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Por qué los adultos mayores perdieron más que nadie en la pandemia

La aparición del COVID-19 ha cambiado la vida de todos, trayendo consigo sensaciones de temor e incertidumbre. Sin dudas, uno de los grupos más afectados fueron los adultos mayores. 

Catalina Galeano y Martín Gabriel Jozami Nassif domingo, 5 de septiembre de 2021 · 16:16 hs
Por qué los adultos mayores perdieron más que nadie en la pandemia

En un breve lapso los adultos mayores tuvieron que reorganizar la vida cotidiana, tanto en sus domicilios como en las instituciones de cuidado en las que habitan. Sus rutinas diarias fueron cambiando, creando el escenario perfecto para potenciar el miedo y la ansiedad. 

El hecho de no poder ver a sus familiares, no abrazar a sus seres queridos, de no sentirse físicamente acompañados, por supuesto que puede haber contribuido a la sensación de soledad y tristeza; la pérdida de contacto  puede haber sido un caldo de cultivo para desarrollar un fuerte malestar, que puede traducirse eventualmente en una depresión o en algún tipo de trastorno del ánimo.

A su vez, la situación de pandemia incrementa la posibilidad de que empeoren los trastornos mentales preexistentes. Aquellos adultos mayores que presentan deterioro cognitivo o cursan una demencia y estuvieran aislados, podrían verse más estresados, enojados, agitados y/o retraídos mientras están en cuarentena. 

A los adultos mayores se les debe suministrar no solo apoyo emocional, sino también práctico

Todo esto se agrava ante el desconocimiento de cuánto tiempo durará la pandemia, y qué se puede esperar del futuro. En muchos casos, ante la pérdida de actividades recreativas o la desorganización de rutinas, los adultos mayores dedicaron gran parte de su día a escuchar noticias acerca del Covid-19. La alta exposición a programas informativos, de radio o televisión, ha incrementado la sensación de pérdida de control e indefensión frente a la batalla contra el virus.

En esos mismos programas de televisión se reforzó la percepción social de la tercera edad como una población frágil, en tanto los adultos mayores fueron catalogados como población de alto riesgo. Si bien este grupo etario requiere de nuestra atención, no hay que olvidarse que muchas de estas personas también tienen una gran cantidad de recursos psicológicos que les permite cuidarse, no solo del virus, sino del impacto en su salud mental. 

En este sentido, a los adultos mayores se les debe suministrar no solo apoyo emocional, sino también práctico. Cuidadores, familiares y profesionales de la salud deben asumir el compromiso de transmitir, en su justa medida, datos certeros y sencillos acerca de lo que acontece. En palabras que las personas con y sin deterioro cognitivo, puedan entender; suministrarles información clara sobre medidas de cuidado para reducir el riesgo de contagio y síntomas de alerta. Incluso puede ser útil transmitir información a través de imágenes, videos o por escrito. Tener información reduce la experiencia de incertidumbre y contribuye a generar sensación de dominio en el adulto mayor.

Reduzca la exposición a noticias. Limite la frecuencia con la cual ve, lee o escucha noticias que pueden causar preocupación o tensión. Puede informarse de las últimas noticias a una hora determinada, sólo una o dos veces al día en caso necesario.

Toda persona que se encuentre en contacto directo con este grupo poblacional debe dar información cada vez que sea necesario, en especial acerca de qué hacer o cómo manejarse correctamente. Resulta de gran ayuda brindar instrucciones de manera clara, concisa y respetuosa. También es importante que la familia u otras redes de apoyo ayuden a los adultos mayores a practicar medidas preventivas, como el lavado de las manos, el uso adecuado de barbijo o tapaboca, nuevas modalidades de saludo, la correcta desinfección de las bolsas de compras, entre otras…

Cuidar a nuestros mayores implica no solo tratar de evitar el contagio, sino también contener emocionalmente y tratar de reducir al máximo los niveles de ansiedad.

 

* Catalina Galeano y Martín Gabriel Jozami Nassif son miembros del equipo de Terapia Neurocognitiva

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