.
Y hay ganas, muchas ganas, un deseo que se impone de saber quién la gestó hace 50 años. O de mucho más. Que sus hijos se junten con sus primos. ya que ella es hija única. ¿Tendrá una hermana o un hermano? ¿Dónde están? Fernanda espera mientras las horas corren, Fernanda busca convencida de que en algún lugar los va a encontrar.