Un servicio deficiente que genera malestar a quienes visitan el Parque General San Martín
Algunos de los baños públicos se encuentran en remodelación. Otros se saturan de usuarios cuando hay más gente circulando por la zona. La situación precaria de los cuidadores.
El Parque General San Martín, lleno de familias mendocinas que aprovechan el sol del invierno. También llegan turistas, argentinos y extranjeros, a conocer las maravillas del espacio verde más popular de Mendoza. Entonces, el momento de necesitar un baño público se convierte en un problema. De los que figuran en Google Maps hay algunos fuera de servicio, en otros las instalaciones están algo deterioradas. En este contexto, los visitantes deben hacer fila y dar un pago voluntario para utilizar los sanitarios.
En particular, las dos construcciones cilíndricas ubicadas frente al lago, en la zona del Rosedal tienen problemas con las cañerías de agua. Estos baños tendrán, al menos, una semana más de reparación. Tampoco están en uso las instalaciones del Prado Español, al oeste del lago, y pronto entrarán en obra tanto el restaurante como los baños que se ubican en el extremo norte del espejo de agua. Por eso mismo el resto de los servicios públicos del parque se saturan en días donde hay gran afluencia de público.
Baños públicos en remodelación
Al recibir la consulta de MDZ sobre esta situación, desde Recursos Naturales de la provincia, que tiene a cargo la administración del Parque General San Martín, explicaron que los baños del Rosedal han estado cerrados desde la segunda semana de julio por arreglos. Por fuera ahora lucen murales nuevos y una especie de biombo de madera que protege la intimidad de los usuarios y usuarias. “Había una cañería rota y se aprovechó para hacerlo todo nuevo por dentro. En principio, para la semana que viene ya estaría habilitado”, aseguraron.
Por otra parte, se aclaró que los baños que se encuentran junto a todas las unidades de servicio del parque (como quioscos y restaurantes concesionados) tienen sanitarios que son de uso público. En todos los casos hay personas al cuidado de las instalaciones, que se encargan de la limpieza y que solicitan una colaboración voluntaria. Esa presencia se considera indispensable, porque de otro modo entran personas que hacen mal uso de los baños e incluso los vandalizan. Al conversar con los cuidadores, estos aclaran que no cobran un sueldo del Estado por hacer este trabajo.
En la puerta de unos baños la persona a cargo dijo a MDZ que en el restaurante de al lado le pagan $500 fijos por día por mantener limpios los sanitarios. Por eso pide propinas. Con lo que recibe se encarga de comprar los elementos de limpieza, papel higiénico y jabón líquido. “Si no tuviera hijos que mantener, no lo haría”, dijo.