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Báez Sosa: tres años de silencio y la palabra detrás de la palabra

Este jueves, los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, dijeron sus últimas palabras antes de escuchar la sentencia, la cual se dará el próximo 6 de febrero.

Milagros Moreni
Milagros Moreni jueves, 26 de enero de 2023 · 21:55 hs
Báez Sosa: tres años de silencio y la palabra detrás de la palabra
Foto: Télam

Hablaron. Tres años después dijeron algo. Los ocho imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa se pararon frente al Tribunal que los juzga y dijeron sus últimas palabras durante el proceso que definirá su situación.

Pidieron perdón, lloraron, hablaron “con respeto” y “agradecimiento” a los magistrados y dijeron que aceptarán la pena que se les de. Esto, para cualquier persona con algo de experiencia en el mundo judicial y penitenciario, pudo sonar guionado, sugerido, armado, planificado, pero eso no fue todo: algunos nombraron a Dios y dos de ellos desnudaron entre lágrimas su más profundo deseo, “volver el tiempo atrás”.

Que las declaraciones de Lucas, Ciro y Luciano Pertossi, Blas Cinalli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen y Enzo Comelli hayan sido parte de la estrategia de la defensa es algo probable, aunque no se pueda conocer la respuesta. Su abogado, Hugo Tomei, no habló sobre esto con la prensa, por el contrario, dijo durante su alegato por qué los imputados permanecieron callados tres años: “Al dolor humano hay que respetarlo y nosotros lo hemos hecho desde el silencio desde el primer día y esto me valió de críticas”.

El defensor ahondó sobre la idea. Para él “el Estado lo que pretendía era que (los acusados) declaren y que confiesen o se responsabilicen unos a otros”.

Finalmente, los ocho acusados rompieron ese silencio tan cuestionado y de lo que dijo cada uno pueden separarse las frases en dos grupos: las que repitieron y las que no.

Los ocho pidieron disculpas por el homicidio. Cada uno a su modo. Ayrton Viollaz solo pidió perdón mientras que Lucas Pertossi lo hizo “por todo lo causado”; Blas Cinalli “por lo que pasó”; Matías Benicelli porque -dijo- “nunca tuve intención de matar a nadie”; Ciro Pertossi “por haber estado en el lugar”; Enzo Comelli “por este hecho Aberrante”; y Luciano Pertossi y Máximo Thomsen a cualquier “persona que se haya visto afectada”.

En sus alocuciones cuatro de ellos usaron el mismo adjetivo respecto a cómo se sienten: “arrepentido”, dijeron Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen y Ciro y Lucas Pertossi. Mientras que seis insistieron en que “nunca” tuvieron “la intención de matar” y que “no hubo ningún plan” para asesinar a Fernando Báez Sosa. Viollaz y Comelli fueron los únicos que no dijeron esto de ese modo.

Lo diferente apareció en Thomsen, quien lloró de una forma que no pudo disimular. Con la voz quebrada y lágrimas a la vista. El líder del grupo se mostró absolutamente quebrado dos veces: la primera, cuando habló Graciela Sosa, madre de Fernando, y la segunda, cuando fue su turno de poder decir algo por última vez antes de la sentencia.

Thomsen, que es fanático de la ficción épica, esbozó un deseo que tal vez leyó muchas veces en los libros que lo acompañan en el penal: “Ojalá pudiésemos volver el tiempo atrás y revertir esto”, dijo, aunque se respondió a sí mismo desde la realidad: “No lo podemos hacer”. Él no fue el único que se refirió a esta idea. También lo hizo Matías Benicelli, con las mismas palabras, aunque en primera persona.

Los acusados también coincidieron en el malestar: dijeron que están “tristes”, que les “duele muchísimo”, que todos los días piensan en lo que ocurrió, que es algo “muy feo”, que jamás imaginaron lo que sucedió, agradecieron que se los escuché y dos de ellos, Ayrton Viollaz y Luciano Pertossi, hablaron de Dios.

Con los ojos a la cara del Tribunal, los imputados expresaron también que esperan la resolución del juicio y que aceptarán lo que suceda. La próxima en hablar será la Justicia, el 6 de febrero desde las 13, cuando se dicte el veredicto y o la eventual sentencia.

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