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Bomberos voluntarios: héroes anónimos que protegen vidas sin importar las circunstancias

En el Parque San Martín, un grupo de héroes anónimos, los bomberos voluntarios, se enfrenta valientemente a cada desafío para salvaguardar el bienestar de la comunidad. Descubre cómo su entrega desinteresada trasciende las circunstancias y brinda protección.

Gerónimo Sosa
Gerónimo Sosa viernes, 2 de junio de 2023 · 09:01 hs
Bomberos voluntarios: héroes anónimos que protegen vidas sin importar las circunstancias
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

En el corazón del Parque San Martín de la Ciudad de Mendoza se encuentra el Cuartel de Bomberos Voluntarios Número 14, un lugar donde la valentía, el compromiso y la entrega desinteresada se entrelazan para salvaguardar la vida y el bienestar de la comunidad. En honor al Día del Bombero Voluntario, nos adentramos en su mundo para descubrir cómo es el día a día de estos héroes anónimos que dedican su tiempo y energía en proteger a los demás, sin importar las circunstancias.

Como muchas ideas en Argentina, este cuartel surge con el sueño y la necesidad de ayudar a la comunidad. Sergio Quinzano es un ex militar retirado que nunca se cansó de servir a los demás, luego de finalizar sus años en el ejército, se encontró con un nuevo desafió en su vida, el cuartel de bomberos del que ahora es presidente. 

Bombero voluntario alistandose
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

En papeles, este sitio estaba creado desde 2011, pero recién con la llegada de Quinzano (2019) la idea tomó forma."Estaba creado en los papeles, pero no había cuartel, no tenían un lugar físico, no había los que tenemos hoy, qué es humilde, pero es un cuartel operativo", comentó desde su oficina. 

Uno de los impulsos que lo llevó a tomar la "posta" del sitio fueron los terribles incendios que azotaron la provincia en 2018: "Cuando ves esos eventos, te das cuentas las necesidades que tiene la Ciudad y que muchas veces no se ve". 

El cuartel se encuentra sobre la conocida Avenida del Libertador que recorre la zona sur del Parque San Martín. Sin embargo, el predio donde está ubicado el cuartel no forma parte de los bomberos, sino que es un galón que pertenece a la Dirección de Parque. 

Sergio Quinzano, presidente del cuartel
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

En pocos años, un simple galpón abandonado se ha vuelto un cuartel próspero con 30 bomberos que están preparados para auxiliar no solo a los ciudadanos capitalinos, sino también a los residentes de otros departamentos. Actualmente, el lugar cuenta con habitaciones para hombres y para mujeres, una cocina, un baño, una sala de controles donde se reciben los llamados de ayuda y el garage donde se encuentra los vehículos. 

Durante el recorrido, Quinzano explico que gran parte de los objetos que poseen fueron donados por la sociedad y también por otros departamentos de bomberos. La cocina es un ejemplo, parte de las ventanas y marcos de las puertas estaban "tiradas en el subsuelo del Auditorio Angel Bustelo" y ellos mismos las reacondicionaron. 

Bomberos alistandose 
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

Además, las instalaciones eléctricas o incluso el durlock que se utilizó para dividir las habitaciones dentro del galpón fue construido por uno de los bomberos voluntarios, ya que todos tienen una vida fuera, con familia y amigos. "Acá tenemos técnicos, médicos, ingenieros, que prestan sus servicios para mejorar el cuartel", explicó el presidente del cuartel. 

Si bien han recibido la ayuda de la comunidad y de otros camaradas, aún poseen necesidades que pueden ser satisfechas por la propia sociedad. En mi estadía noté que el galpón es un lugar frío y que requiere de una calefacción, sobre todo al estar rodeado de árboles. Además, con el invierno cada vez más cerca, la noche llega con antelación y el camino de entrada al cuartel suele estar sumido en la oscuridad. Pese a esto, los bomberos del cuartel 14 emplean todo su ingenio y capacidades para obtener equipo y nuevas herramientas. "Hace poco una mujer quería que deshacerse de una antena y nosotros fuimos, nos colgamos 20 metros de altura, la desarmamos y la trajimos porque nos sirve", explicó Quinzano. 

"Hay que darle obligaciones a los bomberos, pero también cubrir sus necesidades, este año el objetivo es tener un baño más. Dar las comodidades necesarias para no sufrir el calor en el verano y el frío en el invierno" explicó y agregó que, además, el objetivo a mediano plazo es obtener un lugar propio.

Una camioneta que se encontraba en la playa de San Agustín es utilizada como un vehículo de movilidad por los bomberos
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

De los cuatro vehículos que poseen, dos fueron obtenidos de la playa San Agustín, uno de ellos de última generación que fue obtenida de la lucha contra el narcotráfico. 

Cómo es el día a día

Actualmente, el Cuartel de la Ciudad de Mendoza está compuesto por 30 bomberos que se turnan constantemente para cubrir las guardias. 

Debido a que este cuartel es "joven", solo están operativos por 10 horas, ya que se encuentran en un período de "pruebas" que dura dos años, recién el año que viene estarán disponibles para la sociedad las 24 horas del día. 

