Crece el problema de contaminación ambiental en Guaymallén: ¿qué sucederá con los cultivos?
Más de 500 hectáreas cultivadas se vieron afectadas por desechos cloacales y crece la preocupación por la contaminación en los alimentos y el agua.
El colapso de la colectora cloacal de Guaymallén provocó contaminación ambiental en la zona
Rodrigo D'Angelo / MDZLa problemática en torno a la contaminación del agua y las zonas cultivadas en Guaymallén se acrecienta con el correr de los días. Entre los organismos intervinientes se pasan la pelota por la responsabilidad e injerencia que tienen en 500 hectáreas de cultivos que están contaminados con bacterias peligrosas para la salud como escherichia coli debido al impacto ambiental que generó el derrame de líquidos cloacales en un canal del Gran Mendoza.
Los olores nauseabundos y las aguas servidas en los canales de Guaymallén son parte del paisaje y ahora se suma un potencial riesgo para la población ya que 500 hectáreas cultivadas se encuentran contaminadas. Desde hace años los vecinos de la zona denuncian el colapso de las colectoras cloacales pero también el vertido de fluidos en canales e hijuelas que son utilizadas para el riego de cultivos que luego son comercializados.
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Uno de los problemas comenzó al menos 4 años atrás en la intersección de las calles Severo del Castillo y 2 de Mayo. La zona se inundaba con los efluentes cloacales de una colectora obstruida y el líquido quedaba sobre la calzada, banquina, acequias, arroyos y veredas aledañas.
La colectora máxima Noreste transporta los líquidos cloacales de más de 600.000 mendocinos (Luján, Maipú, Guaymallén y parte de Godoy Cruz). Según informaron desde Aguas Mendocinas (Aysam), la misma presentaba un elevado grado de sedimentación en su interior, causado por la escasa pendiente y colapsos en colectores aguas arriba de la zona crítica de Los Corralitos, en donde se transporta un caudal de más de 1800 litros por segundo.
Como medida transitoria, se decidió el derrame de líquidos cloacales en el Canal Pescara que fue autorizado por el Departamento General de Irrigación lo que generó un gran impacto ambiental que pondría en riesgo la salud de las personas que viven en la zona pero también de todos aquellos que consuman verduras contaminadas.
La situación de los cultivos
“El relevamiento de cultivos realizado por personal técnico del Departamento General de Irrigación en estas zonas, y documentado, confirma la afectación de más de 490 hectáreas cultivadas con especies no permitidas según la Resolución N° 400/03. Se trata de productos de consumo directo”, alerta el informe oficial que también dictamina que la producción contaminada no puede ser puesta a la venta para el consumo.
Según el informe de las zonas contaminadas, en ese sector se cultivan verduras de consumo directo que habitualmente no están entre los productos habilitados para las Áreas de Cultivos Restringidos Especiales (ACREs) que son áreas agrícolas destinadas al aprovechamiento productivo de los efluentes tratados que provienen de plantas depuradoras de líquidos cloacales.
Por ese motivo, se notificó a los agricultores afectados que "a fin de evitar un daño a la salud en particular y a la comunidad en general, no podrá utilizarse de manera alguna (consumo, comercialización) los cultivos existentes aguas abajo de la zona donde se produjo el colapso y consecuente vuelco". En la notificación presentada ante Irrigación, Aysam asume "el compromiso de ofrecer recursos y apoyo técnico y económico tendientes a asegurar que el cultivo sea apto para el consumo" y se le comunica al productor que "no podrá utilizar de manera alguna, sea para consumo, comercialización, etc. sus cultivos, hasta que se pueda determinar que no existe riesgo alguno en su consumo”. Los productores tuvieron que deshacerse de las verduras (especialmente rastreras) que se encontraban contaminadas y la empresa de Aguas Mendocinas se vieron obligados a resarcir a los damnificados.
"Fui al centro de salud con un fuerte dolor de panza, vómitos y diarrea. El médico me preguntó si había consumido verduras crudas y me dijo que evite ese tipo de alimentos porque están contaminados. Me recomendó que hierva las verduras y lave muy bien las frutas", contó una vecina de Corralitos. Ese testimonio se suma a otros casos similares que se fueron conociendo las últimas semanas y puertas adentro de los centros de salud que hay en Guaymallén comienzan a mirar con preocupación la situación ya que no en todos los casos, los afectados acuden a los efectores de salud. No obstante, según la cartera sanitaria de la provincia de Mendoza, el problema no revestiría de gravedad ya que aseguraron que se está monitoreando de forma constante la situación desde febrero y no se observan indicadores que determinen un riego potencial a la salud pública.
