Franja de Gaza: por qué el conflicto no tendrá un tratado de paz en el corto plazo

Las históricas tensiones entre Palestina e Israel se materializaron el pasado sábado 7 de octubre, cuando Hamás atacó de sorpresa al país judío. Se trata de un conflicto que viene siendo planeado desde hace meses y que en tan sólo dos días se cobró más de 1500 vidas.

En diálogo con MDZ, Paulo Botta, analista internacional y especialista en Medio Oriente, señaló que la organización palestina se habría aprovechado de las debilidades israelíes: los graves problemas entre el gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y las reacciones de la sociedad civil. Es decir, este grupo podría haber visto las inestabilidades políticas y sociales como una oportunidad para efectuar los bombardeos en la Franja de Gaza. 

"Por su puesto que también están las tensiones y competencias entre Hamás en Gaza y la autoridad palestina en Cisjordania; Hamás pretende cada vez más mostrarse como el verdadero representante de los intereses del pueblo palestino, contrario a una visión anquilosada y dispuesta a negociar", sumó Botta. Luego, consideró:  "Un tercer ámbito a nivel internacional creo que es que probablemente algunos actores (como es el caso de Irán) pueden haberse visto beneficiados por este recrudecimiento del conflicto". 

El futuro de la guerra en Israel

El especialista, en este sentido, negó que exista en el corto y mediano plazo la posibilidad de un acuerdo de paz entre ambos gobiernos. Para explicar esto, puso de ejemplo a la guerra de Yom Kipur (o guerra del Ramadán), una lucha árabe-israelí desatada en 1973, y cuyo acuerdo recién se firmó en 1978.

"La magnitud del enfrentamiento, la cantidad de muertes civiles en Israel, todo esto haría muy difícil avanzar en este sentido", indicó. Teniendo en cuenta el control de Hamás sobre Gaza, y las autoridades palestinas sobre Cisjordania, opinó que lo que se necesita en realidad es un acuerdo intra-palestino; pero como el panorama para que esto se dé es complicado, de momento sólo se verá un recrudecimiento de las tensiones, con muchas más acciones militares. 

Por su parte, hay algo que no va a quedar atrás y posiblemente le dará dolores de cabeza al gobierno israelí: el hecho de que la inteligencia del país -catalogada como una de las mejores del mundo- haya fallado al no prever la magnitud del ataque. Se tomó por sorpresa a todo el Estado judío, motivo por el que incluso se lo ha comparado con la ofensiva militar a Pearl Harbor efectuada por Japón en 1941.