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Día del Periodista: el poder de cambiar algo todos los días

Cuál era la visión periodística de San Martín y cuáles fueron los primeros diarios de Mendoza.
Foto: Shutterstock
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Nunca es tarde para aclarar que el motivo que dará origen a la conmemoración del Día del Periodista fue cuando el 7 de junio de 1810 apareció la “Gazeta de Buenos Aires”, pionero periódico del tiempo independentista, escrito y dirigido, por Mariano Moreno. Y será recién en 1938 cuando en un congreso de periodistas argentinos realizado en Córdoba estableció la conmemoración en honor al primer diario que defendió ideas patrióticas. En el fondo, la vida y acción de Moreno (aún en el fondo del mar, vaya trágica paradoja) siempre nos interpela. Esa es otra característica de un buen periodista.

Ya otro antecedente referencial había sido el “Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Rio de la Plata” fundado el 1 de abril de 1801. Fue el primer diario impreso en el Río de la Plata. También de aquel primer momento cuando la patria estaba al nacer fueron el “Semanario de la Agricultura”, dirigido por Vieytes y “El correo de Comercio” bajo la conducción de Belgrano.

La visión periodística de San Martín

Estando San Martin en Mendoza, en tiempos de preparación del ejército libertador, le dirigió una carta al director supremo Juan Martín de Pueyrredón solicitándole le enviase una imprenta para estampar proclamas y boletines. San Martín ya percibía la relevancia de la comunicación para mantener informado al pueblo y lo necesario de sostener la moral ciudadana con noticias de alto impacto. Al acceder al pedido, en carta del 18 de noviembre de 1816, Pueyrredón expresaba: “Con la pólvora que saldrá dentro de ocho días, irá también la imprenta que me pidiera en su carta anterior; dicha imprenta solo debe ser usada al servicio del ejército exclusivamente y no para el uso de los doctores”. Pero además con la imprenta llegaron también una prensa chica, cincuenta resmas de papel, dos cajas de composición (donde se colocaban las letras para armar palabras), un barrilito de tinta y ochocientas libras de tipo (letras, signos, números). Sin embargo, la imprenta no pudo cruzar la cordillera con el ejército pues los impresores que debían manejarla no habían llegado a tiempo. Gracias a esa situación, el 16 de febrero de 1817 el Gobernador Intendente de Cuyo Toribio Luzuriaga logró estampar el primer impreso que circuló en Mendoza, donde daba a conocer al pueblo la trascendental victoria de Chacabuco. A partir de ahí el espíritu patriota se multiplicaría gracias a los periódicos editados. San Martín consiente de esto, designó a empíricos especialistas para dicha tarea, dándole la tarea de sembrar una opinión favorable hacia la gesta emancipadora y un lugar estratégico en la mesa de mando del ejército libertador. Al lado de su comando militar ya había periodistas.

Los primeros diarios de Mendoza

El primer periódico mendocino fue “El termómetro del día”, y se imprimió, también en aquella imprenta pedida por San Martín desde el 20 de mayo 1820. Fueron solo siete números. Salía solo los domingos y constaba de cuatro hojas.

Estaba redactado por Juan Escalante. Como hecho trascendente diremos que en ese medio escribió Juan Gualberto Godoy, el mismo “Juan Sin Tierras” que venció como “el mandinga” al famoso Santos Vegas en una mítica payada.

El otro diario mendocino de ese tiempo fue “La Gaceta de Mendoza” que se imprimió desde julio de 1820 y por pocos meses más.

Luego vendrán una sucesión de matutinos: “El Verdadero Amigo del País”, de orientación claramente liberal dirigido por Juan Lafinur entre 1822 y 1824 con 64 ediciones publicadas.

Le seguirá “El Eco de Los Andes” (23 de setiembre de 1824) bajo la tutela de José Lisandro Calle”, de neta orientación unitaria. En dicho medio también colaborarán, el citado Gualberto Godoy, Francisco de Borja Correas y el boliviano José María Salinas que había sido secretario de Simón Bolívar (y será una de las primeras víctimas de las persecuciones a periodistas en la América que buscaba su emancipación. Fue arrastrado por dos caballos, después de haberle arrancado los ojos, cortado la lengua, cercenado los diez dedos de las manos y abrirle el pecho para arrancarle el corazón, tirándoselo a los perros para que se lo comieran).

Por aquellos momentos tres imprentas había en Mendoza de donde salía toda la producción periodística provincial: la imprenta de Juan Escalante, la del movimiento Lancasteriano y la oficial de gobierno provincial.

También podríamos citar entre los pioneros a “El Iris Argentino” (1826) o “El Orden” de profunda filiación católica. Mientras que “El Constitucional” (1852-1884), el gran diario mendocino del siglo XIX, se convertirá en el primer periódico político con una clara orientación partidaria. Aquel diario impulsor de la periodicidad cotidiana será clausurado con la llegada de Rufino Ortega al poder en 1884.

El Constitucional fue fundado por Juan Ramón Muñoz. Tuvo una vigencia de 32 años. Mientras tanto ya recorría Mendoza el histórico diario “Los Andes”, fundado (1883) y dirigido por Adolfo Calle, abiertos opositores al gobernador Ortega y al ministro Bermejo, como también enemistados acérrimamente con el presidente de la cámara, Tiburcio Benegas y figuras como Civit.

Ya terminando el siglo XIX e ingresando hasta las primeras décadas del XX circulaban en Mendoza 192 diarios, entre los cuales sería imposible obviar a “El Debate” que circuló hasta 1906 de orientación radical y el trascendental “La Tarde (entre 1908 y 1970), “La Quincena Social” de 1919 a 1926, donde escribieron las grandes plumas mendocinas: Jorge Ramponi, Ricardo Tudela y Américo Calí. Además “La Palabra” el diario lencinista y “El Socialista” la voz partidaria de los seguidores de Juan B. Justo. “Tiempo de Cuyo” (1956 – 1961), “Diario Mendoza” de 1969 a 1990, “Diario Hoy” y el contemporáneo “Uno” no podrían obviarse.

Mientras tanto en el Este mendocino, el primer periódico zonal aparecerá el 5 de noviembre de 1890. Será específicamente un semanario y se denominará: “El Este”. Contaba entre sus columnistas con el joven (futuro gobernador) José Néstor Lencinas y fue dirigido por Idelfonso Hernández y Aureliano Quintana, convirtiéndose desde su aparición en un referente de los departamentos esteños.