El lugar de las mujeres y los desafíos culturales pendientes

En el Día Internacional de la Mujer recordamos las importantes luchas que las mujeres han llevado a cabo a lo largo de la historia para lograr una ciudadanía plena, como la lucha por el voto, el acceso a la educación superior, por iguales condiciones de trabajo, la patria potestad compartida, los derechos reproductivos y no reproductivos, entre otras.

Es importante reflexionar sobre su valor de nuevas oportunidades que han abierto para las mujeres, desafiando roles y prejuicios arraigados. Desafiando el rol social esperado para “la mujer”. Hoy valoramos y reconocemos la importancia de no limitar el rol de las mujeres a el espacio tradicional de la maternidad, la belleza física y los cuidados.

Hoy, también, valoramos la puesta sobre la mesa del “no es no”, “mi cuerpo es mío” derribando prácticas aceptadas de apropiación del cuerpo de las mujeres. Culturalmente, hemos dado una serie de valiosos pasos que significan un reconocimiento más pleno de los derechos de las mujeres; pero, ¿alcanzan?

En la actualidad, a pesar de los avances logrados en las últimas décadas, las mujeres todavía enfrentamos numerosos desafíos y obstáculos para alcanzar la equidad de género. Las desigualdades se suman y resultan en desventajas acumuladas. Las que cuentan con educación superior o una mejor situación económica tienen más oportunidades para ser autónomas, mientras que las mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica enfrentan, aún, mayores dificultades que profundizan la desigualdad.

La autonomía económica es un componente crucial para erradicar las desigualdades por razones de género. Acceder a empleos justos, dignos y libres de violencia de género sigue siendo “El Desafío” con mayúsculas, una pieza clave del cambio cultural que tenemos que seguir profundizando. Es en ese lugar donde nos volvemos a preguntar qué rol ocupamos las mujeres en la sociedad: ¿dónde estamos? ¿qué hacemos? ¿cuántas de nosotras participamos de las grandes decisiones de esos “círculos rojos” que afectan directamente nuestra vida cotidiana? ¿y cuántos varones? Hoy, en una sociedad donde el entrenamiento para el liderazgo es la norma de las organizaciones ¿dónde estamos las mujeres?

En Argentina, las mujeres conformamos el 50,5% de la población, sin embargo, mientras que 8 de cada 100 varones accede a cargos jerárquicos solo 4,7 de cada 100 mujeres llega a los mismos lugares. La escasa presencia femenina en los círculos de poder persiste como un tema subestimado que carece del reconocimiento que merece en nuestra sociedad. Es importante volver a señalar que, si bien las mujeres somos alrededor del 61% de las personas que terminan los estudios de grado y postgrado, la ausencia de mujeres en los lugares de decisión es abrumadora.

A modo de conclusión

Una primera conclusión que podríamos extraer de estos datos es que la gran mayoría de las decisiones que se adoptan en diferentes ámbitos sociales, antes de ser mala en sí mismas, son al menos incompletas. Cuando profundizamos en sectores específicos, como por ejemplo el sistema de justicia, un Mapa de Género realizado por la Oficina de la Mujer en el 2022, visibiliza que el poder judicial está conformado por 72.422 mujeres (57% del total) pero ellas conforman sólo el 30% de los cargos mas altos de este poder del Estado.

Estos datos, que se repiten sistemáticamente en diversos ámbitos, dan testimonio de la desigualdad que rige a la hora de designar y las barreras que tenemos a la hora de concursar y acceder a los cargos jerárquicos. En los poderes ejecutivos a nivel nacional no hay, en este nuevo ciclo electoral, mujeres ocupando el rol de gobernadora. Nuestras investigaciones arrojan también que hay en promedio sólo un 24% de mujeres al frente de ministerios en todas las provincias del país y el estado nacional.

En cuanto intendencias, pudimos observar que para finales del 2023, había tan sólo un promedio de 14.7% ocupando el rol de intendenta. En la educación superior, según el INDEC (2023), sólo el 12% de los cargos de rectoría universitaria están ocupados por mujeres siendo que existe paridad de género entre las personas que ejercen la docencia.

La investigación académica repite índices similares, las mujeres representan el 61% de la base y solamente el 24% ocupa el rol de investigadoras superiores. Respecto al ámbito privado, la Revista Mercado realizó una investigación de género en el 2023 entre las 1000 empresas que más facturan en la Argentina. Entre los datos que arroja, se destaca el hecho de que de los 6.153 miembros (titulares y suplentes) que conforman las juntas directivas de las 1.000 compañías, 5.076 son varones y solo 1.077 son mujeres (es decir, el 17,5%).

Las presidencias están ocupadas por varones en el 93,6% de las juntas relevadas. Todas estas estadísticas ponen foco en la ausencia de las mujeres en posiciones de decisión. Cuando trabajamos la temática del "liderazgo de las mujeres", nos referimos al concepto de poder, pero principalmente a la influencia que deseamos tener en las decisiones políticas, empresariales, académicas y científicas.

Estas decisiones impactan en qué significa la palabra justicia, cuál es la dirección de las políticas públicas, qué vamos a estudiar, qué leemos y cómo se desenvuelven las actividades empresarias; en definitiva, hacia dónde queremos ir como sociedad.

Damasia Cazenave y Paula Noguera, de Reverentia Consultora