La zona afectada por la contaminación ambiental es la circundante al canal Pescara, en varios departamentos. “El agua utilizada para riego en las zonas afectadas presenta altos niveles bacteriológicos, especialmente en el Canal Colonia y el Auxiliar Tulumaya”, agrega el informe oficial del Departamento General de Irrigación, organismo que autorizó a la empresa Aguas Mendocinas (Aysam) a volcar líquidos cloacales directamente al canal por los desbordes y la crisis de infraestructura que hay.
Pase de facturas y deslinde de responsabilidades
Tras conocerse el impacto de la contaminación ambiental en el agua y las zonas cultivadas, las respuestas por parte de los organismos oficiales fueron diversas pero la coincidencia está en el hecho de que "la culpa es del otro".
Aguas Mendocinas pidió la habilitación para el vertido de efluentes cloacales al canal Pescara por 45 días de manera excepcional y días atrás solicitó una prórroga porque no está solucionado el problema de fondo. Irrigación accedió con algunos condicionantes, entre los que se encuentra la admisión de responsabilidad de los problemas colaterales que arrastrará la contaminación ambiental. Incluso desde Irrigación temen por las consecuencias legales que pueda haber por el impacto ambiental. “Resulta imperioso preservar la responsabilidad institucional del organismo y prevenir posibles consecuencias legales ante afectaciones a la salud pública o reclamos de terceros”, mencionan en la documentación.
Actualmente se descargan 300 litros por segundo de líquidos cloacales al canal Pescara y ese volumen termina en zonas cultivadas. Si bien el vuelco de los desechos por parte de Aguas Mendocinas era una medida excepcional, desde la empresa solicitaron una prórroga ya que no han finalizado los trabajos de limpieza y destape de la colectora.
El titular de Aysam, Humberto Mingorance fue categórico al afirmar que "al realizar las mediciones y controles de la calidad del recurso hídrico antes y después de la puesta en funcionamiento del bypass que posibilita el vertido de los desechos cloacales en el Canal Pescara, el agua presentaba los mismos niveles de contaminación y no fueron alterados". Dicho en otras palabras... la contaminación del agua que fluye por ese canal ya estaba contaminada desde antes y el vertido de los desechos cloacales de más de 480 mil mendocinos no afectó la composición química del agua del Canal Pescara.
Por otra parte, el titular de Irrigación, Sergio Marinelli aseguró: "En las zonas bajas de Mendoza hay un problema que tiene que ver con cómo funcionan las empresas y la gente. Cuesta controlar los vuelcos a lo largo de todo el trayecto del canal. Hay muchos barrios de Guaymallén, loteos y asentamientos. Tenemos muchos problemas y los vamos a seguir teniendo, la solución es la inversión y obras que se postergaron durante muchos años y hoy se están llevando a cabo. Hay que cambiar la cultura de los agricultores también que utilizan el agua que tiene una carga orgánica importante. Estamos tratando de conducir a procesos más serios donde esté todo controlado. Tenemos una reglamentación y estamos aplicando las multas correspondientes".
"El canal Tulumaya tiene una toma directa del río porque eventualmente se puede usar para transportar agua a otros canales agua abajo. Se empieza a usar donde están las empresas en la Ruta 60, allí hay un punto donde se realizan vuelcos por parte de la Municipalidad de Maipú que fue multada por ese motivo", destacó Marinelli y agregó: "Con el volumen extra del vuelco de Aysam, solicitamos que venga una empresa de Brasil para colaborar con los trabajos. El volumen de líquido es mayor porque hubo que prender los pozos porque además de clorar es necesario diluir y eso provoca un aumento considerable en el caudal de agua del Pescara. Ese incremento provoca que caiga en el Cacique Guaymallén y más abajo descargan las tomas de distintos canales de Lavalle. Nosotros evitamos que el agua entre en la Hijuela Esteban pero entró en el canal Colonias y al Tulumaya donde hay riego de cultivos. Ante esa situación pedimos la intervención del Ministerio de Salud, se hicieron evaluaciones y se llegó a la conclusión de que no hay riesgo para la vida".