Psicología

Diabetes y obesidad: las epidemias gemelas

Se afirma que diabetes y obesidad, de modo conjunto, son la mayor epidemia en la historia de la humanidad.

Carlos Gustavo Motta
Carlos Gustavo Motta sábado, 17 de diciembre de 2022 · 14:41 hs
Diabetes y obesidad: las epidemias gemelas

Se las llama “Diabesidad” y se está extendiendo a las naciones en desarrollo a medida que continúan adoptndo aspectos poco saludables. La Organización Mundial de la Salud va un paso más con el neologismo y la llama Globesidad que de acuerdo con sus estadísticas se ha triplicado desde 1975: casi el 40% de los adultos del mundo tienen sobrepeso y más del 13% son obesos y dentro de estos números 340 millones de niños y adolescentes entre 5 a 19 años son obesos o tienen sobrepeso.

La importancia del peso se verificó en la pandemia del COVID. Uno de los factores principales para que el Covid es de cuidado resulta la edad. El segundo factor fue la obesidad. Es decir no sólo ubica a las personas en riesgo sino que estresa el sistema inmunológico y el corazón, conduce a la diabetes tipo 2 aumentan los riesgos de accidentes cerebrovascular, de asma y Alzheimer. Cómo actuar frente a esto? Empezar un régimen alimenticio? Cuál? Y qué no sólo sea el de moda! La obesidad es prevenible, si no al 100% bastante cerca.

Lo mismo ocurre con la diabetes tipo2: médicos de la Universidad de Harvard afirman que la diabetes tipo 2 es potencialmente reversible haciendo añicos la creencia que es una enfermedad crónica que empeora con el tiempo. Son estudios que demuestran el gran poder de regeneración que tiene el cuerpo humano y se empieza por la comida! Se escucha todo el tiempo que “somos lo que comemos”. El entorno alimentario es el principal responsable de favorecer la diabetes tipo 2. Lamentablemente los alimentos más baratos, los que se encuentran más accesibles, las golosinas y galletitas procesadas empeoran las cosas. Son los factores principales de riesgo para la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer puesto que son productos que contienen azúcares u otros edulcorantes con alto contenido de fructosa que alteran al sistema inmunitario al causar inflamación.

Debemos estar advertidos que “bajo en grasas” es igual a “alto en azúcar”. Tony Robbins, autor de “La fuerza de la vida” (Editorial Urano) señala que el mayor contribuyente individual a las calorías y el azúcar proviene de las bebidas azucaradas conocidas como SSB (sugar-sweetened beverages) que incluyen todo, desde refrescos y bebidas de futas hasta bebidas deportivas y energéticas. Cuando bebemos SSB, absorbemos el azúcar en el torrente sanguíneo en cuestión de minutos. Y además, crea adicción. Beber una o dos bebidas azucaradas tienen un riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 que aquellas que beben menos de una bebida azucarada al mes.

Más allá de estos datos que comienzan a enmarcar hábitos de carácter saludable, la sobreingesta puede incluirse en un trastorno alimentario donde la ingesta de alimentos consiste en episodios recurrentes que se dan con una frecuencia de por lo menos dos veces a la semana durante tres meses. En estos casos estamos en presencia de la bulimia nerviosa (mas frecuente que la
anorexia). La psicodinámica de quienes padecen este trastorno alimentario se relaciona en la mayor cantidad de veces en una divisoria imaginaria de alimentos buenos o malos. Dos categorías que piensan en lo nutritivo o poco saludable.

Aquellos que llaman nutritivos se ingieren y se retienen porque simbolizan elementos asimilables (buenos). La comida que se rechaza se asocia a elementos donde el odio y la maldad deben ser evacuados (llegando a los episodios de vómitos autoinflingidos). Hay muchos más datos que se pueden verificar en estas temáticas donde el exceso es una de la principales características observables. “Todo en su medida y armoniosamente” no es tan solo una afirmación política en estos casos, sino un modo de comenzar a transitar un camino donde las recaídas a los tratamientos son habituales. También en estos casos las psicoterapias son indicadas puesto que el esfuerzo subjetivo para controlar la ingesta debe estar orientado a la ayuda profesional interdisciplinaria más la presencia de los lazos sociales y familiares.

* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.

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