Si bien este cuartel está operativo de 20 a 6 de la madrugada, un bombero debe llegar más temprano (19) para cargar nafta al camión hidrante, puesto que es necesario tenerlo listo para cualquier emergencia. 

Los bomberos comienzan a llegar sobre las 19:30 y comienzan a alistarse con su uniforme. Una vez que tocan las 20, el presidente de bomberos avisa al encargado de las comunicaciones "darse de alta", lo que significa que están preparados para recibir las llamadas de emergencia. "Es como que nos ponemos online", comentó Quinzano. 

El centro de comunicaciones 
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

"Si bien tenemos 30 bomberos, no siempre todos están por cuestiones laborales, pero siempre nos alcanza para cubrir las guardias obligatorias, cada noche hay 3 bomberos, un maquinista que es el que maneja el camión y el operador de comunicaciones", explicó.

Cuando ocurre un incidente, el Centro Estratégico de Operaciones envía la alerta al operador de radio que en este caso fue el aspirante a bombero Morillas. "Al haber aprobado la materia de comunicaciones en la academia de bomberos puedo hacer todo lo relacionado con la parte de comunicación y estoy en constante contacto con el CEO. Dependiendo la emergencia hay tres colores, el color rojo con la sirena es para incendios de casa con una persona atrapada, por lo que tiene que ir una dotación de forma rápida. El color amarillo puede ser un incendio de campo o un contenedor que se haya prendido fuego y el verde es para el rescate de un animal o un gato que haya que bajar de algún árbol". 

Una vez que suena la alarma y dependiendo de qué amenaza se trata, los bomberos deben alistarse y salir. 

Además de los incendios, los bomberos realizan otras acciones que son desconocidas por la sociedad. Muchas veces se encargan de ayudar a personas atrapadas en un ascensor, personas con obesidad mórbida atrapada en un baño, en los accidentes vehicular también se requiere de su presencia, caída de árboles y el rescate de animales cuando su vida está en peligro. "Iron Man, Superman, la Mujer Maravilla no existen, nosotros estamos acá", comentó Quinzano quien explicó que ya hay días más movidos que otros: "Hay días de la semana que son más tranquilos que otros, como los lunes, caso contrario a los viernes o fines de semana que sale mucha gente y es común que después de una fiesta salgan y prendan un contenedor de basura". 

Qué motiva a ser bombero voluntario

Viviana Ortega (50) fue una de las bomberas voluntarias que se encontraba de "guardia" en el cuartel y comentó qué es lo que se necesita para ser bombero voluntario: "Se necesita amor, amor al prójimo. Saber que vas a poder llegar a salvar la vida de alguien sin esperar nada a cambio es una gratitud personal hermosa, sobre todo porque ayudamos a los demás". 

"Ser bombero no se hace de la noche a la mañana, tenés que cursar la academia durante un año, aprobar los exámenes tanto físicos como los escritos y rendir acá Y si ellos te autorizan, depende cómo está tu nivel, vos rendís confederación, que son los que te dan la certificación nacional. A mí me gusta y yo creo que todos los que estamos acá nos gusta. Nos ha pasado en todas las cámaras que han ido ingresando, son 20, 30 personas y terminan quedando 10. O sea, ahí realmente ves, porque muchos creen que es venir y van a ser bomberos inmediatamente, y no es así, necesitas de una preparación", agregó. 

Viviana Ortega es bombera voluntaria desde hace dos años
Foto: Maximiliano Ríos

Por su parte, Nestor Calusa (42) es otro bombero voluntario del cuartel que contó que para serlo se necesita estar "medio loco, ya que al contrario de la gente común, el bombero y el rescatista son personas que hacen todo lo antinatural y todo lo contrario a lo que hace la gente que es salir, distanciarse del peligro. Nosotros nos acercamos al peligro, nosotros nos metemos al fuego, nosotros nos colgamos y evidentemente para el común de la gente eso no es normal, pero dentro de ese peligro hay una seguridad mínima tal vez, pero esa pequeña diferencia de seguridad es la que uno le brinda a la persona que necesita ayuda".

Nestor Calusa, bombero voluntario
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

El trabajo de un bombero es sacrificado y en parte doloroso, ya que deben hacer frente a las consecuencias directas de un accidente o incendio, pero también tiene un lado gratificante: "Me ha tocado ver cómo la vida se bajó de mis manos y me ha tocado enterarme de que la gente a la que le he ayudado al tiempo ha venido a darte las gracias. A veces ni siquiera te dan las gracias, pero te enterás con el tiempo de que la ayuda que brindaste sirvió. Para mayor o menor, pero sirvió". 

Desde un galpón abandonado hasta un cuartel operativo gracias a la solidaridad de la sociedad, estos héroes anónimos enfrentan incendios, rescates y emergencias con ingenio y sacrificio. Su labor, aunque sacrificada, es gratificante, ya que cada vida salvada y cada ayuda brindada deja una huella duradera en aquellos a quienes sirven. Los bomberos voluntarios, con su espíritu altruista, son verdaderos ejemplos de amor al prójimo y de entrega desinteresada, siempre dispuestos a acercarse al peligro para proteger a los demás.

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