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Ojos en Alerta: el método de prevención del delito en los municipios

Un modelo de prevención del delito que revolucionó la seguridad pública convirtiendo a los vecinos en actores imprescindibles. 54 ciudades del país utilizan esta herramienta colaborativa.
Todas las ciudades que lo implementaron, reconocen que el valor agregado de “Ojos en Alerta” es el cambio de comportamiento comunitario. Foto: Santiago Tagua/MDZ
Todas las ciudades que lo implementaron, reconocen que el valor agregado de “Ojos en Alerta” es el cambio de comportamiento comunitario. Foto: Santiago Tagua/MDZ

Jueves por la mañana en una zona residencial de San Miguel. Un auto se detiene en la puerta de una casa y un hombre llama a la puerta haciéndose pasar por un jardinero. La dueña de casa no lo reconoce y no lo deja pasar. Mientras el sospechoso se va, la mujer lo filma desde el piso de arriba y envía el video y un mensaje a Ojos en Alerta: "Recién vinieron a mi casa unos señores que se hicieron pasar por jardineros". Unas pocas cuadras más adelante, una patrulla municipal los detiene para identificarlos. En el auto llevaban armas, precintos y uno de ellos tenía pedido de captura.

La seguridad pública es un tema recurrente en el debate nacional, y con justa razón. Los ciudadanos demandan soluciones, sin embargo, reaccionar frente al delito consumado, no es suficiente, es preciso trabajar en la prevención efectiva. Hoy se habla mucho al respecto, pero las estrategias son limitadas: tótems en las plazas, "paradas seguras", cámaras de seguridad que difícilmente vean una actitud sospechosa en tiempo real o patrullas de guardia urbana recorriendo las calles a 30 km/h. Ninguno de todos estos elementos logra prevenir el delito de manera efectiva, es decir, adelantarse al hecho delictivo para evitar que suceda. Pueden llegar a ser una herramienta disuasoria, pero en la práctica, sólo se utilizan o activan en el momento en que el hecho delictivo ha sido consumado.

La seguridad pública es un tema recurrente en el debate nacional, y con justa razón.

Sin embargo, hay un actor fundamental que, involucrado de forma adecuada, resulta clave para llegar antes que los delincuentes: la participación ciudadana. Hoy los vecinos cuentan con distintos canales de denuncia como el 911, pero nadie recurre al sistema para denunciar un hecho sospechoso, ni siquiera si está presenciando un asalto o un incidente en la vía pública. En general, la comunicación es ex post, es decir, el daño ya fue hecho y el paso del tiempo aleja la posibilidad de solucionarlo.

En este contexto, el programa "Ojos en Alerta" ha emergido como una iniciativa transformadora, que cambia la forma en que las comunidades se involucran en la seguridad local. Este modelo, implementado inicialmente en San Miguel, Buenos Aires, hace ocho años, se basa en un principio sencillo pero poderoso: la comunicación directa y accesible entre los ciudadanos y el municipio. A través de un contacto de WhatsApp, cualquier persona puede reportar actividades sospechosas, emergencias o incidentes, conectándose directamente con el centro de monitoreo local. Esto no solo permite una respuesta más rápida, sino que también cambia el comportamiento comunitario, fomentando la solidaridad y el sentido de responsabilidad compartida.

"Ojos en Alerta" ha emergido como una iniciativa transformadora.

El éxito de "Ojos en Alerta" se debe a dos elementos fundamentales: en primer lugar, el uso de un sistema de mensajería que todos conocen, WhatsApp, lo hace mucho más eficiente que una app, no consume datos, no hace falta aprender a usarla y no queda olvidada en el celular de los usuarios; en segundo lugar, para participar de "Ojos en Alerta", los vecinos tienen que hacer una capacitación cuya finalidad es mostrar la capacidad de respuesta del sistema municipal y  generar conciencia sobre la importancia del compromiso ciudadano. Su expansión a 54 ciudades en 11 provincias argentinas, donde más de 700 mil ciudadanos lo utilizan, pone de manifiesto su eficacia y también su capacidad para adaptarse y responder a las necesidades de diferentes comunidades. Además, las cifras hablan por sí solas: en San Miguel, la tasa de delitos denunciables ha disminuido entre un 50% y un 70% en la última década, según datos del Ministerio Público Fiscal.

Se hicieron pasar por jardineros

Lo que hace único a "Ojos en Alerta" es su enfoque en la prevención desde el municipio, la primera línea de contacto con los ciudadanos. Mientras que la seguridad pública es, por mandato constitucional, una responsabilidad de las provincias, la prevención es una tarea en la que los municipios pueden y deben desempeñar un papel crucial. Al proporcionar un canal de comunicación simple y eficiente, los gobiernos locales pueden generar confianza y empoderar a los vecinos para que se conviertan en parte activa de la solución.

Todas las ciudades que lo implementaron, reconocen que el valor agregado de "Ojos en Alerta" es el cambio de comportamiento comunitario: en primer lugar, los vecinos llaman para prevenir, es decir, informan hechos sospechosos; en segundo lugar, los vecinos están más atentos y ven movimientos y actitudes a las que antes no prestaban atención y, finalmente, genera comunidades más solidarias, ya que el 80% de los mensajes son de una persona para ayudar a alguien a quien no conoce.

Seguridad

Así, "Ojos en Alerta" no solo es un programa de seguridad; es un cambio de paradigma en la forma en que entendemos la prevención del delito. Al involucrar a la comunidad y ofrecer herramientas accesibles, este modelo ha demostrado ser una respuesta efectiva a uno de los desafíos más apremiantes de la sociedad actual. Es un recordatorio de que, cuando trabajamos juntos y aprovechamos la tecnología de manera inteligente, podemos construir comunidades más seguras y solidarias.

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