Apagar el aire acondicionado o dejarlo encendido todo el día: ¿qué consume más energía?
Los expertos revelaron la respuesta definitiva a esta gran duda sobre el consumo energético de los aires acondicionados. Cuál es la mejor opción.
Los aires acondicionados son un aliado indispensable para hacer frente a las altas temperaturas del verano, pero su uso inadecuado puede afectar no solo tu factura de electricidad, sino también el medio ambiente. Por esa razón es importante tener en cuenta cómo se puede usar de manera eficiente este electrodoméstico para optimizar el consumo de energía y reducir costos.
El dilema de apagar y encender: ¿qué es mejor?
Una práctica común, pero desaconsejada por especialistas, es apagar y encender repetidamente el aire acondicionado. ¿La razón? Cada vez que reinicias el equipo, experimenta un pico de consumo durante la aceleración inicial. Por lo tanto, si esta acción se repite, se traduce en un aumento significativo en el gasto de energía y, en consecuencia, en la factura eléctrica.
Para comprender mejor este fenómeno, es esencial conocer el mecanismo de trabajo del aire acondicionado. Al encenderlo, el equipo debe alcanzar cierta velocidad de operación, momento en el cual se produce el mayor consumo. Así, si se apaga y vuelve a encender, este proceso se repite, generando un ciclo de aceleración y aumento del consumo.
Sin embargo, esto no significa que sea buena idea dejar el aire acondicionado encendido todo el día y toda la noche. Lo ideal es que se utilice el tiempo necesario y se trate de mantener un uso eficiente.
Recomendaciones para un uso Eficiente del aire acondicionado:
- Calificación Energética: Opta por un aire acondicionado eficiente desde el punto de vista del consumo. Todos los aparatos cuentan con una etiqueta que indica la calificación energética, clasificada de la A a la G, siendo la A la de mayor eficiencia.
- Modelos Inverter: Prefiere modelos inverter en lugar de los convencionales. La tecnología inverter regula el compresor, permitiendo que trabaje a la velocidad necesaria. Esto puede lograr un ahorro energético de hasta el 40%.
- Limpieza de Filtros: Lava los filtros regularmente para evitar la restricción del flujo de aire. Filtros limpios no solo mejoran el rendimiento, sino que también contribuyen a prevenir problemas de salud relacionados con el polvo y los ácaros.
- Capacidad Adecuada: Consulta con un técnico para elegir la capacidad adecuada según el espacio. Un aire acondicionado demasiado potente para un área pequeña o viceversa puede resultar ineficiente.
- Ubicación de la Unidad Externa: Instala la unidad externa en un lugar sombreado, ya que la exposición al sol puede afectar su rendimiento. Cada grado menos adentro representa un 8% más de consumo, por lo que buscar una temperatura agradable es clave.
- Uso Moderado y Programado: Apaga el aire acondicionado cuando no sea necesario, especialmente si te ausentas por un período prolongado. Utiliza termostatos programables para ajustar la temperatura según las necesidades del día, logrando un ahorro del 10% al 15%.