Opinión

Un mundo de distracciones: cómo controlar los impulsos y por qué es fundamental

Desarrollar el control inhibitorio desde una edad temprana es fundamental para el desarrollo socioemocional y académico de los niños.

Carolina Paganini y Erica Miretti viernes, 9 de agosto de 2024 · 07:00 hs
Un mundo de distracciones: cómo controlar los impulsos y por qué es fundamental
En un mundo donde las distracciones y las tentaciones son omnipresentes, el control de impulsos se vuelve fundamental.  Foto: MDZ

Hoy queremos invitarlos a pensar en el autoconocimiento personal y plantear algunas consideraciones importantes del control inhibitorio, que no es nada más ni nada menos, que una función ejecutiva, clave como puerta de entrada a la  atención. Teóricamente la definimos como: La capacidad de suprimir impulsos y concentrarse en tareas a largo plazo. Hoy resulta más que nunca fundamental contar con esta función, dado que vivimos en un mundo de distracciones constantes y gratificaciones instantáneas. La inhibición, en el contexto de las funciones ejecutivas, se refiere a la capacidad de suprimir respuestas automáticas o impulsivas para actuar de acuerdo con objetivos a largo plazo y claramente a esto debemos sumarle nuestro ser persona, actuar conforme a los valores que pregonamos y necesitamos conservar . 

Es una habilidad crucial para la autorregulación y el éxito en todas las áreas de la vida. En un mundo donde las distracciones y las tentaciones son omnipresentes, el control de impulsos se vuelve fundamental. 

La capacidad de suprimir impulsos y concentrarse en tareas a largo plazo.

Componentes clave de la inhibición

  • Pausar antes de actuar, permitiendo que el pensamiento racional predomine sobre las reacciones instintivas. No responder de inmediato a un mensaje de WhatsApp mientras se está en una reunión importante. 
  • Controlar reacciones emocionales intensas que pueden llevar a comportamientos impulsivos. Mantener la calma en situaciones de conflicto en lugar de reaccionar con gritos . 
  • Mantenimiento de la atención, focalizarse en una tarea específica y resistir la tentación de distraerse con estímulos externos o internos. Evitar la procrastinación en tareas importantes ignorando notificaciones de redes sociales. 
  • Planificación y postergación de la gratificación, evaluar las consecuencias a largo plazo y optar por recompensas diferidas en lugar de gratificaciones inmediatas. Guardar dinero para el futuro en lugar de gastarlo en compras impulsivas. 
  • Capacidad de resistir deseos o hábitos perjudiciales que podrían afectarnos a largo plazo. No ceder a la tentación de comer alimentos poco saludables permanentemente.

En el mundo frenético de estímulos constantes, la capacidad de inhibir acciones impulsivas es más relevante que nunca debido a varios factores: (mientras leas pensá como una actividad donde te pongas una calificación del 1 al 10. Y te plantees objetivos para su mejora)

  • Tecnología y distracciones digitales: con la omnipresencia de los dispositivos digitales y el acceso constante a Internet, la capacidad de inhibir la compulsión de revisar el teléfono o las redes sociales es crucial para mantener la productividad y la atención. 
  • Gratificación instantánea: la cultura moderna a menudo promueve la gratificación instantánea, desde compras en línea hasta el consumo de contenido digital. La capacidad de posponer esta gratificación en favor de metas a largo plazo es vital para el éxito personal y profesional. 
  • Ambientes de alta demanda: en entornos laborales y personales exigentes, la habilidad de regular comportamientos impulsivos de querer hacer todo, no permite una gestión del estrés, ansiedad y la toma de decisiones más consideradas y estratégicas. 
  • Interacciones sociales y profesionales: la inhibición es esencial para mantener relaciones saludables y manejar conflictos de manera constructiva. Permite una comunicación más efectiva y evita reacciones impulsivas que podrían dañar las relaciones. 
  • Salud y bienestar: el control de impulsos juega un papel importante en la salud física y mental. Permite mantener hábitos saludables y evita conductas que podrían ser perjudiciales. 
En el mundo frenético de estímulos constantes, la capacidad de inhibir acciones impulsivas es más relevante que nunca. Foto: MDZ.

¿Cómo mejorar la inhibición, desarrolla ahora tu propio plan? 

  • Practicar la meditación y la atención plena (Mindfulness): estas prácticas ayudan a mejorar la capacidad de estar presente y consciente, lo que facilita la regulación de impulsos. 
  • Establecer metas claras y prioridades: tener objetivos definidos y una comprensión clara de lo que es importante ayuda a suprimir impulsos que pueden desviarte de tus metas. 
  • Utilizar técnicas de control de estímulos: reducir la exposición a tentaciones, como apagar notificaciones o evitar ciertos entornos, puede ayudar a disminuir comportamientos impulsivos. 
  • Desarrollar estrategias de aplazamiento: implementar métodos para retrasar la gratificación, como el método Pomodoro (trabajar en intervalos de tiempo y luego tomar breves descansos), puede mejorar la capacidad de inhibir impulsos. 
  • Reflexionar y revisar comportamientos: analizar situaciones en las que se actuó impulsivamente y considerar formas alternativas de responder en el futuro puede reforzar la capacidad de inhibición. 

Resulta entonces que después de entenderlo desde la teoría, creemos que es necesario ponerlo como prioridad en nuestras prácticas profesionales, docentes y en la crianza de nuestros hijos. Es importante para entenderlo pensar en la analogía del entrenamiento, para su adquisición, se necesita la práctica constante y repetida. Es decir crear oportunidades de manera frecuente para practicar el control de impulsos y emociones. 

Desarrollar el control inhibitorio desde una edad temprana es fundamental para el desarrollo socioemocional y académico de los niños. Foto: MDZ.

No se trata de algo innato, sino de algo que se desarrolla con la práctica y las oportunidades que nos brindan o crean, por ejemplo: juegos de mesa reglados, cooperativos, turnos, decisiones en conjunto, que fomenta el pensar, parar y luego actuar y tomar decisiones que impliquen el autocontrol. 

Como padres y educadores debemos no olvidar

  • El refuerzo positivo cuando logra esperar el turno , se da tiempo para pensar, debemos ser modelo de identificación.
  • Proporcionar un ambiente estructurado donde se practique y desarrolle la espera y cuáles son las reglas. 
  • Enseñar técnicas como la respiración profunda y calma 

Fomentar la resolución de problemas, pensar antes de actuar. Por eso cuando pregunto manejar la ansiedad y no dar la palabra al primero que levanta la mano y siempre sabe, establecer como práctica y hábito esperar un minuto y pensar después contestar. Guiarlos en cómo evaluar las consecuencias de diferentes opciones antes de tomar una decisión. 

A modo de conclusión:

Desarrollar el control inhibitorio desde una edad temprana es fundamental para el desarrollo socioemocional y académico de los niños. Tanto en la crianza como en las instituciones, proporcionar un ambiente de apoyo, modelos positivos y oportunidades de práctica son clave para fortalecer esta importante función ejecutiva

Cada uno lo diseña como quiere, pero es urgente ponerlo en marcha

Carolina Paganini

* Carolina Paganini . Diseñadora de experiencias educativas de impacto. Educadora. Creadora y Directora Ancaludus 

Erica MIretti

* Erica MIretti. Psicóloga. Neuropsicoeducadora. Educadora. Equipo Ancaludus

Archivado en